Ť Preparan el primer festival de Moscú para el 1o. de septiembre
Love Parade, un éxito pese a pérdidas por 700 mil dólares: los organizadores
Ť Quieren incorporarlo al calendario de acontecimientos ciudadanos de Berlín para que tenga fecha fija Ť Representantes mexicanos estudian la forma de fortalecer el Tecnogeist del DF
EVA USI ESPECIAL
Berlín, 22 de julio. "El Love Parade 2001 fue un gran éxito; hemos recibido un feed back muy positivo que queremos destacar frente a los malos augurios que se tenían para la gran fiesta tecno de este año", resume Enric Nitzsche, portavoz de Planetcom, ante un grupo de periodistas en una improvisada conferencia de prensa bajo la Columna de la Victoria, el epicentro de este festival.
El funcionario anunció: "Estamos negociando con el gobierno de la ciudad-estado Berlín, para que el Love Parade sea incorporado al calendario de acontecimientos ciudadanos por lo menos durante los próximos cinco años. De esta manera el Love Parade tendrá una fecha fija asignada cada año, previsiblemente el segundo sábado de julio, para que no se vuelva a tener inseguridad en torno a la fecha de realización, situación que este año costó la cancelación de numerosos patrocinadores y la participación de cientos de miles de ravers."
Este año el festival tuvo pérdidas de un millón y medio de marcos, unos 700 mil dólares, debido, en buena parte, a los costos de limpieza que por primera vez en los 13 años del festival serán cubiertos por los organizadores, pues el encuentro perdió su carácter de manifestación callejera que gozó en el pasado.
Baile hasta la madrugada del lunes
La generación raver seguía bailando hasta el delirio en las catacumbas de los clubes berlineses, que permanecían, en su mayoría, abiertos hasta la madrugada del lunes; algunos clubes, como el Tresor Globus, anunciaban a diyeis estrellas a las 10 de la mañana el domingo, no para los que madrugan, sino para los que siguen la fiesta de largo celebrando hasta que el cuerpo aguante, mientras un ejército, menos bullicioso, integrado por 800 hombres recogía un estimado de 300 toneladas de basura que dejó a su paso la multitudinaria discoteca callejera en el parque Tiergarten, en el que también destruyeron numerosos árboles y arbustos. "Empezamos a trabajar a las seis de la mañana y no hay para cuando terminar, esto es demasiado", se quejaba uno de ellos con acento extranjero, proveniente de Georgia. El heróico cuerpo de basureros llevaba un uniforme color naranja estridente con un corazón enorme pintado en el pecho en el que se leía: raverheart.
Un corazón para los ravers
El Love Parade es una manifestación de la nueva generación, de la generación de nuestros hijos, afirmó William Roettger, cabeza en la organización de ese festival berlinés.
Agregó que en Alemania la cultura tecno es la segunda revolución después de la revuelta de 1968: "Nadie quiere ser como sus padres, así que esta generación se rebela contra la politización de la generación del '68, y demuestran que quieren hacer las cosas de manera diferente."
El festival comenzó como un movimiento marginal con reuniones en sótanos y fiestas en naves industriales, pero muy pronto se vio que tenía un espíritu propio, opuesto a lo destructivo y masoquista de otras expresiones musicales como el punk. La música tecno se mostró claramente como un movimiento abierto, positivo y vital" recordó Ralf Regitz, uno de los iniciadores del encuentro.
En 1989 el diyei Dr. Motte, cuyo verdadero nombre es Matthias Roeingh, exhortó a sacar el movimiento a la calle, se aproximaba su cumpleaños y decidió celebrarlo con un desfile callejero que llamó Love Parade. Una lluviosa tarde de julio, 150 ravers bailaron en las calles de Berlín bajo el monótono ritmo tecno que dispersaban poderosos altoparlantes proclamándose a favor del amor, la tolerancia y la sinceridad. Nadie imaginaba que más de una década después se convertiría en la fiesta tecno callejera más grande del mundo, cuyo récord en 1999, fue de un millón y medio de ravers.
La música habla todas las lenguas
Diyeis y organizadores del Love Parade, reunidos en un restaurant Berlinés, intercambiaban opiniones y hacían los preparativos para los próximos festivales en otras ciudades. El 1o. de septiembre se realizará el primero en Moscú. Asimismo, una representante del Ayuntamiento de Barcelona presentaba un panorama de la situación existente en la ciudad catalana, donde la organización de un festival tecno fue sometido a concurso de adjudicación, pero hay todavía temores por la concentración multitudinaria de ravers.
Una comitiva de representantes del Tecnogeist de la ciudad de México deliberaba en Berlín sobre el fortalecimiento del festival tecno en la capital mexicana. "Queremos profundizar la parte experimental del Tecnogeist", dijo a La Jornada el director del Instituto Goethe de la Ciudad de México, Bernd Scherer, quien pidió la participación de teóricos y académicos de disciplinas sociales para que ayuden a comprender y formular el movimiento tecno.
En la ciudad de México el Tecnogeist abrió un espacio al que la gente acude a divertirse, en el que la simple concentración masiva de ravers en el centro de la ciudad ha roto con temores y prejuicios relacionados con la violencia. El Tecnogeist, que se celebra con la participación del Festival del Centro Histórico, ha tenido un efecto multiplicador, los talleres y foros de discusión han tenido un fuerte impacto sobre un sector de la población que no tenía acceso a los medios electrónicos, es esa gente la que se ha volcado en el festival, es ella la que integra el grueso de los ravers mexicanos.