LUNES Ť 30 Ť JULIO Ť 2001

Ť Redes de los Amigos de Fox se suman a la campaña de Ojeda Zubieta

Villahermosa, ocupada por la ola amarilla

Ť "Los que quieren hacer del estado un bastión del salinismo están fuera": Cárdenas

JENARO VILLAMIL ENVIADO

Villahermosa, Tab., 29 de julio. Villahermosa se vistió de amarillo, y el centro de la ciudad sonaba a batucada perredista en lo que todos los asistentes reconocieron como la concentración más grande del partido del sol azteca en esta plaza. El conductor del acto, Tomás Brito, anunciaba al filo de la una de la tarde que 120 mil personas se habían congregado desde la Catedral hasta las inmediaciones de la Plaza de la Revolución para acompañar a César Raúl Ojeda en el cierre de campaña, mientras un observador más modesto calculaba cerca de 80 mil personas, y Andrés Manuel López Obrador, pionero de las grandes concentraciones opositoras en su tierra, reconocía en el templete, acompañado de toda la plana mayor del perredismo: "éste es el acto más concurrido de la historia del movimiento democrático en Tabasco".

La gente se desbordó desde el comienzo de la marcha, en la avenida 27 de Febrero, hasta la concentración principal que se realizó en la Plaza de la Revolución. Bullangueros, los simpatizantes de Ojeda se incorporaban a la marcha mientras coreaban el lema de campaña: "šTabasco es de todos!", el apellido del candidato y se burlaban de un monigote con cuerpo de cerdo y con la cara del candidato del PRI, Manuel Andrade, quien prefirió un acto cerrado.

"No voten por Andrade, porque Ojeda va a ganar", cantaban los de la batucada, que no podían ahogar el pitido de cerca de 100 camiones que saludaban a la comitiva a la altura de Paseo Tabasco. Ahí se incorporaron a la marcha el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, su hijo Lázaro Cárdenas y la ex jefa del Gobierno capitalino, Rosario Robles, a quien las jóvenes tabasqueñas reconocían como si fuera aparición de la televisión. "Ahí va Chayito", cuchicheaban.

Una mujer elegante, con gorro amarillo, reconoce durante el mitin que hoy hasta la gente nice de Tabasco está con César Raúl Ojeda. Rosario Robles afirma que al tradicional voto duro perredista, del orden de 40 por ciento, se ha agregado cerca de 15 por ciento de los ciudadanos de las clases media y alta, incluyendo a los sectores priístas y hasta las redes de los Amigos de Fox, que en esta contienda se volcaron a favor del candidato del sol azteca, y en contra de la línea del partido blanquiazul.

La dirigente nacional del PRD, Amalia García, subraya en su discurso que "las encuestas más serias" señalan que su partido cuenta con cuatro puntos de ventaja, ya que Ojeda registra 41 por ciento de las preferencias, mientras su rival priísta tiene apenas 37 por ciento.

"Hemos perdido el miedo"

"Los tabasqueños hemos perdido el miedo", comenta un viejo campesino que ha visto varias marchas y protestas poselectorales desde la época de López Obrador. "Ni en la Quinta Grijalva podrán frenar esta ola", subraya el militante perredista, en clara referencia al otrora centro de operaciones del grupo de Roberto Madrazo, el ex gobernador que acompañaba al mismo tiempo en el teatro Esperanza Iris a su delfín, Manuel Andrade, en un acto cerrado, con poco más de 2 mil 500 personas.

Ni los spots de publicidad negativa, producidos por Carlos Alazraki en el último estirón de la campaña para acusar a Ojeda y sus seguidores de pirrurris que se han "apropiado del PRD", ni la burda maniobra operada, entre otros, por Netzahualcóyotl de la Vega para entrevistar a integrantes de una fantasmal agrupación de ex perredistas autodenominados Convergencia Cuauhtémoc Cárdenas, que acusaron de "traidores" a los simpatizantes de Ojeda, han frenado la ola amarilla a favor del empresario tabasqueño, que rompió el mito de que sólo el voto de los pobres estaba con el sol azteca.

