MIERCOLES Ť 25 Ť JULIO Ť 2001

Ť Se examina la posibilidad de otorgar permisos temporales para trabajadores huéspedes

Estados Unidos descarta conceder "amnistía incondicional" a 3 millones de indocumentados

Ť Dan a conocer conclusiones de un panel encabezado por Colin Powell y John Ashcroft

Ť Las recomendaciones estarían listas para septiembre, cuando se reunirán Fox y Bush

AGENCIAS

Washington, DC. La regularización de los indocumentados mexicanos en Estados Unidos se dará mediante permisos temporales para trabajadores "huéspedes", con lo que se descarta la aplicación de una "amnistía incondicional" para los más de 3 millones de mexicanos que viven ilegalmente en este país, sostuvieron ayer el Departamento de Estado y la Casa Blanca.

Al darse a conocer ayer las conclusiones de un panel de trabajo en materia migratoria que estuvo encabezado por el secretario de Estado, Colin Powell, y el procurador general estadunidense, John Ashcroft , el portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan, dijo que "la recomendación es considerar un nuevo programa temporal de trabajadores huéspedes que permitiría a algunos de ellos obtener el estatus de residente permanente en un período de tiempo".

Y aunque el portavoz de la Casa Blanca enfatizó que Washington "no está considerando ningún tipo de amnistía general" en el caso de los indocumentados mexicanos, añadió que hasta la fecha el gobierno de George Bush no ha tomado ninguna decisión respecto a la propuesta del panel de trabajo, por lo que "llegado el momento habrá recomendaciones, pero no tenemos un calendario".

Respecto al documento que fue enviado el pasado viernes -pero que apenas ayer se hizo público- por el grupo de trabajo del Departamento de Estado y por el procurador general al presidente Bush, McClellan señaló por otra parte que el gobierno estadunidense sigue trabajando con su homólogo de México "hacia nuestra meta compartida de una migración más ordenada, humanitaria y segura".

El funcionario evitó precisar el número de indocumentados mexicanos que se verían favorecidos con este proyecto y que podrían alcanzar eventualmente la residencia legal estadunidense.

Falta discutir muchos detalles entre los consejeros del Departamento de Estado y de la Casa Blanca, comentó el vocero, quien confió en que las recomendaciones finales sobre el tema estén listas para septiembre próximo, cuando se reúnan los presidentes Bush y Vicente Fox en Washington.

Y aunque el secretario de prensa de la Casa Blanca, Ari Fleischer, dijo hace una semana que Bush estaba comprometido a trabajar con el gobierno mexicano para poner orden en los más de 3 mil 200 kilómetros de frontera entre los dos países, lo cierto es que los funcionarios de la Casa Blanca dejaron en claro que en ningún momento su gobierno ha pensado en una amnistía general en materia migratoria que favorecería a alrededor de 3 millones de connacionales.

En cambio, según informes publicados recientemente por el diario The New York Times, funcionarios de la administración Bush no identificados habían adelantado que el plan en cuestión permitiría legalizar la estancia de entre uno y dos millones de mexicanos indocumentados en este país.

En sus despachos las agencias informativas estadunidenses coincidieron en señalar que cualquier decisión que se otorgue respecto a la permanencia legal de migrantes indocumentados tendrá repercusiones para las aspiraciones políticas de Bush en las elecciones presidenciales de 2004, ya que éste se ha destacado por buscar activamente el voto de los hispanos.

Por otra parte, en San Diego, California, el procurador estadunidense John Ashcroft presentó el pasado lunes operaciones de búsqueda y rescate de la Patrulla Fronteriza en la frontera con México.

Estos equipos de rescate de reciente creación, que operan apoyados por helicópteros en las zonas de San Diego y Tucson, Arizona, fueron formados como reacción a los más de 300 migrantes que murieron el año pasado al pretender ingresar a territorio estadunidense por los desiertos y montañas de la frontera en el suroeste de Estados Unidos.

El funcionario adelantó que el próximo mes se instalarán equipos similares en las localidades de Yuma y en Centro, Arizona. Además, se espera que para septiembre ese tipo de grupos opere en todos los puestos de control de la patrulla en la frontera con México.

Por otra parte, según el plan para reformar la migración a Estados Unidos, dado a conocer el 19 de julio pasado, se espera que para el año 2003 se desplieguen a lo largo de las fronteras norte y sur de Estados Unidos alrededor de 11 mil agentes, lo que representa 75 por ciento más del número que había en 1993.

El presupuesto federal estadunidense para el año 2002 plantea una partida de 7 millones de dólares adicionales para establecer unidades de inteligencia en la frontera, con el propósito de recopilar, analizar y diseminar información para identificar e interceptar a quienes ingresen ilegalmente, además de vigilar "la actividad terrorista y las operaciones de contrabando potenciales", rastrear el movimiento de narcóticos ilícitos, armas y otro tipo de contrabando.

La intención es la de asegurar la detención y deportación de los extranjeros indocumentados, para lo que se destinarán en el año 2002 un total de 89 millones de dólares para establecer mil 697 camas adicionales diarias en centros de detención y sumar un total de 21 mil; esto sin contar la deportación de los detenidos en prisiones federales, estatales y locales de Estados Unidos.