SABADO Ť 28 Ť JULIO Ť 2001

Ť Inauguraron Intolerancia, muestra de Cuevas en memoria de su esposa Bertha

La falta de recursos es el principal problema del Museo Casa de León Trotsky, dice Wimer

Ť El asilo en tiempos de globalización, tema de un seminario, anunció el titular del recinto

ARTURO JIMENEZ

El problema principal del Instituto de Derecho de Asilo Museo Casa de León Trotsky, AC, es la falta de recursos, señala el encargado de ese espacio histórico y cultural, Javier Wimer, quien adelanta que se planea realizar ahí un seminario sobre el asilo en tiempos de globalización.

En ese lugar que fue la casa del dirigente soviético exiliado en México y perseguido por el dictador José Stalin, se inauguró la noche del jueves la exposición de tintas y acuarelas Intolerancia, de José Luis Cuevas, quien anunció que así comienza un homenaje a Bertha, su fallecida esposa.

Javier Wimer, presidente del comité directivo del Instituto de Derecho de Asilo Museo Casa de León Trotsky, comenta en entrevista que éste es una asociación civil encargada del lugar que pertenece al gobierno del Distrito Federal, el cual destina unos 40 mil pesos mensuales para su mantenimiento.

Wimer, quien se vinculó con la defensa de este espacio en los años setenta, cuando un delegado lo quería convertir en jardín, afirma: ''Es un museo que apenas sobrevive, tiene muy poco subsidio''.

Dice que este recinto es muy visitado y que atrae mucho a los extranjeros. ''Es un espacio histórico, mágico, que además llama la atención de historiadores y de aficionados a las novelas''.

Acerca de una versión sobre el rescate de los ivos de Trotsky, aclara que sólo se está poniendo orden en las colecciones de periódicos y revistas del dirigente. Se trata además de algunos libros obsequiados a Trotsky o conseguidos por él en México, pues llegó al país ''casi sin nada''.

Comenta que en el Instituto de Derecho de Asilo Museo Casa de León Trotsky trabajan en dos vertientes: una, tratar de defender la parte patrimonial y física de los dos edificios, sobre todo la casa, que se encuentra en malas condiciones. Y dos, intentan poner en marcha varios proyectos académicos, entre ellos un ''muy buen seminario'' sobre el asilo en los tiempos de la globalización. ''Es un tema muy vigente y vinculado con la vocación propia de esta institución''. Para ello, tratan de conseguir ''una buena cantidad'' de recursos en el ámbito gubernamental y mediante organismos civiles. Incluso de personas en algún momento vinculadas ''política o sentimentalmente'' a movimientos de izquierda.

Del museo Trotsky al de Diego Rivera

Durante la inauguración de Intolerancia, José Luis Cuevas aclaró que se trata de una mínima parte de la serie realizada en 1983 en Nueva York tras la lectura de El abogado de las brujas, del historiador danés Gustav Henningsen, libro sobre la persecución de personas por presunta brujería en la región vasca española, a principios del siglo XVII.

La serie completa, comentó el pintor, se expuso en varios museos de Europa, Estados Unidos y, en México, en el Museo de Arte Moderno. Ahora se encuentra ''dispersa'' por varias partes del mundo.

''Estoy muy agradecido de que me hayan invitado a exponer en este lugar tan especial, donde vivió León Trotsky y donde murió asesinado por el español Ramón Mercader.'' Y donde pocos meses antes, agregó, David Alfaro Siqueiros atentó contra la vida del ex dirigente soviético.

''Es algo espléndido porque aquí comienza un ciclo de exposiciones que se presentarán en diferentes espacios en homenaje a mi esposa Bertha.''

El homenaje a quien dirigió el Museo Cuevas de 1994 al 2000, concluirá con una exposición en el Museo Casa Diego Rivera, en la ciudad de Guanajuato. ''Esto tiene gran significado porque este periplo empieza aquí, en el Museo Trotsky, y terminará en el Museo Diego Rivera. Sabemos de la relación entre ambos y de la famosa foto de Rivera, Frida Kahlo, André Breton y Trotsky, cuando se reunieron en México para firmar un manifiesto'', dijo Cuevas.