VIERNES Ť 27 Ť JULIO Ť 2001

Ť Se pierden $40 mil millones al año por incertidumbre, dice estudio de SEP-Conacyt

México, entre los países más corruptos; ocupa el lugar 51 entre 91 casos

Ť El fenómeno distorsiona la composición del gasto público y provoca desinversión

HUMBERTO ORTIZ MORENO

México ocupa ya la posición 51 entre los 91 países verificados este año por el organismo Transparencia Internacional (TI) en cuanto a sus niveles de corrupción, y pierde unos 40 mil millones de pesos anuales por inversión extranjera directa (IED) que no ingresa al país ante la incertidumbre en la seguridad de la propiedad y la licitación de los contratos gubernamentales.

Con una calificación de 3.7, este mal manifestó un incremento en el 2001 y el país está entre los considerados más corruptos, incluso por encima de Colombia, Trinidad y Tobago, Perú, Brasil, Botswana y Sudáfrica, entre otros, y comparte posición con Panamá.

Este fenómeno, además, distorsiona la composición del gasto público para producir severa desinversión en programas sociales, particularmente en educación y salud, pues ''los gobiernos corruptos gastan menos'' en ambos rubros, revelan investigaciones del Centro de Tecnología Gubernamental (CTG) del Infotec (Información y Servicios Tecnológicos), entidad dependiente del sistema SEP-Conacyt.

Precisan que esto retrasa el crecimiento económico y produce una pérdida de credibilidad y legitimidad del gobierno. ''Se observa cada vez menor disposición de los inversionistas a traer sus capitales de largo plazo al país'', advierten.

Soluciones tecnológicas

Patricia López Guerra, investigadora del CTG, presentó los resultados de un estudio econométrico donde queda demostrado el impacto negativo de la corrupción en la regresión del gasto público, y expone que una nación que logra mejorar su posición en los índices internacionales del problema en un puntaje de seis a ocho, aumentará también sus erogaciones en educación en la mitad del equivalente al uno por ciento del producto interno bruto (PIB).

Asimismo, dio a conocer dos innovadoras soluciones tecnológicas frente a ese mal, que cuentan con suficientes controles y candados para evitar desviaciones y manipulaciones, y que en forma inmediata pondrá a disposición de los gobiernos federal y de los estatales que así lo requieran.

Advirtió que de no aceptarlas entonces la administración de Vicente Fox estará perdiendo una oportunidad histórica para marcar la pauta en el combate a la corrupción, dictar la línea a seguir por otros gobiernos y erradicar ese mal en los próximos dos sexenios para llegar a niveles cercanos a cero. ''Si no lo valoran los altos niveles federales y la sociedad, no será posible acabarlo. No hay pretextos. Estos sistemas se ajustan a las disposiciones de austeridad. Ya no se puede decir que la corrupción es irresoluble'', remarcó.

Se trata del Sistema de Evaluación de la Competitividad Gubernamental, cuyo objetivo es medir y seguir, a través de indicadores y benchmarks, la gestión, el desempeño y el impacto social de los programas gubernamentales, así como la conducta profesional de los servidores públicos. Prevé mecanismos que permiten tener ''la radiografía en línea del gobierno''.

El Infotec ofrece también el Sistema de Participación y Consulta Ciudadana para facilitar la comunicación e interacción entre ciudadanos y gobierno, facilitando a los primeros expresar sus quejas, propuestas y opiniones, y al segundo tomar decisiones alineadas con las demandas sociales. Con esto, asegura López Guerra, será promovida no sólo la transparencia, sino también la rendición de cuentas que es tan poco clara hoy en México.

Estas tecnologías se agregarían al Tramitanet que la Secretaría de la Contraloría y Desarrollo Administrativo (Secodam) pondrá en marcha antes de finalizar este año. Lanzará una página que contendrá todos los trámites de las dependencias federales, con la idea de realizarlos electrónicamente y evitar el contacto en ventanilla, una de las principales fuentes de corrupción y sobornos.

Abusos y sobornos en la burocracia

En rueda de prensa para dar a conocer también la celebración de la Expo-Gobierno 2001 y el seminario Tecnologías de la Información para el Desarrollo de la Administración Pública (TIDAP), a celebrarse del 11 al 13 de septiembre de este año, la especialista deploró la corrupción burocrática que permea en el aparato público y que surge por abusos de funcionarios públicos dispuestos al soborno; la creencia generalizada de que el fenómeno es un modo de vida sin efectos dañinos para el conglomerado social; por la ignorancia de los derechos ciudadanos para obtener servicios públicos; la tolerancia por parte de la ciudadanía; poca o nula disposición de la gente para denunciar los casos que se presentan, y la falta de leyes adecuadas para enfrentar el mal.

''En México hoy las sanciones no espantan a nadie e invitan a los funcionarios a inmiscuirse en la corrupción. Saben que si aceptan un soborno fuerte, luego de uno o dos años de cárcel quedan libres y disfrutan del 90 por ciento de las ganancias. Hacen cálculos de probabilidades e incluyen los costos por ser detectados y castigados, confrontándolos con las utilidades que obtienen con los sobornos'', observó López Guerra.

La corrupción, insistió, distorsiona la composición el gasto público; lesiona la gobernabilidad y la confianza de los ciudadanos en las autoridades; afecta la calidad de la infraestructura pública y de servicios; disminuye los niveles de recaudación, y distribuye ineficientemente el talento humano.

Puntualizó que si en 1997 hubiéramos obtenido un punto más en la calificación de Transparencia Internacional, o sea un tanto más honestos, la inversión extranjera directa habría sido de 128 mil millones de pesos, aproximadamente 2.32 por ciento del PIB, en lugar de los 88 mil millones de pesos registrados o 1.6 por ciento del PIB.

Esto significa que México deja de percibir 40 mil millones de pesos por concepto de IED por cada punto que no logra mejorar en la calificación de TI. ''Ninguna empresa en su sano juicio invertiría en una nación que no garantiza los derechos de propiedad ni otorga certidumbre en la licitación de contratos, como tampoco asegura que por eficiencia se podrán conseguir los contratos gubernamentales, pues hoy se conceden a las compañías no por competitividad sino por su capacidad de soborno'', dice la experta.

El país ocupaba el lugar 38 de 54 países certificados por el organismo en cuanto a grados de corrupción durante 1996 y el 47 de 52 en 1997, con 3.3 y 2.66 por ciento de calificación, respectivamente.

Para el 2000 la calificación fue de 3.3 y México se ubicó en el sitio 59 de 90 naciones revisadas por Transparencia Internacional. Ya este año ocupa el poco honroso lugar 51 de 91 países verificados con 3.7, lo que demuestra una variación al alza de 0.4 por ciento en lo que va del 2001, con todo y gobierno del cambio. Bangladesh está considerada como la nación más corrupta con 0.4, y Finlandia como la más honesta con 9.9, según TI.