JUEVES Ť 26 Ť JULIO Ť 2001
Ť Recibió el historiador mexicano el Premio Internacional Menéndez Pelayo
La defensa de la cultura indígena, empeño de siglos: León-Portilla
Ť ''En mis primeros años de formación universitaria leí con fruición obras de don Marcelino''
Ť El galardonado evoca el espíritu del pensador español y su sabiduría, señaló García Delgado
ADRIANA CORTES Y MARIA LUISA LEON-PORTILLA ESPECIAL PARA LA JORNADA
Eran las 9:30 horas del pasado 6 de junio cuando, después de su caminata cotidiana y de sus habituales horas de intenso estudio, Miguel León-Portilla recibió la llamada de su amigo, el prestigiado publicista Eulalio Ferrer, quien le dio una buena noticia: al investigador le habían conferido la versión 15 del Premio Internacional Marcelino Menéndez Pelayo.
''ƑQué pudieron encontrar en mí los integrantes de dicho jurado para otorgármelo?", se preguntó el filósofo e historiador en el discurso pronunciado durante la recepción del prestigiado galardón, que tuvo lugar hoy en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), en Santander, España.
Elegido entre 34 candidatos, el autor de La filosofía náhuatl, entre otros libros, quien es director de la Academia Mexicana de la Historia, correspondiente de la Real Española, suma a este premio el Bartolomé de las Casas, recibido de manos del príncipe de Asturias, Felipe de Borbón, en Madrid, el pasado marzo, parte de cuyo monto será donada por León-Portilla a la Casa de los Escritores Indígenas en México.
Estudioso de numerosas lenguas
El jurado del Premio Menéndez Pelayo estuvo compuesto por Raúl Morodo, ex rector de la UIMP y José Luis García Delgado, rector de esa institución; Domingo Ynduráin, secretario de la Real Academia Española; Juan López Dóriga, director general del Instituto de Cooperación Iberoamericana; Eulalio Ferrer, presidente de la Fundación Cervantina; José María Jover Zamora, premio Menéndez Pelayo; Jesús de Polanco, presidente de la Fundación Santillana, y José Jaime Rivera, rector de la Universidad del Sagrado Corazón en Puerto Rico.
Con sangre santanderina en sus venas, por la parte materna, Miguel León-Portilla (el apellido Portilla evoca un pueblecito de Santander: Portilla de la Reina) leyó cuando era joven los libros del político, filosófo y polígrafo Marcelino Menéndez Pelayo: ''En mis primeros años de formación universitaria leí con inmenso interés y fruición varias obras de don Marcelino, entre ellas su Historia de las ideas estéticas en España, no pocos de sus opúsculos y discursos, como el que presentó sobre San Isidoro de Sevilla, en la sesión inaugural de la Academia Hispalense y, por supuesto, también su Historia de los heterodoxos españoles. Añadiré que en esos mismos años de universitario escribí un ensayo acerca de este gran polígrafo español y sus investigaciones sobre la poesía hispanoamericana".
José Luis García Delgado, rector de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo subrayó que León-Portilla ''evoca el espíritu de Marcelino Menéndez Pelayo y su vastedad de conocimientos".
León-Portilla se ha interesado por el estudio de innumerables lenguas, tanto vivas como muertas, por el de las diversas religiones del mundo y por las culturas indígenas de América, en especial de México. Su maestro, Angel María Garibay, lo impulsó al estudio de la literatura náhuatl. Recientemente el historiador preparó junto con el novelista Earl Shorris, una antología de la literatura mesoamericana, desde la antigüedad hasta nuestros días, titulada In the word of kings, publicada en Estados Unidos. Otros de sus intereses han sido el estudio de la arqueología, alentado por su tío Manuel Gamio; la antropología, motivado por Juan Comas, y la filosofía. Cabe destacar que gran parte de su formación la debe a los jesuitas.
Medio siglo de investigaciones
En su discurso, el autor de Visión de los vencidos se refirió a su interés por la investigación de la obra de los grandes humanistas del siglo XVI en el Nuevo Mundo y en particular en México:
''Me he ocupado durante casi medio siglo en valorar y difundir el pensamiento y las varias aportaciones de estos humanistas en la gran avanzada del Nuevo Mundo, mostrando la perdurable vigencia de su pensamiento, y su validez plena frente a muchos de nuestros problemas contemporáneos.
''Se empeñaron ellos en conocer y defender a los indios y su cultura. Valoraron la importancia de salvaguardar sus lenguas y, en colaboración con sabios nativos, prepararon gramáticas y vocabularios de las mismas. Insistieron en la necesidad de preservar instituciones indígenas, entre ellas sus antiguas formas de gobierno, así como la posesión de sus tierras en forma comunal. En suma, hicieron realidad no poco de lo que hoy es el meollo de las demandas de los pueblos indígenas."
En versiones pasadas el Premio Marcelino Menéndez Pelayo lo han obtenido los mexicanos Carlos Fuentes, Octavio Paz y José Luis Martínez, entre otros destacados escritores.