300 detenidos; se estima que aún permanecen 221 personas en prisiones de Piamonte, Lombardía y Liguria, al norte de Italia, así co-mo en tres hospitales de Génova.
JUEVES * 26 * JULIO * 2001
* En curso, tres investigaciones sobre la represión a manifestantes antiglobalización
Sepultado, el joven abatido por la policía de Génova durante protestas
* Aún hay 221 detenidos en prisiones de Piamonte, Lombardía, Liguria y tres hospitales genoveses
DPA, AFP Y AP
Genova, 25 de julio. Más de 2 mil personas se congregaron hoy en el funeral del joven Carlo Giuliani, de 23 años, el manifestante abatido el viernes pasado por la policía durante los disturbios contra las políticas de la globalización con motivo de la reciente Cumbre del Grupo de los Ocho en esta ciudad.
"Nadie debería juzgar a un jo-ven por su camiseta rota o por su cabello porque detrás de esas ca-misetas y esos peinados hay corazones que laten por un mundo mejor", señaló el sindicalista Giuliano Giuliani, padre del activista, durante el entierro de su hijo en el cementerio de Staglieno.
La ceremonia se desarrolló sin oficio religioso porque los familiares de Giuliani pidieron "un adiós sincero, sencillo, sin bandera, símbolos ni flores, como lo hubiera querido Carlo", por lo que sólo se escuchó el canto y la guitarra de un amigo, e incluso la multitud impidió que otro joven lanzara acusaciones contra la policía al grito de "basta, basta".
Sobre el féretro había una bandera del club de futbol Roma, del que el joven era fiel seguidor, cu-ya muerte se ha convertido en un símbolo de lo que muchos han considerado como un abuso de la policía al emplear la fuerza contra los manifestantes.
Giuliani murió al ser alcanzado por un disparo de un agente cuando iba a lanzar un extintor contra un jeep policial. Se convirtió así en la primera víctima fatal de los disturbios contra la globalización en una cumbre de los siete países más industrializados, más Rusia.
En busca de la verdad
La fiscalía de Génova abrió una investigación para esclarecer la violencia de la policía italiana contra los manifestantes. De he-cho, una primera pesquisa judicial se encamina a aclarar las responsabilidades del brutal allanamiento entre el sábado y domingo en una escuela que estaba a disposición de los manifestantes.
El procurador adjunto, Francesco Lalla, coordina otro procedimiento abierto, destinado a reunir testimonios de periodistas, abogados, particulares e informes médicos sobre los episodios violentos.
A su vez, el juez Giancarlo Pe-llegrino estará a cargo de una tercera investigación judicial complementaria, en este caso concerniente a los jóvenes detenidos en los alrededores de Génova por su presunta pertenencia a los autónomos negros del Black Block, a fin de saber si hubo una estructura que planificó los desórdenes.
Al cabo de la cumbre se contabilizaron cientos de heridos y unos 300 detenidos; se estima que aún permanecen 221 personas en prisiones de Piamonte, Lombardía y Liguria, al norte de Italia, así co-mo en tres hospitales de Génova.
La policía dijo que entre los arrestados figuran 105 jóvenes ex-tranjeros, y entre ellos 46 son alemanes, 18 españoles, siete suizos, seis británicos, seis franceses y cin-co suecos. También fueron detenidos jóvenes de Canadá, Australia, Polonia, Irán, Turquía, Irlanda, Nueva Zelanda y Marruecos.
Un jefe policial genovés, Franceso Colucci, rechazó rumores sobre eventuales "desaparecidos", y desmintió la muerte de un se-gundo manifestante herido durante las pasadas manifestaciones.
En Berlín, el diputado verde Hans-Christian Stroebele anunció que se disponía a viajar a Génova para atender la situación de los alemanes detenidos, y abogó por una comisión internacional para que investigue los sucesos.
El periódico izquierdista alemán Junge Welt denunció que su en-viada especial a la cumbre, Kirsten Wagenschein, lleva cuatro días detenida sin especificarse las ra-zones en su contra.
A la par con las críticas de funcionarios en Gran Bretaña, Grecia y otros países sobre la contundencia policial al emplear la violencia, Reporteros sin Fronteras ex-presó su "indignación" por la violencia "sin precedentes" empleada por los agentes contra los periodistas que cubrían la cumbre.
En Atenas se reportó que el Parlamento investiga versiones de que las agencias de inteligencia griegas entregaron a las autoridades de Italia una lista de activistas que podrían participar en las protestas contra los ocho.