En el mitin, el propio Cárdenas desmintió en términos duros a los "auténticos perredistas" que han hecho declaraciones en la radio local: "quienes se prestan a la política sucia, son los que utilizan mi nombre... Nosotros no podríamos creer en una convergencia que se llamara Roberto Madrazo o Carlos Salinas... los que quieren hacer de Tabasco el bastión del salinismo duro no están con nosotros. Están fuera".

La gente aplaudió con fuerza a Cárdenas. Para algunos observadores, este mitin constituyó también el resurgimiento del perredismo que puede concatenar en Tabasco su victoria con la de los próximos comicios estatales en Michoacán, y fortalecer su alicaída presencia frente a las negociaciones con el gobierno federal.

La importancia del factor Tabasco lo indicaba la presencia de toda su directiva nacional, incluyendo a los dos coordinadores legislativos, Jesús Ortega y Martí Batres, quienes se comprometieron, junto con Amalia García y el secretario general Jesús Zambrano, a permanecer en Villahermosa hasta el día de la elección.

Durante este acto, los priístas disidentes del madracismo se mostraron abiertamente a favor de César Raúl Ojeda. Fueron los casos de Julio César Vidal Pérez, diputado federal; de Neftalí Jiménez, también del tricolor; del ex precandidato Agapito Domínguez, y de Humberto Mayans, diputado federal ahora independiente y ex precandidato del PRI a la gubernatura, eje del grupo José María Pino Suárez que ha manifestado su apoyo abierto a Ojeda.

Hasta el panismo disidente hizo acto de presencia, aun en contra de la línea de su directiva nacional. El precandidato a gobernador Ramiro Guerrero fue anunciado en el acto. "Y no está el diputado Chichonal", comentó un simpatizante de Ojeda, en referencia al ex priísta Juan José Rodríguez Prats, quien se ganó este mote por "haber nacido en Chiapas, pero afectar a Tabasco", además de sus múltiples maromas políticas que lo llevaron a ser un aspirante del blanquiazul a la gubernatura.

Durante la campaña, la ex coordinadora de Amigos de Fox se sumó al apoyo de las redes civiles de César Raúl Ojeda. La atracción de los sectores propanistas o del priísmo de clase media y de las mujeres profesionistas fue un elemento clave durante esta contienda. Los perredistas señalan el papel clave que jugó la esposa del candidato, Carmen Linares de Ojeda, quien encabeza la asociación civil Tabasco es de Todos. A través de esta agrupación se dieron talleres de costura y de salud reproductiva a las mujeres, y se logró el acercamiento con damas de la "alta sociedad".

El intenso sol del mediodía no inhibió a los asistentes. Tres desmayados fue el saldo blanco del cierre dominical con más de 35 grados de temperatura. El calor político se incrementó en el momento que Andrés Manuel López Obrador cerró su intervención citando a don Querubín Fernández, quien dijo: "en Tabasco hay de todo, para todos, pero se lo clavan todo".

Siguiendo en el mismo tono de discurso, César Raúl Ojeda encendió a la concurrencia cuando afirmó que "la riqueza de Tabasco es para todos y no para las tres familias que se han apropiado de todo", en referencia a lo que aquí se conoce como la Cosa Nostra, integrada por las familias Trujillo, Gurría y Madrazo, que han hecho grandes negocios a costa del erario público.

"Vamos a lograr la derrota definitiva de un caduco cacicazgo priísta", subrayó Ojeda, mientras en el cielo sobrevolaba de nuevo una avioneta con propaganda de Manuel Andrade, que provocó la rechifla de un buen número de asistentes.

Frente a los indicios de operativos de última hora para acarrear votantes, para rasurar el padrón electoral y para inhibir la asistencia a las urnas, Ojeda afirmó que "subsisten condiciones de incertidumbre y desconfianza" frente a los comicios del próximo 5 de agosto. Descartó que los perredistas utilicen la violencia o la inestabilidad. "No vamos a caer en el enfrentamiento", afirmó.

En el cierre de su discurso, convocó a los asistentes a "terminar de escribir la leyenda del fin del último cacicazgo del sureste. La victoria de la sociedad civil es la derrota del autoritarismo."