Ť Opositores piden el cese del ministro del Interior
Exigen la renuncia del jefe de la policía por la represión en Génova
AFP Y DPA
Roma, 23 de julio. Unos 500 sindicalistas y miembros del partido Refundación Comunista protestaron esta tarde aquí frente a la sede del Parlamento italiano por la represión policial durante la cumbre del Grupo de los Ocho (G-8), que se celebró en Génova el fin de semana pasado, y que dejó un muerto y cientos de heridos, hecho por lo cual la coalición opositora El Olivo pidió la renuncia del ministro del Interior, Claudio Scajola.
Al grito de "fascistas, fascistas", los manifestantes, rodeados de un fuerte dispositivo de seguridad, también pidieron la renuncia de Scajola y del jefe de la policía, Gianni De Gennaro, sin que se reportaran enfrentamientos.
El Olivo también pidió la creación de una comisión especial parlamentaria que investigue los incidentes del viernes y el sábado al margen de la cumbre de los siete países más industrializados del mundo, más Rusia.
No obstante, durante una reunión del Consejo de Ministros, el gobierno encabezado por el magnate Silvio Berlusconi, otorgó su respaldo a Scajola, así como a las fuerzas del orden, "que cumplieron con su deber y no pueden ser objeto de insultos y críticas", declaró el ministro de Asuntos Europeos, Rocco Buttiglione, al presentar un informe sobre lo ocurrido.
Un balance oficial publicado hoy, según Dpa, dio cuenta de los daños registrados durante las manifestaciones de la semana pasada que se elevan a unos 45 millones de dólares por los destrozos a 41 comercios y 83 automóviles dañados o incendiados.
La justicia italiana analiza, por lo pronto, la posibilidad de acusar por asesinato al carabinero vinculado a la muerte del manifestante Carlo Giuliani, aunque el ministro del Interior aseguró que el policía autor del disparo que mató al joven actuó en legítima defensa e impulsado por el temor a ser objeto, junto a sus compañeros, de un linchamiento.
En Berlín, el ministro alemán del Extrerior, Joschka Fischer, observó semejanzas entre los movimientos de protesta de mayo del 1968 y las manifestaciones durante la cumbre del G-8. "El gran error del movimiento de aquella época fue haberse dejado arrastrar por un anticapitalismo obsoleto, en la teoría, y por la violencia, en la práctica, y esos elementos están reapareciendo".
La prensa británica calificó como débiles los resultados de la cumbre del G-8. El diario The Guardian consideró que estos encuentros son dispendiosos y rodeados de exgaredas medidas de seguridad, al tiempo que pidió a los jefes de Estado y de gobierno sepregunten por qué tanta gente se desplaza al esxtranjero por su cuenta para protestar. "Cuando Rooselvet, Stalin y Churchill se reunieron en Yalta, la tecnología no ofrecía apenas otra solución", indicó el rotativo, y agregó que ahora es posible comunicar sin despilfarrar hasta 25 millones de dólares por líder mundial en una cumbre organizada en nombre de la "guerra contra la pobreza".