MIERCOLES Ť 25 Ť JULIO Ť 2001

Ť Acude con Barrio a la sede priísta para hablar del programa de transparencia

Actos ilícitos del pasado se desahogarán por la vía de las instituciones, dice Creel

Ť Rechaza Dulce María Sauri que el tricolor sea la razón y el origen de la corrupción

ROBERTO GARDUÑO

El combate a la corrupción provocó argumentaciones disímbolas entre el gobierno federal y la directiva priísta. Durante una reunión sui generis en el edificio central del PRI, el secretario de Gobernación, Santiago Creel, estableció la ruta que habrá de seguir la administración del presidente Vicente Fox en ese tema: ''Cualquier conducta del pasado que presuponga alguna irregularidad, un hecho ilícito, se tratará y se desahogará por la vía de las instituciones''.

En el salón Presidentes, donde se reunió el pleno del CEN del Revolucionario Institucional con los secretarios de Gobernación, Santiago Creel, y de la Contraloría, Francisco Barrio, la dirigente priísta Dulce María Sauri rechazó que su partido sea el origen y la razón de la corrupción: ''La sociedad quiere honestidad, castigo a los corruptos, pero no quiere manipulación, falsedad o persecuciones fundamentalistas... un rotundo no a hacer de esa causa estrategia para el golpeteo político''.

Creel y Barrio acudieron al PRI para dar a conocer el Programa para la Transparencia y el Combate a la Corrupción. El encuentro, que pretendía ser un intercambio de opiniones, pasó a ser una tanda de descalificaciones a las acciones del gobierno, y en respuesta se advirtió que se aplicarán las leyes sin excepción.

Acciones ''poco novedosas''

Un capítulo que llamó la atención durante el encuentro de casi dos horas fue el que protagonizaron María Esther Scherman y Francisco Barrio. La priísta consideró poco novedosas las acciones realizadas por el gobierno federal para enfrentar la corrupción, y sugirió al secretario de la Contraloría poner en práctica un ''novedoso programa antiescándalo'' que combata las acusaciones ''sin prueba'' contra algunos priístas.

Barrio le respondió: ''Yo no sé si sean totalmente originales, no sería para mí de ninguna manera un tema importante el alegar o reclamar una paternidad''. Y en relación con el programa antiescándalo que le propuso Scherman, el secretario adujo que su actitud no es la de ser ''un actor del escándalo''.

Se esperaba sólo a Barrio, pero apareció acompañado por Creel, quien llevó un saludo del presidente Fox e hizo votos porque en el encuentro se lograran consensos relativos al combate a la corrupción. Después, Barrio Terrazas resumió las acciones del gobierno para enfrentar ese flagelo que cada año cuesta 30 mil millones de dólares.

Dijo que se constituyó una comisión intersecretarial para establecer planes operativos que resuelvan los problemas que genera la corrupción: ''Una parte esencial de todo esto tiene que ver con la prevención; nosotros estamos convencidos de que se puede ser mucho más eficaz en este tema con actividades de prevención que con prácticas punitivas, con acciones de castigo, de persecución, porque hemos visto que no se llega al resultado que se busca.''

La fórmula de Barrio sugiere que se debe ''cuidar a la gente buena'' y no ponerla en una situación de tentación, y después todo aquello redundó en una larga explicación de cómo se reparten las cartas en los casinos y cómo se controla a los operadores de esos centros de juego. Aquello sorprendió a todos, por lo que los gestos adustos de los priístas cambiaron de momento para sonreír y cuchichear entre ellos.

Por fin, el secretario terminó su explicación coloquial del juego de cartas y habló sobre hechos más cercanos a la realidad: ''Una operación de compra, lo mismo si la realiza el IMSS, Pemex o Gobernación, debe seguir pasos similares y en esa cadena lo que le estamos diciendo a nuestros contralores es: 'a ver, tú, ponte a revisar este flujo, ve cuáles son los puntos de control adecuados'. En esto trabajamos.''

El priísta Manuel Fuentes Bove preguntó a Barrio si las acciones anticorrupción no se insertan en una doble moral. El secretario replicó a su manera: ''Nuestra visión de atacar con seriedad este problema tiene que obedecer a dos motivaciones: la convicción personal e institucional de que así debe ser... Por razones de orden práctico, este es un tema que como país tenemos que resolver, encontrar la forma de irle ganando terreno a este mal, ir poco a poco venciéndolo, superándolo para que realmente podamos darle a nuestra población mejores condiciones de vida.''

La segunda intervención del tricolor correspondió a Sabino Bastidas, quien llevó a la mesa el tema de la comisión de la verdad. Esa intervención permitió a Creel marcar la ruta del gobierno ante la corrupción pasada y presente: ''Cualquier conducta del pasado que presuponga alguna irregularidad, un hecho ilícito, el compromiso del gobierno de la República es que se tratará y se desahogará por la vía de las instituciones. La apuesta del nuevo gobierno tiene que ver con el estado de derecho, con las instituciones de la República, y en el caso de que los actores políticos, particularmente los legisladores, piensen que algunas de las instituciones requieren de una mejoría, una reforma, entonces nos podemos sentar a platicar sobre la reforma institucional que requiere el país en materia de transparencia''.

La jalisciense María Esther Scherman Leaño fue la encargada de replicar a los visitantes. Primero preguntó si el gobierno foxista se ha conducido por la vía constitucional o por un juicio ligero de los sexenios anteriores. Después, nada de lo dicho por Barrio le pareció ''novedoso'', y sí consideró novedosa su propuesta de un programa antiescándalo.

Creel insistió en que ''cualquier conducta presuntamente irregular o ilícita sea tramitada por la vía de las instituciones. Es por ello que pensamos que de nada sirve descalificar a las instituciones ni sus resolutivos, porque lo único que estamos debilitando es el marco jurídico y el estado de derecho. La salida institucional, sin duda, siempre será la mejor. Puede haber otras, sí, sumamente riesgosas que sabemos generalmente cuándo empiezan pero no cuándo acaban''.

Después, Barrio minimizó lo dicho por Scherman: ''No sería para mí de ninguna manera un tema importante el alegar o reclamar una paternidad o una patente sobre un concepto. Y en lo que se refiere al escándalo público... soy enemigo del escándalo público''.

En la despedida, Dulce María Sauri rechazó categóricamente que se afirme ''por ignorancia o dolo, que el PRI y los priístas somos el origen y la razón de la corrupción en México''.

''Delinquen personas, no instituciones''

En su alocución, la presidenta del tricolor sostuvo que en el juego del poder resulta ''peligroso'' confundir los roles que corresponden al gobierno con el de los partidos políticos. Esto ''obliga a no caer en el juego perverso de judicializar la política, ni politizar la justicia.''

Pidió castigo contra cualquier integrante de cualquier partido político si se le comprueba que incurrió en actividades relacionadas con la corrupción: ''Quienes delinquen son las personas, no las instituciones'', señaló.

La defensa del PRI, por parte de Sauri Riancho, incluyó una propuesta en vista de que -dijo- las acciones de la Secodam son rebasadas por la realidad, porque el gobierno no puede vigilarse a sí mismo: ''Ampliar las facultades del Legislativo para coadyuvar en esta tarea, y transformar la contraloría gubernamental en una contraloría social''.

Finalmente afirmó que el PRI no le teme a la revisión del pasado: ''Ya no es tiempo de buscar en el pasado razones para no avanzar; ya no es tiempo de justificar ineficacias buscando culpables en el marco de una estrategia puramente mediática... Lo que no aceptamos es una visión maniqueísta del actuar de los gobiernos priístas''.