LUNES Ť 23 Ť JULIO Ť 2001
Los nuevos clientes del Montepío
Políticos y empresarios engrosan hoy las filas de pignorantes en busca de ayuda
MARIA ESTHER IBARRA
A la vuelta de 226 años de haber sido fundado, el Montepío -llamado el banco de los pobres- tiende su mano altruista lo mismo a empresarios que empeñan maquinaria o flotillas de automóviles para pagar salarios semanales de albañiles y trabajadores; ayuda a microempresarios en la capitalización de sus actividades y sirve hasta para sacar de sus apuros económicos a políticos y diplomáticos dueños de obras de arte y antigüedades.
Bajo el lema "El Nacional Monte Piedad es para todos", en los años recientes la institución se encaminó a dejar de ser exclusivamente el banco de los pobres y estableció una especie de banca paralela para los ricos. Diversificó sus actividades al fortalecer o crear ex profeso sucursales especializadas en el empeño de automóviles -puede ser un microbús o un vocho-, y de obras de arte y antigüedades en la Zona Rosa.
Con esa nueva visión en 1997 también estableció el servicio de créditos hipotecarios sobre casas-habitación, que proporciona liquidez en mayor cuantía y plazo al que normalmente se hace por medio del préstamo prendario (empeño). Los solicitantes que "califican" pueden obtener un crédito de entre 50 mil y 300 mil pesos como límite, a plazo de tres años con opción a prórroga.
Con el nombre de Sacro y Real Monte de Piedad de Animas, el ahora Nacional Monte de Piedad abrió sus puertas el 25 de febrero de 1775. Su fundador, don Pedro Romero de Terreros, primer Conde de Regla, tuvo como propósito crear una "fuente perpetua de socorro para aliviar, por vía del préstamo prendario, las necesidades de todas las clases sociales, especialmente las menesterosas".
En su origen no cobraba interés alguno y el producto de las limosnas que voluntariamente dejaran los pignorantes serviría, después de socorrer al desvalido, para sufragios por el alma del fundador don Pedro Romero de Terreros, sus ascendientes y descendientes y, en general, por las de los fieles difuntos. Las limosnas dejaron de ingresar, por lo que se decidió el cobro de intereses.
Hoy el Montepío se define como una institución de asistencia privada, con personalidad jurídica propia, sin fines de lucro, que realiza tareas de carácter asistencial, altruista y humanitario. Actualmente el Nacional Monte de Piedad atiende a más de 8 millones de personas al año, realiza 13 millones de operaciones y otorga más de 3 mil 500 millones de pesos anuales en préstamos prendarios e hipotecarios. El 84 por ciento es por empeño de joyas. El prendario paga 2 por ciento mensual de interés y 1 por ciento de avalúo sobre el valor de la pieza. En alhajas y objetos diversos se presta 60 por ciento.
Beneficiarios de la modernización del montepío, los pignorantes políticos o funcionarios no tienen que pasar la "pena" de hacer pública su necesidad económica o de ir al "empeño". Son atendidos directamente por los gerentes de las sucursales. Alejandro Montero, responsable de la 37, ubicada en la Zona Rosa y especializada en el giro de obras de arte , antigüedades, alhajas y joyas, rehúye dar nombres.
"De ningún usuario damos su identidad, pero traen piezas muy bonitas e importantes", aduce, y menciona que ha tocado las puertas del Montepío "gente importante del mundo político, diplomático y artístico".
Y si bien señala que sólo 5 por ciento no puede desempeñar, y que el arte no debe considerarse inversión, "lo es porque tiene un valor en el mercado", además de que sus dueños no están exentos de una contingencia económica.
En su incursión en el mercado del arte y de antigüedades, el Nacional Monte de Piedad ha tenido resultados exitosos, a tal grado que en febrero pasado abrió esa sucursal en la calle de Havre, en la Zona Rosa. Aquí, en la Almoneda, se pueden adquirir obras de Gironella, esculturas de Sebastián y del oaxaqueño Tiburcio Ortiz; o de Fitzia -el artista del collage- un Icaza y pinturas de Martha Chapa.
El catálogo de obras ofrece obras como La Balada -cuadro a crayón en homenaje a Leonora Carrington- por 19 mil 837 pesos; retablos antiguos o coloniales, como el de la Guadalupana, en madera estofada y base de triplay, con un costo de 34 mil 385 mil.
Para evitar goles de falsificadores de arte, Alejandro Montero informa que cuentan con un equipo de asesores en cada una de las ramas artísticas. En el caso de esculturas y pinturas tienen, además de los valuadores del Montepío, el asesoramiento de gente de la talla, por ejemplo, de Luis Morton y Rafael Matos.
"Nos han llegado falsos y son detectados a tiempo; los hay de todos, pero los más frecuentes son de Siqueiros, Rivera y Frida", dice. Comenta que han establecido un intercambio de información con el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes a fin de conocer la historia de las piezas, o bien notificar que se trata de una obra del acervo cultural.
Entre las antigüedades, en las 40 sucursales en todo el país se pueden adquirir antigüedades o piezas únicas, como el juego de copas que perteneció a Porfirio Díaz, o un escritorio de colección Luis XVI, por 146 mil pesos; un Guerrero Oriental de 150 mil, o una reproducción de Radech --escultura en bronce-- de 34 mil 500.
Las joyas dilatan la vista aun en el catálogo. Una delicia: aretes de perlas calabazos, aderezados con 24 zafiros, marquise de 5 quilates y 98 diamantes de 3.30 quilates, por 107 mil. Un broche de 18 quilates en forma de lazo con 9 diamantes corte cuadrillón y 153 brillantes "casi limpios" con peso aproximado de 3.7 quilates, por 49 mil 680 pesos.
El pago de la raya y la capitalización de negocios
En su sucursal Coyoacán, el Monte de Piedad del Automóvil, se acepta el empeño de toda clase de vehículos, pero sólo a partir de modelos 90, ya sea un microbús o un vocho.
El gerente de la sucursal, Carlos Rivas, comenta que los viernes es frecuente que empresarios de la construcción lleguen a empeñar automotores o maquinaria para pagar a albañiles y trabajadores. Es una de las principales razones de quienes acuden a empeñar vehículos. Y explica que a diferencia de otros objetos prendarios, éstos sólo pueden estar cuatro meses empeñados debido a que pueden sufrir descomposturas por estar parados, y por los trámites de la verificación.
Préstamos hipotecarios para quienes "califiquen"
De acuerdo con información oficial, a cuatro años de operar el préstamo hipotecario, este nuevo servicio ha tenido una "amplia aceptación del mercado, de utilidad principalmente para microempresarios y autoempleados (sic) que utilizan los recursos como capital de trabajo para sus actividades de negocio".
Su significado, se aduce, es ser un "complemento al préstamo prendario (objetos varios), ya que ambas modalidades tienen como propósito cumplir con el objetivo primordial del Nacional Monte de Piedad: hacer posible allegar recursos a quienes necesitan con urgencia disponer de liquidez". Este nuevo servicio se inició con una disponibilidad de 50 millones de pesos, y en una primera etapa los beneficiarios son habitantes del área metropolitana de la ciudad de México.
El préstamo se otorga sobre la garantía de la vivienda que habite el solicitante, exenta de gravámenes, registrada a su nombre y cuyo valor sea al menos 4 veces el valor del préstamo, Esto es, que el préstamo se otorga por 25 por ciento del valor de la vivienda, aunque la proporción puede ser un poco mayor.