Ť La película, protagonizada por Johnny Depp y Penélope Cruz, basada en un hecho real

Inhala: cuando la cocaína llegó a Hollywood en cantidades industriales

Ť El filme narra la historia de George Jung, uno de los primeros introductores de la droga

Ť Para el director, es la búsqueda de la libertad y el precio que hay que pagar por ella

JORGE CABALLERO

Con las actuaciones sobresalientes, en estricto orden de importancia, de Ray Liota, Franka Potente, Johnny Depp, Penélope Cruz y Jordi Molla llega a las pantallas la película Inhala (Blow), basada en el libro homónimo del narcotraficante iniciático setentero Bruce Porter. La cinta está dirigida por Ted Demme y la excelente adaptación corrió a cargo de David McKenna y Nick Cassavetes.

La cinta narra la historia del jovenzuelo visionario George Jung (Johnny Deep), que agraciado por las bondades que brinda el american dream y decidido a hacer dinero a toda costa se convierte en uno de los narcos precursores que se dedican a traficar cocaína en cantidades industriales.

Usando su ingenio/habilidades empresariales Jung logra enceguecer con la dama de blanco lo mismo a luminarias de Hollywood, jóvenes estudiantes pudientes y yuppies en gestación con la sustancia tóxica perlada ilegal; contribuyendo a su popularidad/comercialización y al nacimiento de los grandes cárteles de la droga en Colombia, en la década de los setenta, estableciendo alianzas/contactos/conectes en los Estados Unidos, haciendo posible el tráfico de la mercancía.

Penélope Cruz participa en la cinta interpretando a la drogadicta/vulgar/interesada Mirtha, esposa de Jung, que vive en un mundo de fantasía construído por su macho que la aleja de la dolorosa realidad; un mundo reducido al sueño neoliberal/hollywoodense del dinero, el poder, las drogas y la moda.

Finalmente, Cliff Curtis tuvo la oportunidad de actuar al personaje más polémico de la película, uno de los más temidos y buscados criminales: Pablo Escobar, cabecilla de un cartel colombiano de drogas, un hombre cuya cabeza valía 40 millones de dólares.

Inhala también revela el ascenso y declive de Jung, quien usó todo lo que tenía de ingenuidad, ambición, valor y astucia, para derrumbarse por su ambición. El largometraje también muestra las peleas ilícitas, las negociaciones furtivas, las ejecuciones brutales, el extensivo lavado de dinero y la guerra con el sistema judicial.

A través de esta cinta, el director Ted Demme, quiso mostrar una combinación entre el íntimo retrato de los anhelos humanos, con la historia épica del crimen y la cultura de América en las últimas tres décadas.

Cuando Demme leyó el libro de Porter se impactó al enterarse de la vida de George Jung, quien parecía personificar la búsqueda de la libertad, la ambición por el dinero, el espíritu de lucha de aquellos tiempos y el precio que hay que pagar por ello.

Para darle vida al personaje principal, Johnny Depp fue a prisión en varias ocasiones para entrevistarse con George Jung, quien estará tras las rejas por el delito de tráfico de drogas hasta el año 2014. Durante sus pláticas se sintió fascinado, pero no por las experiencias de Jung, sino por su actitud.

Inhala, producida por el propio Demme, Stillerman y Denis Leary; fue filmada en locaciones del sur de California y de México. Imágenes de Massachussets, Florida, California, Nueva York e Illinois, así como los estados de Morelos y Guerrero (Acapulco) en México, y Colombia, podrán ser apreciados en este largometraje.

El acertado diseño de producción, que estuvo a cargo de Michael Hanan, permite el disfrute pleno de la cinta, pues recrea inumerables lugares diferentes de la década.

El repato lo complementan Rachel Griffiths, Paul Reubens, Max Perlich y Ethan Suplee; también estupendos, por cierto.