MEXICO, S.A.
Carlos Fernández-Vega
SI DE ABRIR LA PUERTA al capital extranjero se trata, la lista es interminable: sistema financiero, energía, comercio, alimentos, transporte, minería, comunicaciones, turismo y muchos otros sectores de la actividad económica. En resumidas cuentas, México for sale.
AHORA DICHA PUERTA SE pretende abrir, de par en par, a la inversión foránea en los litorales nacionales. Se conocía la intención gubernamental de actuar en este sentido desde que el director general del Fonatur, John McCarthy, anunció que se "ofrecerían", mediante el esquema de "franquicias", alrededor de 4 mil kilómetros de bahías y 300 mil kilómetros cuadrados de terrenos ubicados en la costa de cuatro estados de la República (Baja California, Baja California Sur, Sonora y Sinaloa) y 13 municipios considerados dentro del "megaproyecto Escalera Náutica de la Región del Mar de Cortés".
ESO FUE A FINALES DE JUNIO, pero el sábado pasado, precisamente en La Paz, Baja California Sur (estado con el 20 por ciento de la extensión costera del país), el presidente Fox le otorgó jerarquía a la decisión del gobierno del cambio, formalizándola con la puesta en marcha del Programa Nacional de Atención a Zonas con Litorales, el cual promoverá, entre otras cosas, "las adecuaciones legales y reglamentarias para actualizar las políticas agrarias de asentamientos humanos y de inversión foránea". Todo indica, pues, que los integrantes de la Cámara de Diputados tendrán una extraordinaria carga de trabajo a partir del próximo primero de septiembre, arranque del periodo ordinario de sesiones, cuando el Ejecutivo federal presente el cúmulo de iniciativas privatizadoras y de cesión de soberanía, entre ellas la que pretende modificar (en espíritu y letra) el artículo 27 constitucional.
ELEMENTO FUNDAMENTAL DE dicho programa, de acuerdo con lo expuesto por el chiquillo mayor, es el fomento de la inversión privada, nacional y extranjera, en los litorales mexicanos, "a través de nuevos esquemas de asociación en los que participen los propietarios de la tierra; nos vamos a asegurar que ejidatarios y comuneros se beneficien amplia y realmente de las alianzas estratégicas en las que intervengan".
PERO TODO INDICA QUE VICENTE Fox parte de una premisa a todas luces equivocada, dado que el modelo de inversiones e inversionistas que convoca para la realización de su programa, simple y llanamente no existen: "queremos capitales internacionales con un claro compromiso con la sociedad, con el Estado, con el municipio y con ustedes (los ejidatarios), con una gran responsabilidad ecológica; capitales que se comprometan con el desarrollo social, con el desarrollo integral de nuestras regiones y que generen empleos bien remunerados. ¡Vamos a abrirle las puertas a personas dispuestas a jugársela con México!". Eso pidió el presidente del cambio, conocedor de lo que verdaderamente "motiva" y "sensibiliza" a los dueños del dinero.
POR ELLO, EL ESQUEMA PARECE quedar claro: "...mi gobierno apoya la pequeña propiedad, pero sobre todo apoya la libertad para que cada quien elija, lo elija conscientemente, el régimen que más le convenga; mediante la titulación agraria el gobierno pone en sus manos el destino de sus propias tierras". Fórmula mágica: primero titulación, después capital nacional-extranjero y por último venta o renta de los terrenos todavía amparados por la Constitución. Así, los ejidatarios "podrán prosperar ?aunque sea de jardineros en sus propios terrenos? sin salir de sus comunidades, sin abandonar a sus familias, con las bases jurídicas, económicas, sociales y ambientales más sólidas", al tiempo que se "terminará con las políticas públicas centralistas y clientelares que han propiciado injusticia, desigualdad e ilegalidad en nuestros litorales".
Y SI DE VENDER SE TRATA, en este nuevo "concepto" del gobierno del cambio hay mucha tela de dónde cortar: México cuenta con 11 mil 122 kilómetros de litoral, sin considerar islas. De hecho, la iniciativa del director general de Fonatur, que se cita líneas arriba, implicaría enajenar ("desincorporar" dirían los clásicos) el 36 por ciento de dicha extensión costera y el 15 por ciento, aproximadamente, de los casi 2 millones de kilómetros cuadrados de territorio nacional, para que los inversionistas que pretende captar el presidente Fox se vayan aclimatando.
TOTAL, LA FILOSOFIA DE ESTA iniciativa ya había sido sabiamente delineada por John McCarthy: "no importa de dónde venga el dinero, sea de John Smith o de Juan Pérez, si no está especulando y nos genera trabajo, riqueza y bienestar; el enfoque será netamente empresarial, de negocios, sin ponerle nacionalidad a los capitales".
LAMENTABLEMENTE, EL ARTICULO 27 constitucional sí le pone nacionalidad al asunto: "En una faja de cien kilómetros a lo largo de las fronteras y de 50 en las playas, por ningún motivo podrán los extranjeros adquirir el dominio directo sobre tierras y aguas nacionales... sólo los mexicanos por nacimiento o por naturalización, y las sociedades mexicanas, tienen derecho para adquirir el dominio de las tierras, aguas y sus accesiones o para obtener concesiones de explotación de minas o aguas... el Estado podrá conceder el mismo derecho a los extranjeros, siempre que convengan ante la Secretaría de Relaciones Exteriores en considerarse como nacionales respecto de dichos bienes y en no invocar, por lo mismo, la protección de sus gobiernos por lo que se refiere a aquellos, bajo la pena, en caso de faltar al convenio, de perder en beneficio de la nación los bienes que hubieren adquirido...".
COMO ESE PRECEPTO ESTORBA, los pasos a seguir están previstos y aceitados: regularizar la tenencia de la tierra de los nacionales residentes en las zonas de litorales; "adecuar" leyes y reglamentos; "actualizar" políticas agrarias de asentamientos humanos y de inversión foránea; iniciativa presidencial para transformar el artículo 27 constitucional; inversión masiva de capitalistas "amigos" y comprometidos con el Estado; alianzas estratégicas de ejidatarios y comuneros para que cuiden los jardines de los nuevos propietarios, "sin ponerle nacionalidad"; ... inauguración del Convention Center Los Pinos and SPA Resort y The Palacio Nacional Hotel Company Inc.
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