MIERCOLES Ť 25 Ť JULIO Ť 2001
Ť Se presentará mañana en el aula magna José Vasconcelos del Cenart
Reúne el Catálogo subjetivo y segregacionista del rock mexicano discos y textos periodísticos desde 1959 a 2000
JORGE CABALLERO
Hace tres semanas entró en circulación el Catálogo subjetivo y segregacionista del rock mexicano, de Antonio Malacara. El germen data de hace seis años, cuando al crítico de esta obra se le ocurrió recopilar/aglutinar las portadas de todos los discos que se habían hecho de rock nacional desde 1959 a 2000, acompañadas de textos periodísticos; este "ejercicio de aferración y necedad tiene el objetivo principal de ser estrictamente una recapitulación de lo que se ha hecho a nivel discográfico y periodístico del rock mexicano", precisa Malacara.
El libro, publicado por El Angelito Editor -propiedad del músico Fausto Arrellín- y apoyado por el Fonca, se presenta este jueves 26 de julio a las 19:30 horas con la participación de Oscar Sarquiz, Javier Quirarte, David Cortés y el autor, en el aula magna José Vasconcelos del Centro Nacional de las Artes, Río Churubusco y Tlalpan.
En entrevista el crítico de jazz comenta: "Es casi un milagro que este libro exista, aunque haya bajado de seis a un tomo, y lo hicimos porque ya eran seis años de trabajo como para que no se concretara; se estaba haciendo un mito como el de otros libros que por ahí andan sonando."
La gente le teme
Luego Malacara agrega: "El Catálogo del rock mexicano como trabajo periodístico es elemental, pero con todo eso como que la gente le teme. Las compañías editoriales manejan la tesis de que los que consumen rock no compran libros, entonces tuvimos que buscar alternativas culturales, que tampoco estaban convencidas; ahí platico lo que pasó con Raúl Padilla, de la UNAM, que se prendió. El es un músico académico, teórico del piano, con libros publicados sobre el instrumento, pero llegó la huelga, cambiaron los directivos y después ya ni me contestaron las llamadas en la universidad. El Fonca también se prendió, pero no nos dieron la partida presupuestal para los seis".
-ƑCómo se gestó el ejemplar?
-Desde hace seis años se inició la recopilación de las portadas; la idea central era hacer un recuento, una recapitulación del quehacer musical y periodístico alrededor del rock mexicano. Nos dimos cuenta de que hacía falta esto, Ƒqué habíamos hecho en todo este tiempo?; parece difícil de creer pero siempre ha habido gente que está escribiendo de rock, incluso hay exageraciones como la de Sergio Monsalvo; que dice que el rock existe gracias a los escritores. Siempre ha habido un grupo compacto, muchos estuvimos en México canta, éramos unos chamacos de 18 años, pero ya nos hacíamos cargo de todo el concepto; un grupo pequeño cuantitativamente pero cualitativamente importante, no porque escribiéramos bien, sino porque teníamos un espíritu muy grande. Esto se ha mantenido después de casi 30 años.
-ƑY los grupos?
-Ha habido grupos desde siempre unos malitos, otros pésimos y otros de excelencia, los cuales nunca grabaron. Hay casos patéticos como Arbol o Talón San Cosme, grupazazazos que nunca pudieron grabar y este libro es un catálogo discográfico; ya cuando se vaya hacer la historia del rock mexicano se tendrá que hablar de la dificultad para grabar. De hecho después del gran boom de los "años dorados del rocanrol", en los sesenta, ya nadie quería grabar a los rucos, sólo se hacían grabaciones de cuatro canales que salían todas chafas.
Malacara también comentó sobre el proceso de selección/recolección de las portadas de los discos: "Yo poseía una colección muy completa de rock mexicano, tenía casi todo porque era muy poco, quitando los grandes años del rocanrol y entrando a lo que llamamos el rock como música situada en una trinchera cultural mexicana; entonces se le ocurrió a Jorge Alvarez, que era ejecutivo de Radio Centro, al que le dieron chance de hacer programas de rock por ahí de 1980. A mí se me hizo genial, me pidió prestada la colección para que la copiara šy no me regresó ni un disco! Poco a poco he vuelto a hacerme de ellos, pero comprados caros porque casi todos son de colección por el tiraje que era en promedio de mil ejemplares. Llegó un momento en el que en cada borrachera que nos poníamos hablábamos de los discos, entonces dije por qué no juntamos todos los discos y hacemos un catálogo; así fue el planteamiento".
-ƑEra necesario hacerlo?
-Sí, nunca nos planteamos un ejercicio muy grande sino el de juntar las diferentes colecciones para ver en realidad cuántos discos de rock mexicano había. Entonces cuando nos reuníamos para verlas, le fui dando vueltas y dije vamos a hacerlo más en forma, juntemos los textos sobre lo que se escribía de esos discos, vamos a recapitularnos a nosotros mismos. En México no hay ni una sola fonoteca de música popular, ni mucho menos de rock.
Acerca de los criterios de selección comentó: "El primer criterio fue hacerlo muy completo, queríamos poner todo, era mucha la pretensión, pero pensamos que con trabajo se podía lograr. Cuando vimos lo que tenía cada quien surgieron cosas que ni nos imaginamos, como el primer disco de Alfredo Díaz Ordaz, que no está en el libro y que le grabaron en Los Pinos en una fiesta de fin de año. Esta es una investigación documental y de campo. Cosas como estas no estaban en ningún documento; sólo platicando te enterabas".
-ƑOtras rarezas?
-Otro ejemplo es un disco de Cosa Nostra; en nuestro país hay grandes coleccionistas de rock, poderosísimos porque poseen una cantidad de discos que ni te imaginas, pero nadie sabía que habían grabado un disco en Panamá que se llama Salsa familia. En fin, cosas raras como el primero de Javier Bátiz que grabó en Tijuana en 1959, cuando nadie lo conocía. Comenzamos a ver que es un trabajo historiográfico. Hay lagunas enormes, los músicos tienen una memoria pésima; tuve discusiones con varios de ellos y algunos no se acordaban con cuáles músicos hicieron las grabaciones.
Malacara abunda: "Este catálogo es poner en la mesa lo que se ha hecho hasta ahora, se razona en algunos puntos de vista, pero no en todos; el que quiera encontrar una explicación de por qué ha sido y no ha sido el rock mexicano no la va a encontrar. Descubrí mucha ignorancia de mi parte y de los que colaboraron en un nivel de escritores, historiadores, críticos y periodistas. Encontramos que más allá del vedetismo hay una megalomanía de parte de muchos de los actores y sus protagonistas. Una vez aparecido el libro algunos me quieren crucificar; sabíamos que hacer una selección era un reto, pero no se podía incluir a todos; en algunos casos estoy en contra por los grupos elegidos, pero fueron los que se escogieron".
El Catálogo del rock mexicano se encuentra desde el pasado fin de semana en los principales lugares donde se consigue música y desde hace tres semanas en el Tianguis del Chopo; en las tiendas está por los 160 pesos y en el tianguis un poco más barato; los que no lo encuentren pueden dirigirse a [email protected]