JUEVES Ť 2 Ť AGOSTO Ť 2001
Julio Hernández López
ASTILLERO
NO ES SANO DESDEÑAR el significado político del citatorio hecho por el Presidente de la República a los gobernadores para que asistan a una sesión de trabajo el próximo sábado en su rancho de San Cristóbal, en Guanajuato.
FORMA ES FONDO, decía el clásico de la política mexicana, Jesús Reyes Heroles, a quien las fobias partidistas de la nueva clase gobernante no deberían evitar leer con genuinos ánimos de aprendizaje. No es un problema menor (aunque la frivolización del poder que se vive desde el 1Ɔ. de diciembre del año pasado así lo quisiese entender) porque, con ese desplante ranchero, el Presidente trata de supeditar a los titulares de poderes que son similares, aunque menores en cuanto a jurisdicción, a formas políticamente inaceptables, a una escenografía intencionalmente construida para favorecer la veneración patronal y el estilo neoporfirista de moda.
PARA DESGRACIA DE LA REPUBLICA, sólo uno de los convocados (el jefe del Gobierno capitalino, Andrés Manuel López Obrador) ha expresado claramente su rechazo a esa desaseada imposición. El resto de los mandatarios parecieran no darse cuenta, o no quererse dar, del desdoro que a su investidura institucional aporta el ser convocados a la casa grande para allí tratar los asuntos generales de la hacienda.
UNA PARADOJICA RAZON por la cual los gobernadores están dispuestos a ser llevados a donde sea, para negociar lo que sea, es que, hoy, la mercancía política mejor valuada son justamente ellos. Hacia sus personas dirigen sus mejores esfuerzos de convencimiento el Presidente de la República y los secretarios de Gobernación y de Hacienda, en busca de que convenzan a las bancadas legislativas federales de sus respectivas entidades para que aprueben en automático los acuerdos a los que lleguen el Ejecutivo nacional y sus colegas estatales, sobre todo en lo relacionado con la reforma fiscal.
POR SU MAYORIA NUMERICA destacan en esa franja de poder los mandatarios adscritos al priísmo, aunque no parecen tener clara noción de su real importancia. Casi todos (con excepciones como las de José Murat, Patricio Martínez y en alguna medida Juan S. Millán) andan viendo solamente la manera de mejor acomodarse en el esquema estratégico y táctico del nuevo jefe máximo, Vicente Fox. Algunos de ellos, como Miguel Alemán, se esfuerzan incluso en parecer voceros o comisionistas del consejo de administración que gobierna a la República. El resto naufraga, sin proyecto propio y con la vista puesta tan solo en conseguir mejores partidas presupuestales para el futuro y en sobrellevar el mal tiempo político. Un ejemplo de su orfandad y minusvalía lo dieron recientemente con el escándalo del desplegado antifoxista del que se fueron deslindando a tropezones.
LA OTRA FORMACION IMPORTANTE de gobernadores, la panista, vive la triste circunstancia de tener que apoyar casi acríticamente al Presidente que formalmente es su compañero de partido. De vez en cuando, como luego ha sucedido con Fernando Canales Clariond, aportan algún chispazo para medio salvar la cara y hacer uno que otro gesto de oposición institucional. Pero todos están sometidos a la dinámica del partidismo que les lleva a apoyar sin cambios de fondo las propuestas de su guía sexenal.
EN EL PRD HAY QUIENES, como Ricardo Monreal, han hecho propuestas y esfuerzos que les han valido críticas en algunas franjas fundamentalistas al interior del sol azteca pero que, finalmente, han mostrado disposición para crear alternativas, sobre todo en el terreno de la reforma fiscal. La postura de López Obrador ha sido, por su parte, de una congruencia que luego es entendida como terquedad: el tabasqueño ha mantenido una tajante oposición a los intentos foxistas de gravar a las mayorías populares y beneficiar a las elites.
EL RESTO DE LOS MANDATARIOS que llegaron al poder por la vía perredista, o en alianzas o con carácter de independencia partidista, poca creatividad han mostrado. Se oponen en lo general a lo que ideológicamente les molesta o no les gusta, pero en la práctica mantienen la misma disposición de acomodo o negociación que, por ejemplo, la mayoría de los priístas.
Todos esos gobernadores necesitan respuestas a sus urgencias presupuestales. No sólo en cuanto al gasto futuro, sino también por el rezago a que les ha llevado la retención foxista de dinero federal y, además, por los cobros y acechanzas que desde Hacienda se les han hecho para llevarlos a que entiendan a fuerza la necesidad de apoyar la reforma fiscal planteada por el Presidente.
A UN MES DE RENDIR su primer informe de gobierno (en el que reportará lo hecho en los nueve meses que para entonces llevará en el poder), el presidente Fox necesita llegar a acuerdos, tanto en lo político como en lo económica, que le permitan seguir lanzando fuegos artificiales al aire. Con urgencia necesita que le ayuden a recomponer la figura. Para ello ha citado a los gobernadores este sábado en su rancho personal, para imponerles de entrada reglas y estilos. Los invitados, ávidos de saciar sus apetitos institucionales y personales, ni siquiera han atinado a darse cuenta que, tal como están las cosas, bien podrían ser ellos quienes citaran al urgido de solución, no en casas particulares o en sitios de recreo o diversión personal, sino en recintos republicanos en los que al fondo de los problemas a tratar se sumara una buena forma política. Forma es fondo, decía el clásico.
ASTILLAS: CARLOS ARMANDO BIEBRICH volvió a saber lo que son las destituciones. En esta ocasión, él encabezó la que se realizó contra Mario Carlos Culebro Velasco, el encargado del PRI chiapaneco que había dejado Roberto Albores Guillén. El pleito en aquellas tierras es por las candidaturas y por el dinero. Con la caída de Culebro se trata de revocar los registros de 24 aspirantes a diputados de mayoría que ya había hecho el dirigente ahora depuesto. Este, a su vez, afirma que Biebrich, quien actúa a nombre del CEN, trata de hacer que 90 millones de pesos correspondientes a prerrogativas estatales sean destinados a pagar cuentas pendientes de la campaña presidencial de Francisco Labastida. Por lo pronto, Biebrich encabezó las acciones de ruptura de cadenas, candados y puertas con que se dio pauta a la destitución del citado Culebro... La Comisión Nacional de Derechos Humanos ha censurado, con plena razón, los videos en que se usa la imagen de Mario Villanueva para ensalzar la lucha contra el narcotráfico. El ex gobernador aún no ha sido juzgado y sentenciado, por tanto no se le puede señalar como culpable de nada... Para que no se le vaya a ocurrir irse de vacaciones antes de escuchar el primer informe presidencial, la secretaría federal de Seguridad Pública (siempre tan bien educada, al igual que su titular), decidió cambiar a Luis Palma, conocido como El Güero, del penal de Puerta, perdón, Puente Grande, en Jalisco, al de Matamoros, Tamaulipas (área ésta dominada por el cártel del Golfo). Otros distinguidos empresarios del ramo estupefaciente también fueron movidos de lugar. El Chapo Guzmán Loera, pionero en eso de darle malos ratos al gobierno foxista, goza mientras tanto de cabal libertad...
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