Ť Pobladores han retenido a funcionarios y camiones recolectores de basura

Tiradero irregular desata conflicto entre habitantes de San Andrés Metla y gobierno

Ť Para tirar los desechos de Cocotitlán, los vehículos son custodiados por la policía

MARIA DE LOS ANGELES VELASCO CORRESPONSAL

Cocotitlan, Mex., 29 de julio. Las ocho toneladas de basura que generan diariamente los 30 mil habitantes de Cocotitlán no tienen un destino final, pues los dos mil habitantes de San Andrés Metla se oponen a que sea utilizado el tiradero clandestino de su comunidad, donde desde hace 15 años solamente ellos depositan sus desechos.

La situación ha llegado al grado de que los camiones de basura tienen que entrar custodiados por policías estatales para que los vecinos no les impidan la salida.

Incluso a principios de julio, para obligar que se clausure el tiradero, un grupo de habitantes del poblado de San Andrés Metla -ubicado a ocho kilómetros de la cabecera- retuvo por cinco horas a funcionarios municipales e intentaron quemar una patrulla, y secuestraron camiones recolectores.

Hasta el 2000, la basura del municipio era depositada en un centro de acopio y de confinamiento ubicado sobre la carretera México-Cuautla, denominado El Tucán, el cual era manejado por el ayuntamiento encabezado por Carmelo Galicia Pérez, emanado del Partido Verde Ecologista.

La actual administración perredista de José Luis Chavarría Guadarrama se encontró con la sorpresa de que El Tucán era propiedad privada, y debía pagar para continuar con el confinamiento de la basura en ese lugar, por lo que optó por llevarla al tiradero irregular de San Andrés Metla; sin embargo, los dos mil habitantes de ese poblado se opusieron argumentando que se contaminarían los mantos freáticos del lugar.

Los sanandresmetlenses Amelia Pérez Hernández, Catalina Domínguez Carbajal, Evelia Barrios y Francisco Tapia aseguraron que sin tomar en cuenta a la ciudadanía, el ayuntamiento construyó cuartos en las inmediaciones del tiradero que estaba cercado, para crear un centro de acopio.

Incluso, reconocieron que hasta hace un año el tiradero -que captaba sólo los desechos de San Andrés Metla- operaba a cielo abierto, y en varias ocasiones se registraron incendios, además de ocasionar fauna nociva. "Ahora se encuentra enrejado y las autoridades pretenden crear un relleno sanitario", dijeron.

Cocotitlán, como el resto de los 15 municipios de la región denominada Los volcanes -por el Popocatépetl e Iztaccihuatl-, no cuenta con rellenos sanitarios ni centros de confinamiento, por lo que según reportes de la misma Secretaría de Ecología, existen al menos dos tiraderos clandestinos por localidad.

Así se estima que tan sólo en esta región colindante con los estados de Puebla y Morelos existen por lo menos 30 tiraderos irregulares sin ningún tipo de control.

La Secretaría de Ecología se niega a intervenir

La anterior situación ha ocasionado que en reiteradas ocasiones los habitantes de San Andrés hayan solicitado la presencia de personal de la Secretaría de Ecología estatal, pues aseguran que el tiradero no cuenta con las normas establecidas por la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).

Sin embargo, como los funcionarios estatales se negaban a entrar bajo el argumento de que no había garantías para su seguridad, a principios de julio, los vecinos se turnaron para hacer guardias e impedir la entrada de más camiones con basura. Ante ello, el ayuntamiento optó por arrojar la basura en una barranca.

Durante un recorrido, se observó que a pocos metros de la barranca se ubican dos escuelas, así como diversos campos de cultivo.

En respuesta, los habitantes inconformes iniciaron una reacción de resistencia en contra del ayuntamiento y corrieron a los tres policías destacamentados en el poblado, así como a personal de servicios públicos. Días después, y luego de un consenso, permitieron el regreso de los tres uniformados. Actualmente y mientras se resuelve el problema, los camiones de basura llegan a San Andrés Metla resguardados por patrullas de seguridad pública estatal para evitar agresiones a los choferes o sean retenidas las unidades cuando depositan los desechos.

Los habitantes comentaron que presentaron una denuncia ante la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (Codhem) y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) por la contaminación que genera el tiradero.

De esta situación esta enterada la dirección de Gobernación de la entidad, a la que acusan de incumplir un acuerdo pactado con los vecinos de no permitir el depósito de más basura hasta en tanto la Secretaría de Ecología estatal dé su veredicto.

Al respecto, el subsecretario de Gobernación en la zona, Eruviel Avila, explicó que ellos sólo actúan como mediadores y consideró que se trata de un problema político.

El basurero de El Tucán, en manos de particulares

Hasta hace un año, el ayuntamiento emanado del Partido Verde Ecologista -que encabezaba Carmelo Galicia- aseguraba contar con un "centro de acopio municipal", pero al concluir su administración se hizo cargo Gustavo Segovia, que coincidentemente fue regidor emanado de ese mismo partido en la administración pasada.

El presidente municipal perredista Chavarría Guadarrama explicó que ante esa situación se recurrió al tiradero irregular de San Andrés, "porque Cocotitlán no cuenta con terrenos donde se pueda crear un basurero municipal y mi administración no puede recurrir al de Santa Catarina, donde depositan sus desechos los municipios de Chalco, Los Reyes y Valle de Chalco, ya que la basura no es redituable ni aceptada".

Estableció que en su jurisdicción diariamente se generan ocho toneladas de desechos, por lo que al iniciarse el problema con los habitantes de San Andrés Metla solicitaron el apoyo de Chalco y Tenango del Aire, "pero tampoco cuentan con capacidad para el confinamiento de la basura".

Aseguró que la Secretaría de Ecología mexiquense ya notificó que el tiradero es apto para el depósito de basura y sólo es necesario realizar adecuaciones.

El presidente municipal Chavarría Guadarrama confió que en breve se llegue a un acuerdo con la comunidad de San Andrés Metla .