VIERNES Ť 27 Ť JULIO Ť 2001

Ť Desdén, falta de recursos y necesidad de laborar impiden a los jóvenes continuar estudios

Sólo la mitad de la población de entre 15 y 29 años va a la escuela

Ť De acuerdo con la Encuesta Nacional de la Juventud, sólo 0.4% desea cursar un posgrado
Ť Promotor del estudio apremia a elaborar políticas para atender educación y empleo en el sector

CLAUDIA HERRERA BELTRAN

Los jóvenes mexicanos enfrentan una "crisis de oportunidades educativas", pues cinco de cada 10 no estudian, y las tres principales causas que señalan son que no les gusta la escuela, la necesidad de conseguir empleo o la falta de recursos, indican los resultados de la Encuesta Nacional de Juventud.

El instrumento, que se aplicó a personas de entre 12 y 29 años, indica que a medida que avanza la edad de la población disminuye la proporción de estudiantes. Mientras en el grupo de 12 a 14 años casi 89 por ciento asiste a la escuela, en el grupo de 15 a 19 lo hace 57 por ciento, y en el de 20 a 24 años, 28 por ciento.

El sociólogo Francisco Miranda López, miembro del comité técnico de la encuesta y analista de los resultados en los temas de empleo y educación, señaló que estas cifras demuestran que la juventud mexicana tiene una situación de vulnerabilidad a largo plazo, sobre todo si se considera la importancia de la educación para la vida activa y productiva en esta sociedad del conocimiento.

El estudio se aplicó en 15 mil hogares y la muestra representa a más de 33 millones de jóvenes que viven en México.

Aspiraciones de licenciatura

Otro dato que definió como preocupante es el hecho de que la mayoría de los jóvenes entrevistados sólo tiene como meta obtener la licenciatura, cuando en la mayoría de los países la máxima aspiración es hacer estudios de posgrado.

De acuerdo con los cuestionarios que aplicó el Instituto Mexicano de la Juventud, casi 70 por ciento de los jóvenes tienen como proyecto obtener una licenciatura, 28 por ciento estudiar una carrera técnica o comercial, 2 por ciento el bachillerato y apenas 0.4 por ciento tiene como meta conseguir una maestría o doctorado.jovenes260701dh

Entre los motivos por los cuales desertan de la escuela, indicó, destacan desdén por el estudio (23 por ciento), falta de recursos (22 por ciento), necesidad de trabajar (18 por ciento) y compromisos matrimoniales (12 por ciento).

Estos resultados, consideró, demuestran las limitaciones de la juventud para decidir sobre su futuro, "lo que es una señal importante de que los jóvenes mexicanos siguen experimentando segregación y exclusión por razones especialmente económicas".

Además, dijo, el problema es que para una buena proporción de los encuestados la educación ha perdido el sentido de movilidad social que tenía en el pasado.

Empleos menores

El diagnóstico refiere también que una proporción importante de jóvenes tiene que trabajar, ya sea para contribuir al ingreso de la casa, sostenerse ellos mismos o mantener a una familia.

De ello dan cuenta los siguientes resultados: seis de cada 10 entrevistados han trabajado y la mayoría ha tenido entre los 12 y 17 años sus primeras experiencias laborales.

Acerca de las oportunidades de empleo que tiene este sector, indicó que acceden a un "trabajo precario". Más de 70 por ciento de los que trabajan lo hacen en ámbitos laborales altamente restrictivos, como el comercio al menudeo (20 por ciento), industria manufacturera (14 por ciento), servicios comunales (14 por ciento), agricultura (13 por ciento), construcción (6 por ciento) y servicios (4 por ciento). Sólo una mínima proporción (5 por ciento) labora en empresas dedicadas a servicios profesionales y financieros.

También desempeñan gran diversidad de puestos, pero tienen mayor importancia los trabajos de menor calificación. Los chavos sobre todo trabajan de comerciantes, en actividades agrícolas, de ayudantes, peones, en servicios domésticos y de apoyo.

De acuerdo con los resultados preliminares de este informe, los jóvenes consiguieron su primer empleo a través de dos vías fundamentales: por un amigo y porque fueron contratados por un familiar.

Para el investigador de la Universidad Pedagógica Nacional estas cifras dan cuenta de que en México se requiere reformular las políticas públicas para atender los problemas de la juventud que, de atenerse a las campañas gubernamentales, se limitan sólo a los temas de la sexualidad y del consumo de alcohol y de droga.

Sin embargo, dijo, las dificultades que tiene la juventud en el país no se reducen a temas de salud, sino a las pocas expectativas que tienen de continuar sus estudios y conseguir un empleo.

En este aspecto, explicó, la escuela ha fallado porque tiene un sistema muy rígido que impide que los estudiantes que desertan puedan regresar posteriormente, lo cual ha provocado que las universidades contribuyan a la exclusión de este sector de la población.