JUEVES Ť 2 Ť AGOSTO Ť 2001
Ť Demandan productores frenar el crecimiento del contrabando de vehículos
Se desplomó 6% la fabricación de autobuses
HUMBERTO ORTIZ MORENO
El crecimiento del contrabando -se calcula que 30 por ciento del parque vehicular es de procedencia ilícita- y la caída en el financiamiento a nivel nacional, en un entorno de recesión, han provocado que la industria fabricante de autobuses, camiones y tractocamiones se desplome casi 6 por ciento durante el primer semestre del 2001.
''Las autoridades lo saben, los representantes populares que autorizan las leyes también lo saben y nosotros lo sabemos. Es imperativo ponernos de acuerdo y frenar la introducción ilegal de unidades de una vez por todas'', aseveró Juan José Guerra Abud, nuevo presidente de la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones .
Así, los paros técnicos no están descartados y dependerán de la situación financiera de cada empresa, si bien el dirigente confía en que este panorama sea temporal. Guerra Abud asumió ayer la presidencia de la organización y por primera vez su gestión tendrá un lapso indefinido, en una decisión extraordinaria del gremio para cabildear con funcionarios gubernamentales y legisladores en torno de las acciones de rescate que requiere ese sector.
Aseveró que los partidos y el gobierno han perdido tiempo en la confrontación, cuando urge aprobar la reforma fiscal y crear esquemas de financiamiento al transporte con recursos etiquetados, toda vez que los bancos no prestan, el 50 por ciento de los hombres camión no tiene crédito para renovar sus unidades y el otro 50 por ciento está endeudado con los fabricantes.
Mencionó que la industria manufacturera de vehículos de autotransporte de carga y pasaje aporta poco menos de 0.5 por ciento del PIB nacional y equivale a 2 por ciento del PIB manufacturero.
Las exportaciones del ramo, abundó, representan casi 3.5 por ciento de las ventas externas manufactureras del país, lo que significa que se exporta, en promedio, casi el doble que los rubros equivalentes.
Guerra Abud expuso que en el último lustro las inversiones en la industria superaron los mil 500 millones de dólares, ''signo inequívoco de la confianza que estas empresas, la mayoría de capital extranjero, tienen en México y los mexicanos''.
Sin embargo, juzgó que no bastan compañías fuertes si no hay reglas claras. Introdujo el tema del contrabando de unidades que acaban legalizándose y que distorsionan el mercado, para afectar no solamente a las empresas nacionales, sino al país en su conjunto.
Explicó que en la mayoría de los casos son equipos de desecho en su nación de origen, son inseguros para las condiciones de la infraestructura carretera nacional, generan contaminación por estar fuera de las especificaciones y presentan una competencia desleal, ya que no pagan impuestos y atentan contra el sano crecimiento.
Destacó que sectores como el de la construcción y de automóviles son los primeros beneficiados con la apertura de créditos, pero el transporte no ha sido tomado en cuenta y es preciso renovar las flotillas porque en algunos casos están entrando en la obsolescencia.
A su vez, el vicepresidente de la ANPACT y director general de Kenworth Mexicana, Samuel Means III, aseguró que el objetivo inmediato es combatir el contrabando de unidades usadas, especialmente en un sector donde de diferentes maneras se ejerce la reconstrucción y comercialización ilícita de vehículos.