SABADO Ť 28 Ť JULIO Ť 2001

Ť Putin y Bush acordaron sólo reducir las armas estratégicas ofensivas: Iakovenko

Rusia niega concesiones a EU en tratado antimisiles

Ť Funcionario ruso asegura que Moscú está de acuerdo en discutir modificaciones al pacto

AFP, AP Y REUTERS

Moscu, 27 de julio. Rusia no hizo ninguna concesión a Estados Unidos sobre modificaciones al Tratado Antimisiles Balísticos (ABM) durante la visita que realizó la consejera de seguridad estadunidense, Condolezza Rice, el miércoles y jueves pasados, afirmó el portavoz de la cancillería, Alexandre Iakovenko.

Al finalizar la cumbre de los siete países más industrializados y Rusia (G-8), el presidente ruso Vladimir Putin y su homólogo estadunidense George W. Bush anunciaron el domingo pasado, en forma sorpresiva, un acuerdo para vincular el proyecto de escudo antimisiles de Estados Unidos con una reducción del armamento nuclear.

Desde entonces Washington ha reiterado su postura en el sentido de que el ABM es obsoleto, mientras Moscú señala que debe ser respetado para mantener el equilibrio estratégico mundial y sólo está dispuesto a hacer algunas modificaciones siempre y cuando éstas no afecten su seguridad nacional.

China, a su vez, advirtió a rusos y estadunidenses que "todas las partes deben dialogar sobre el tema de los misiles antibalísticos para encontrar una solución que no destruya la estabilidad estratégica ni perjudique los intereses de ninguna de las partes".

Iakovenko, en una entrevista con la televisión pública rusa, señaló que "no hemos oído por parte de Condolezza Rice ningún argumento o elemento que pudiera incitarnos a modificar nuestra actitud... Nuestra posición sobre el ABM fue expuesta por el presidente Putin tras culminar sus conversaciones con el mandatario estadunidense en Génova. Esta es bien conocida".

El portavoz calificó de "falsas" las versiones sobre las supuestas concesiones, manejadas por la prensa, y sostuvo que el resultado del encuentro en la cumbre de Génova fue "la decisión sobre la reducción de armas estratégicas ofensivas, en común y de manera radical.

Un funcionario de alto rango declaró que "la renuncia de Rusia al ABM no figuraba entre los temas de las conversaciones", y resaltó que la negociación de nuevos acuerdos tardaría "no sólo meses, sino años", aunque manifestó que Moscú está de acuerdo en discutir aquellas disposiciones del acuerdo antimisiles, firmado en 1972, que no convienen a Estados Unidos.

Este funcionario, que no fue identificado, agregó que "renunciar al Tratado Antimisiles Balísticos para empezar de cero no tiene sentido", y dijo que la creación de un nuevo perímetro de ensayo en Alaska a principios del próximo año, planteado por el Pentágono, no sería considerado por Moscú como "la salida del ABM por parte de Estados Unidos", ya que el retiro del acuerdo debe notificarse seis meses antes de las fecha prevista por los firmantes.

El consejero del presidente ruso para cuestiones estratégicas, mariscal Igor Sergeiev, precisó que la visita de Rice fue "de carácter técnico" y estaba encaminada a "organizar la puesta en marcha de decisiones tomadas por los presidentes en Génova y establecer la agenda de trabajo de las comisiones" de ambas naciones encargadas de las pláticas.

Sergeiev añadió que "cuando sepamos en qué el ABM molesta a Estados Unidos, entonces podremos responder a la pregunta" de cuáles son las enmiendas a las que Moscú podría acceder.

El diario ruso Kommersant afirmó que la coincidencia de la visita de Rice con la del secretario del Tesoro de ese mismo país, Paul O'Neill, y el de Comercio, Donald Evans, significaba que Rusia y Estados Unidos "comienzan a preparar un acuerdo sobre el escudo antimisiles estadunidense a cambio de apoyo económico y una reducción de armas estratégicas por parte de los" norteamericanos.