MIERCOLES Ť 25 Ť JULIO Ť 2001

Ť Hoy quedará sellado el acuerdo final alcanzado en la Cumbre del Clima de la ONU

Inaceptable, una virtual aplicación del Protocolo de Kyoto, sostiene Colin Powell

Ť EU cooperará con Japón para evitar el calentamiento global, dice el funcionario estadunidense

DPA, REUTERS, AFP Y AP

Tokio, 24 de julio. El secretario de Estado estadunidense, Colin Powell, reiteró hoy la negativa de su país al Protocolo de Kyoto y señaló que es inaceptable el resultado de la cumbre del clima de Bonn, que zanjó el camino para la ratificación y aplicación del acuerdo contra el calentamiento global.

Powell se reunió en la capital japonesa con el primer ministro, Junichiro Koizumi, cuyo país se sumó la víspera al acuerdo logrado en Bonn por 180 países para la reducción de las emisiones de gases que provocan el efecto invernadero.

La reunión de todas las delegaciones oficiales en la que se colocaría el sello de "adopción final" de la ONU fue pospuesta para el miércoles por "cuestiones técnicas", declaró el ministro de Medio Ambiente de Holanda y presidente de la cumbre, Jan Pronk.

El lunes los ministros de Medio Ambiente aprobaron el texto para la ratificación del Protocolo de Kyoto luego que Pronk preguntó si había objeciones e inmediatamente golpeó con su martillo, pero los procedimientos de la Organización de Naciones Unidas requieren la traducción del texto del inglés a otros cinco idiomas y métodos de aprobación más rigurosos.

Ahora el análisis de los detalles estará a cargo de los representantes de los ministros asistentes a la cumbre. Un grupo de delegados adelantó que habrá grandes discusiones sobre la redacción de textos clave aunque confiaron en que podrán redactarlos conforme al compromiso adoptado por los ministros.

El portavoz estadunidense ante la cumbre, Paul Kozelka, rechazó las versiones en el sentido de que su país intentaría impedir que otros países adopten el protocolo que Washington rechaza por considerar que lesiona sus intereses.

Los representantes trabajarán hasta el viernes para convertir el acuerdo político de los ministros en un documento legal que permita que el Protocolo de Kyoto entre en vigor el próximo año.

El documento aprobado en 1997 en la ciudad japonesa de Kyoto prevé que los países desarrollados reduzcan 5.2 por ciento las emisiones de los gases invernadero entre 2008 y 2012, tomando como referencia los índices de 1990. Tras el acuerdo de Bonn, el protocolo debe ser ratificado por 55 naciones responsables de 55 por ciento de las emisiones, por lo que es necesario el visto bueno de naciones como Japón, Rusia y Estados Unidos, que son los principales contaminantes.

En marzo pasado, el presidente estadunidense, George W. Bush, anunció que el protocolo no sería ratificado por considerar que lesiona los intereses económicos del país que gobierna y permite a las naciones en desarrollo eludir sus responsabilidades.

Al respecto, Powell reiteró que Washington no puede aceptar el protocolo, pero adelantó que continuará cooperando con Japón y otros países para encontrar una solución al problema del calentamiento global.

Al finalizar su visita a Tokio el secretario de Estado sostuvo: "sabemos que el recalentamiento es un desafío y Estados Unidos no retrocede ante él".

Senadores estadunidenses del opositor Partido Demócrata calificaron el rechazo de Bush como "deplorable", durante un debate en el Comité de Energía y Recursos Naturales. La legisladora demócrata Duanne Feinstein declaró que Estados Unidos parecía "marchar hacia atrás" al retirarse del pacto internacional.

Organizaciones ecologistas mundiales definieron el acuerdo de Bonn como "un Kyoto liviano" y señalaron que en términos reales la reducción de los gases invernadero será de 1.8 por ciento, ya que podrán utilizar sus bosques y cultivos para disminuir sus cuotas. Representantes de 140 empresas europeas que promueven mecanismos de energía de bajo impacto ambiental saludaron el documento de la Cumbre del Clima.

Sin embargo, científicos de todo el mundo estimaron que el Protocolo de Kyoto es insuficiente para reducir el calentamiento del planeta. Recientemente, el Panel Intergubernamental contra el Cambio Climatológico de la ONU advirtió que habrá mayores cambios del clima que traerán inundaciones, sequías y alteraciones en los ecosistemas.

Por otra parte, la Comisión Internacional de Regulación de Caza de Ballenas votó contra el establecimiento de un santuario de cetáceos en aguas del Pacífico Sur. Otro proyecto para un santuario en el Atlántico sur, presentado por Brasil, será discutido en las próximas horas.

Australia y Nueva Zelanda presentaron la propuesta del santuario en el Pacífico que finalmente fue rechazada con los votos de los países cazadores de ballenas: Japón, Noruega, China y otras pequeñas naciones insulares como Santa Lucía y Antigua y Barbuda.

A favor votaron Estados Unidos, la mayoría de los países de la Unión Europea, India, Sudáfrica, Brasil y Argentina. Otras cuatro naciones se abstuvieron.

Alemania acusó a Japón de comprar los votos de otros países, principalmente del Caribe que reciben ayuda económica japonesa, y adelantó que se opondrá a cualquier flexibilización de la actual prohibición de caza de ballenas.