Ť Se usaron 3 toneladas de mariscos en Boca del Río

Con un filete de pescado de 180 metros, se impone un nuevo récord Guinness

ERNESTO MARQUEZ ESPECIAL

Boca del Rio, 27 de julio. Ante miles de turistas y lugareños que se dieron cita desde temprana hora para presenciar la hazaña de los restauranteros boqueños por romper su propio récord del filete relleno de marisco más grande del mundo ?169.44 metros?, el notario público Nº 27, Javier Herrera Campillo, midió y midió la larga tarima hasta quedar convencido: "¡Lo lograron!", exclamó.

"Esta vez han alcanzado, para su registro, 179.42 metros de longitud."

El gentío que esperó paciente bajo el inclemente sol mañanero estalló de júbilo con aplausos y porras. Un bromista que se encontraba cerca de la tarima gritó: "¡Lo importante no es lo largo, sino lo sabroso!"

Ante la risotada de la concurrencia, el circunspecto funcionario continuó con nerviosismo exponiendo datos adicionales: "Cabe destacar los 22 centímetros de ancho y nueve de espesor que también rebasan la marca anterior".

Miguel Alemán Velasco, su esposa, Christian Martell de Alemán, y el presidente municipal de Boca del Río, Adrián Avila, fueron testigos de honor de la hazaña.

Lorenzo Montalvo, uno de los entusiastas y emprendedores restauranteros de la localidad, informó a los gobernantes las cantidades de ingredientes que se usaron en la elaboración del filetote. "Hemos preparado cerca de tres toneladas de pescado y marisco en un esfuerzo en el que participaron todos los boqueños, incluyendo a las autoridades del municipio, que apoyaron financiando el proyecto."

Adrián Avila, de extracción panista, confesó que el aporte económico para la realización del filetote rebasó los 300 mil pesos. "Pero lo más importante es lo que se genera con esto, ubicar a Boca del Río en el corredor turístico del mundo", dijo.

Tras el corte del listón inagural y a su paso por el largo tinglado, Miguel Alemán y su esposa recibieron muestras de simpatía y alguna que otra propuesta jiribillosa de los asistentes. "!Miguelito a la Presidencia!" y un "!Sí se puede!", a coro, que le hacía detenerse para saludar de mano a los entusiastas y comentarles su punto de vista sobre lo expresado.

El ambiente fue festivo, pero quien no la pasaba bien era el alcalde panista, ya que los boqueños no paraban de tirarle consignas en contra y de comparar su función con la de gobiernos priístas. "!Enséñale, Miguelito, cómo se hacen las cosas!"

Fueron más de seis horas las que los asistentes tuvieron que esperar, y de esta demora responsabilizaron a la presidencia municipal, que ciertamente no ataba ni desataba.

La salsa de Willie Colón y Rubén Blades emitida por las bocinas amenizaban la espera. Los prestadores de servicios deambulaban con sus blancos uniformes y hacían hasta lo imposible por enderezar las fallas. Finalmente, todo Boca del Río y miles de paseantes degustaron las porciones generosas del filete relleno de mariscos que para ser honestos les quedó de poca madre.

Tomasa Reyes, una de las tantas cocineras que trabajaron afanosamente expresaba jubilosa "¡son diez años de orgullo!" Y es que, según dijera una francesita que se enteró de la fiesta por Internet, "no hay región en el mundo donde se dé una cocina de mariscos tan sabrosa".

Algo que es del todo cierto, ya que la gastronomía del lugar cuenta con una gran variedad de platillos entre los que destacan el pescado empapelado, el pulpo frito, arroz a la tumbada, la ensalada de caracol, los camarones al chilillo y los pulpos en su tinta, tan sólo por mencionar algunos.

Ubicado a dos kilómetros de la ciudad portuaria de Veracruz, La Perla del Golfo, como se conoce a Boca del Río, tiene en el récord Guinness la actividad principal de las fiestas de Santa Ana, que según declaraciones han dejado de ser como eran antes: "Ahora es pura comercialización", nos dicen quienes quisieran que ésta tuviera un carácter más cultural, "como el afrocaribeño". Mientras tanto se preparan para mojarse con enormes cantidades de agua, una tradición de las fiestas en la que participará el presidente panista y la vedette Niurka. Aquí, el río se vuelve mar, y hay sirenas en cada esquina.