SABADO Ť 28 Ť JULIO Ť 2001

Ť Pronunciamiento de antropólogos en el simposio La etnografía en México

La ley indígena aprobada exhibe ''la profunda ignorancia'' acerca de los pueblos destinatarios

Ť Mantiene el prejuicio de que el indio tiene todo por aprender, señala Miguel Bartolomé

Ť Error, no consultar a los estudiosos para opinar sobre esa legislación: Gloria Artis

RENATO RAVELO ENVIADO

Oaxaca, Oax., 27 de julio. La ley indígena aprobada ''se basa en el profundo desconocimiento de los pueblos a los que va dirigida'', coincidieron antropólogos en el simposio internacional La etnografía en México.

En medio de la discusión de cómo se comunican, reproducen y perviven ante la adversidad los pueblos indígenas, la idea fue pasando del comentario casual a la plática de pasillo, al consenso general y la noche del jueves el rumor corrió, al regreso de una privilegiada visita a la zona arqueológica de Monte Albán, donde para algunos fue posible ver cómo la niebla abrazaba en cita milenaria a las piedras viejas del sitio para cubrirlo y luego liberarlo de alguna manera diferente.

El tequio, soslayado

Más de uno de los antropólogos extranjeros participantes en el encuentro que discute lo mismo la tradición oral huave en San Mateo del Mar que la sociolingüística, se hubiera sumado al consenso de no ser por ese sensible artículo 33 constitucional que protege la delicada epidermis nacionalista.

Finalmente en conferencia de prensa, en la que participó el gobierno de Oaxaca, uno de los que votó en contra de la legislación, cinco especialistas encabezados por Gloria Artis, coordinadora nacional de Antropología, se pronunciaron en contra de esa reforma que, como sostuvo Alicia Barabas, ''denota de entrada una profunda ignorancia de los pueblos indígenas''.

Carlos Moreno, secretario de Asuntos Indígenas y representante del gobierno del estado con más presencia indígena sostuvo: ''No es posible querer modificar las formas con las que en Oaxaca se da la relación entre las dependencias y los pueblos, mucho menos cuando la Federación no ha dado respuesta al rezago de 70 por ciento de la población del estado. La legislación no tomó en cuenta, por ejemplo, el tequio''.

Arrogancia y etnocentrismo

Para Miguel Bartolomé la legislación muestra de parte de dos de sus operarios principales, Manuel Bartlett y Diego Fernández de Cevallos, ''conductas de arrogancia y gran etnocentrismo, así como una práctica política que se realiza a partir de no tomar en cuenta el último censo según el cual hubo un incremento de 10 por ciento en la población indígena, es decir casi un millón de habitantes''.

Fernández de Cevallos desde su entrevista con el indígena mixteco, ejemplificó Bartolomé, ''al hablarle de tú, aunque él era tratado de usted, evidenció la imposibilidad de un diálogo asimétrico. Esa ley mantiene el terrible prejuicio de que el indígena tiene todo por aprender y nada para enseñar''.

Hugo García Valencia, del Centro INAH Veracruz, explicó que en ese estado que fue uno de los primeros en aprobarla, la decisión de la legislatura desató una fuerte oposición de los grupos indígenas.

Saúl Millán, de la Escuela Nacional de Antropología e Historia, recordó que en las décadas que se llevan de investigación antropológica, se ha logrado por medio de la academia reivindicar la imagen del indígena soslayada en la legislación.

Artis, al respecto, dijo que no consultar a los especialistas fue un error porque se ignoran los avances que han permitido la antropología, que empezó por querer integrarlo a la sociedad y ahora reconoce su diversidad, por lo que es de esperarse que los antropólogos mexicanos participantes se sumen al rechazo a la ley indígena.