LUNES Ť 30 Ť JULIO Ť 2001

Ť Indispensable que hoy emita su decisión: Ejecutivo

Duras críticas en el Senado al proyecto de ley de ajuste

Ť Legisladores argentinos se niegan a votar "bajo chantaje"

STELLA CALLONI CORRESPONSAL

Buenos Aires, 29 de julio. Discursos duros contra el proyecto de la ley de ajuste para lograr el "déficit cero" se escucharon esta noche en el Senado, no sólo por parte del bloque opositor mayoritario del Partido Justicialista (PJ), sino de varias de las figuras de la propia Unión Cívica Radical (UCR), el mayor partido de la debilitada Alianza gobernante.

Los sectores del Frente País Solidario (Frepaso), que aún quedan en la Alianza, lo hacen con una posición crítica hacia el gobierno. "Esto es como querer parar un avión", dijo un senador radical durante la sesión del senado.

El riesgo provocó que el pasado miércoles se fugaron del sistema financiero local 238 millones de dólares. En tres semanas habrían salido del país 6 mil millones de dólares y las reservas el Banco Central cayeron en 3 mil 200 millones, además de que por tercera vez en un mes, el BC salió a asistir a los bancos para evitar un debilitamiento del sistema.

El gobierno de Fernando de la Rúa puso la verdad sobre la mesa: el lunes debe haber una decisión en el Senado, "o nadie sabe qué sucederá". Después de fracasar una reunión el sábado pasado, se convocó a los legisladores a una reunión esta noche, en el contexto de rumores caóticos, muchos de ellos alimentados desde el exterior.

Entre otros puntos, el proyecto gubernamental original determinaba, mediante un decreto presidencial, un recorte salarial a jubilaciones y sueldos públicos a partir de los 300 pesos (igual en dólares), pero también se afectaban las asignaciones familiares y el recorte fue abarcando a salud, educación, planes de subsidios para desocupados (casi tres millones) y otros sectores extremadamente sensibles.

Huelgas sectoriales y un paro general masivo fueron respuestas contundentes y el gobierno decidió aumentar el piso de los descuentos de 13 por ciento a los 500 pesos, pero sin tocar a los grandes empresarios y banqueros, al tiempo que se daba prioridad al pago de la deuda externa.

Al depender de la recaudación el pago a jubilados y trabajadores públicos, esto transforma en una dolorosa incertidumbre la situación para millones de hogares. La semana pasada los diputados votaron que sólo podrían descontarse salarios y jubilaciones superiores a los mil dólares, pero la demanda social augura una fuerte resistencia.

Hay quienes proponen la devaluación, otros la dolarización, y se habla del famoso default o cesación de pagos. La calificadora de riesgos Standars and Poorƀs advirtió que "el deterioro de las condiciones sociales es algo que las calificadoras observan muy de cerca y cuando hay deterioro social es muy difícil que se invierta".

Esto se reflejó durante el duro debate en el Senado, en el que se vislumbró la falta de equidad del ajuste, y un punto crucial fue el regreso de los impuestazos, que siguen recayendo sobre los sectores medios y bajos y del que han quedado por fuera los sectores más poderosos.

Varios legisladores criticaron tanto las presiones oficiales como los discursos "apocalípticos" y "la sobreactuación", y se negaron a votar "bajo chantaje permanente de que o votamos una ley o Argentina abandona la convertibilidad y entra en cesación de pagos".

La carga contra el ministro de Economía, Domingo Cavallo, también vino desde todos los sectores. "75 mil millones de dólares perdió el país por la economía impuesta desde el gobierno anterior por Cavallo", como demostró un legislador cifra por cifra. Esto indicó la gravedad del momento, cuando Argentina tiene que pagar en deuda e intereses 28 mil millones de dólares este año.