SABADO Ť 28 Ť JULIO Ť 2001
Ť Tijuana, Ciudad Juárez, Nogales y delegación Cuauhtémoc, de riesgo extremo
Con problemas de drogas, 10 de cada 100 municipios
Ť El Centro de Integración Juvenil identifica en 219 zonas del país elevados índices de adicción Ť Especialistas advierten sobre el incremento en el consumo de cocaína y heroína
JUAN ANTONIO ZUÑIGA
Estudios epidemiológicos de las unidades del Centro de Integración Juvenil (CIJ) identifican a los municipios Tijuana, Ciudad Juárez, Nogales y la delegación Cuauhtémoc de la ciudad de México como las zonas de "riesgo extremo", entre 219 que hay identificadas en el país por los elevados niveles de adicción a las drogas que registran.
Esto significa que 10 de cada 100 municipios, de los 2 mil 443 en los que se subdivide el país, presentan problemas de adicción en ascenso entre sus habitantes.
En particular, los especialistas del CIJ, bajo la dirección de Víctor Manuel Guisa Cruz, alertan sobre la necesidad "de desarrollar programas para enfrentar el uso creciente de cocaína (el cual se ha elevado 459 por ciento en los últimos diez años) y la paulatina diseminación del uso de metanfetamina y heroína".
Del total de las municipalidades prioritarias por el ascenso en el uso de estupefacientes, 44 son consideradas de "muy alto riesgo"; 121 de contingencia "alta", y 50 demarcaciones de "mediana peligrosidad".
A partir de la información obtenida en sus 75 unidades operativas, de prevención y atención del uso de drogas en 56 ciudades de 28 estados, los estudios dan pistas sobre el comportamiento del mercado de narcóticos en el territorio nacional.
Sobre las diferencias regionales en el patrón de consumo de drogas en el país, apuntan: la frontera norte, la costa del Pacífico y la ciudad de México tienen la más alta tendencia en el consumo de cocaína; la región noroccidental presenta crecimientos importantes en el uso de metanfetamina y heroína; en tanto que en el centro de la República persiste el uso de inhalables.
En la parte conductual precisan: "los datos obtenidos con estudiantes han mostrado que los jóvenes con transtornos de conducta más severos, menor adherencia escolar e interacción con otros jóvenes, tienen 1.2 veces más posibilidades de utilizar sustancias ilegales".
Por el contrario, puntualizan, "se ha encontrado que los estudiantes de secundaria, que muestran mayor adherencia escolar, tienen significativamente menos posibilidades de utilizarlas".
Los adolescentes, proclives
El registro estadístico del CIJ indica que 90 por ciento de usuarios de drogas atendidos en sus unidades son hombres y 10 por ciento mujeres. Señala que en 41.9 de los casos se trata adolescentes de entre 10 y 19 años y 40.1 por ciento de jóvenes de 20 a 29 años, lo cual revela que, en los últimos años, el inicio en el consumo de estupefacientes tiende a presentarse en mayor medida entre personas de menor edad.
Por su condición social, el mayor número de casos atendidos corresponde a los estratos medios y bajos, tal vez porque los de estratos altos optan por atenderse en clínicas y centros de tratamiento particulares.
En cuanto a los niveles de escolaridad se ha encontrado que la mayor parte de los usuarios de drogas atendidos en Centros de Integración Juvenil -54.7 por ciento- no concluyeron los ciclos de educación primaria, secundaria o preparatoria; otro 34 por ciento sí lo hizo; 5 por ciento cursó estudios profesionales y 4 por ciento tiene una carrera técnica.
Con 30 años de experiencia en la prevención y el tratamiento del uso de drogas, este organismo ha sistematizado lo que acontece del lado no policiaco en la lucha contra el narcotráfico, y aporta una percepción más profunda de la repercusión que tiene el consumo de estupefacientes en la sociedad mexicana.
Así, su seguimiento revela, por ejemplo, que 52 por ciento de los usuarios de drogas atendidos en sus diferentes centros son personas con trabajo; 17.8 por ciento son estudiantes; 23 por ciento desempleados y 1.6 por ciento gente que desempeña sus labores en el hogar.
Por lo que se refiere al tipo de droga de inicio en su adicción, en la delegación Cuauhtémoc 49.6 por ciento de los casos la cocaína fue el estupefaciente de bautizo; en Culiacán, Sinaloa, fue el alcohol; en Guamúchil, Sinaloa, la mariguana, igual que en Puerto Vallarta y Tlaquepaque, Jalisco.
Los estudios hechos revelan también que 84.7 por ciento de los adictos son "poliusuarios", y sólo 15.3 por ciento consumen una sola droga; es decir, son "monousuarios".