LUNES Ť 30 Ť JULIO Ť 2001

LUPA SEMANAL

EL Buscón

LA BARBARIE policial en la represión a los manifestantes contra el Grupo de los Ocho en Génova fue tema de primera página de prácticamente toda la prensa mundial, conservadora o no, y sigue siéndolo a medida que se conocen nuevos detalles... El gobierno italiano, sin embargo, a pesar de que su actuación está siendo analizada por los parlamentos francés y alemán, y de que el Parlamento Europeo iniciará una investigación sobre las brutalidades policiales en Génova, a pedido del grupo socialista, sigue tergiversando. Al preguntársele, por ejemplo, al ministro del Interior por los desaparecidos, respondió despreocupado: "son jóvenes, se habrán ido al mar", ya que Europa está en pleno verano. El primer ministro Silvio Berlusconi declaró por su parte que todas las autoridades policiales habían sido nombradas por el gobierno anterior, de centroizquierda, lo cual es cierto y es una vergüenza, pero ni mencionó las torturas ni las consignas fascistas que indicaban que los policías tenían luz verde...

LA REACCION no se hizo esperar: Il Manifesto dice que en Milán desfilaron 100 mil personas en una marcha no autorizada, para protestar contra la violencia policial, otras 40 mil lo hicieron en Roma y decenas de miles llenaron las calles de Turín, Florencia, Empoli, Pisa, Siena, Teramo, Nápoles, Caserta, Benevento, Pescara, Ferrara, Bari, Brescia, Pavía, Bolonia, Ravena y, por supuesto, Génova. El mismo diario informa que el sindicato mayor de los metalúrgicos (FIOM) decidió adherir oficialmente al Génova Social Forum (GSF) al igual que la juventud del sindicato cristiano -FIM- del mismo gremio. Además anota que los heridos, muchos graves, fueron más de 600 y que las patrullas de la policía siguieron por la autopista a los autobuses en que se retiraban los metalúrgicos de otras provincias, en clara provocación.

THE GUARDIAN dice que "la era de las grandes cumbres terminó con el G-8 de Génova... que no dio ningún resultado significativo". The Independent, por su parte, después de criticar a la policía italiana por sus "prácticas brutales", añade que ""millones de electores no violentos perciben el statu quo como profundamente injusto y sienten que esa injusticia no es registrada por los líderes políticos del mundo". Le Monde, a su vez, dijo que "la cumbre del G-8 demostró brutalmente que éste no tiene suficientemente en consideración los temores creados por la globalización". Libération, en cambio, habla de "Un G-8 vergonzoso" y de "la infame brutalidad de la policía italiana", mientras el conservador Le Figaro escribe que "el G-8 perdió la batalla de Génova" y el comunista L'Humanité habla de "dura derrota". Según el Financial Times el G-8 ha dado "escasísimos resultados" y "las discusiones económicas se caracterizaron por las superficialidades acostumbradas". Por su parte el Daily Telegraph dice que "la idea de que la vida de los africanos será transformadas por las palabras que se dijeron en Génova es una cruel estupidez". El País y El Mundo afirman a su vez que la reunión fue una "verdadera provocación". Die Welt, por último, alega que "reunir en el futuro a los líderes mundiales en localidades deshabitadas o en islas que fueron prisiones significaría aislarlos aún más de la gente". O asea, todo un éxito para el G-8.