DOMINGO Ť 29 Ť JULIO Ť 2001

Ť El espejismo de la nueva economía se derrumba por grandes inversiones en Internet

Pérdidas millonarias, despidos de personal y cierres marcan la crisis de las empresas puntocom

Ť Búsqueda de rentabilidad inmediata y desdén por el factor humano, parte del fracaso

JENARO VILLAMIL

Hace siete años eran definidas como el "futuro de la economía globalizada" y ahora son las principales víctimas del espejismo construido a su alrededor. En tan sólo un año, el índice Nasdaq, que definió el desarrollo de las llamadas empresas puntocom, perdió 3 mil puntos y en lo que va de 2000 y este año más de 150 mil personas en Estados Unidos y Europa han perdido sus empleos a causa del cierre o la contracción de distintos gigantes del sector como Reuters, Yupi, Cisco Systems, Microsoft, Terra, Hewlett Packard, Alcatel, así como el cierre de otras empresas menores que fueron absorbidas por otros grandes consorcios o desaparecieron del mercado.

El efecto en México ha ocasionado, según cálculos extraoficiales, la pérdida de más de 5 mil fuentes de empleo, destacándose el caso del portal de Televisa, esmas.com, de donde fueron despedidas 300 personas, para quedarse con un mínimo de 100 trabajadores. La empresa responsabilizó a Usaweb, encargada de diseñar el portal, por no haber cumplido con lo pactado. A lo largo de este año, reportes internos de la empresa, mencionan que los recortes "hormigas" continúan en el portal.

Otros despidos importantes en México han sido los siguientes: en mayo de este año, el portal Alo.com liquidó a 170 personas, al tiempo que cerraron operaciones Soloella.com, mientras que Obsidiana.com despidió a buena parte de su personal antes de ser adquirido por Starmedia.com. La empresa T1msn, creada por Telmex y Microsoft, adquirió las redes en español de Yupi, no sin antes despedir a una buena parte del personal. Caso similar es el de Terra Lycos que tuvo que reducir a 15 por ciento su plantilla laboral después de operar varias fusiones en el país.

Esta empresa, pertenenciente al gigante español Terra, reportó en mayo que durante el primer trimestre de 2001 tuvo pérdidas netas por 154 millones de dólares, como resultado de las amortizaciones hechas a lo largo de 2000 ante las empresas adquiridas.

Otro caso dramático es el de Argentina. Informes de la consultora Prince & Cooke indican que en 1993, en pleno auge, se generaron 100 mil puestos de trabajo y ahora sólo subsisten 7 mil 800. En este país han sobrevivido portales más modestos como econolink.com, que se ha regido por una estructura de costos acotada y por su contenido especializado para profesionales, con acuerdos con AOL, Ciudad Internet, Web Laboral, entre otros.

El espejismo de estas empresas que definían la llamada nueva economía se cayó por las enormes inversiones aplicadas en torno a la Internet, sin tomar en cuenta la recesión que padecen las economías de Estados Unidos y Europa, la contracción del mercado publicitario y el hecho de que, lejos de alentarse una competencia múltiple, se operó la creación de grandes oligopolios mediáticos que han concentrado el mercado asfixiando a los portales más pequeños.

Pioneros de estas empresas como Netscape, Go.com, Kozmo, Living, Excite,dot_com_7sq Lycos, Etoys, Yupi!, o las empresas españolas Ecuality o Submarino han quebrado o han sido adquiridas por otras compañías. Gigantes como Yahoo! han registrado un desplome bursátil impresionante: tan sólo entre enero y diciembre de 2000, el valor de la acción de esta empresa se desplomó de 250 dólares a 31 dólares. En Estados Unidos, desde 1999 hasta el cierre de 2000, fueron cesadas 41 mil personas de las empresas puntocom y para el presente año se espera que los despidos sumen el doble.

Empresas globales de información y de servicios financieros como el grupo británico Reuters anunció esta semana la cancelación de mil 100 empleos en dos años y una reducción de 17 por ciento. Su filial puntocom, Instinet, tendrá que reducir sus planes de expansión.

Entre decepciones y falsas expectativas

Las explicaciones en torno a esta crisis son múltiples: desde el hecho de que las compañías agotaron el mercado al buscar una rentabilidad inmediata, hasta la posición de economistas tradicionales que subrayan la ficción de invertir en tecnología sin aprovechar el capital humano.

En declaraciones publicadas en El País.es, Marsal Gifra, fundadora de Latinia y ex directiva de las empresas Olé! y Terra, detalló de esta forma la evolución:

"Cualquier start up serio planteó en su día un plan de negocios entre tres y cinco años para lograr la viabilidad de su negocio. A la gran mayoría se les exige ahora que modifiquen sus planes de negocios para orientarlos hacia una rentabilidad inmediata. šEs un gran error! Los inversionistas nos pidieron en su día construir una comunidad de rascacielos como Manhattan, con portales de 100 pisos de altura, y hoy se nos exige que construyamos un barrio con casitas de dos pisos como máximo, lo que supone un cambio radical en los planes y, por supuesto, echar a la mitad de arquitectos, aparejadores y albañiles a la calle... Una gran decepción".

Por otro lado, en un encuentro sostenido el pasado 13 de junio entre representantes de empresas suecas y españolas, Joan Tugores, catedrático de la Universidad de Barcelona, afirmó que "no nos hemos de dejar engañar pensando que la nueva economía va mal por las informaciones que se desprenden de los resultados en bolsa de los valores tecnológicos o por los despidos masivos que están haciendo las empresas". En su opinión, el problema se debe más a las "falsas expectativas creadas" sobre negocios que prestaban más atención a los beneficios económicos que éstos podían reportar en forma inmediata.

Por su parte, el economista sueco Kjell Nordström, coautor del betseller Funky business, las empresas no han sabido ver que el sólo hecho de incorporar nuevas tecnologías no es sinónimo de garantía de éxito. "Internet por sí mismo nunca proporcionará ningún tipo de ventaja competitiva, ya que simplemente es un medio, una herramienta que, junto a otros factores, llevará a que nuestro negocio prospere, pero nunca aportará beneficios por sí mismos", subrayó el especialista durante el encuentro.

La ministra de Ciencia y Tecnología de España, Anna Birulés, afirmó que "sólo los ciudadanos que estén preparados podrán impulsar el desarrollo de las comunicaciones para desarrollarlas y ganar competitividad". La funcionaria destacó en el encuentro que las empresas suecas, a diferencia de las estadounidenses o británicas, ponen un especial énfasis en el aprovechamiento del capial humano, lo cual les permite tener un personal más reducido, pero bien pagado. Son los casos de Intentia, Electrolux, SAS e Incomedialab.

El mito de la democracia en la red

La crisis que se ha detonado entre las empresas de la nueva economía revela que la otrora ficción de la "democracia" entre los consorcios que le apostaban a la web se ha mostrado como una cruda realidad que habla de tendencias a las mega-fusiones y a las concentraciones entre consorcios mediáticos.

Las condiciones monopólicas están dadas por las propias características tecnológicas de las empresas puntocom. Por ejemplo, 80 por ciento de los router que dirigen las señales en la red son de la empresa Cisco, mientras que 90 por ciento de los navegadores son fabricados por Microsoft, consorcio que prepara una ofensiva para integrar sus servicios de mensajería y sus páginas web en aplicaciones como Word o Excel.

Los contenidos de la red también hablan de un alto nivel de concentración. Una encuesta de la empresa Jupiter MMX1 indica que 60 por ciento del tiempo que invierten los estadunidenses en la red lo dedican a las páginas de sólo 14 compañías, cuando hace un año eran 110. Es decir, la diversidad ha caído 87 por ciento.

El director general de Profit-Gartner, José Luis Solla, citado por El País.es, subrayó que "el riesgo de la constitución de monopolios es el mismo que en el resto de la economía, o incluso mayor, en esta etapa de indefiniciones. El poder normativo va por detrás del mercado, y se encuentra en una nueva situación de trasnacionalidad que le dificulta el control".

Dominio de 90 por ciento del mercado de la nueva economía

De acuerdo con los reportes del Wired Index, el índice bursátil de las empresas de la nueva economía elaborado por la revista Wired, revela que de 1998 a la fecha, este índice está dominado por 40 grandes compañías, de las cuales, siete abandonaron el ranking por la crisis: Dell, fabricante de computadoras; Monsanto, ThermoElectron, PeopleSoft, Cable &Wireless, que fracasó ante sus competidores tales como MCI WorldCom y Winder River y Acxiom.

Del otro lado, las otras 40 "grandes compañías" son: Affymetrix, AIG, America Online, Applied Materials, Charles Schwab, Cisco Systems, Daimler Chrysler, EMC, Enron, Fedex, First Data, Globalstar, Incyte Genonmics, Intel, Lucent, Marriott International, MCI World, Microsoft, News Corporation, Nokia, Lucor, PTC, Qwest, Reuters, Sabre, Schlumberger, Smith Kline, Sony, State Street, Sun Microsystems, Wal-Mart, Walt Disney y Yahoo!

Estas empresas son las que dominan más de 90 por ciento del mercado de la nueva economía. La gran mayoría son de capital estadunidense y en casi todas se han generado ciclos recesivos que obligaron a despedir a personal o que ha llevado a megafusiones, como las de News Corporation y Walt Disney.

Los grandes consorcios tienen aún puesta su vista en América Latina. Según el informe de International Data Company, el mercado de Internet en esta región alcanzó a 15 millones de usuarios y generó ventas por 5 mil millones de dólares en 2000, lo cual representó un crecimiento de 40 por ciento con respecto a 1999. El reporte calcula que para 2005, los usuarios de la red en América Latina serán 75 millones de personas y las ventas online facturarán un total de 79 mil millones de dólares para ese año.

Sin embargo, los datos del reporte indican que el crecimiento de la red en América Latina no es por el aumento del comercio entre negocios y consumidores sino por ventas de negocio a negocio, lo cual revela una alta concentración entre las propias empresas que son las que poseen la mayor cantidad de conexiones de banda ancha (DSL, ISDN, cable o satélite). Sólo 2.2 por ciento de las conexiones a Internet en América Latina se llevan a cabo a través de banda ancha.