LUNES Ť 23 Ť JULIO Ť 2001

CIUDAD PERDIDA

Ť Miguel Angel Velázquez

Ť Una Constitución para el DF

Ť Tarea prioritaria del PRD

DESDE HACE por lo menos 90 días, los partidos con mayor votación en el Distrito Federal se han reunido en busca de una fórmula que permita romper el cerco legal que impone el artículo 122 constitucional y, sin afectar los derechos federales que impone el ser la sede de los poderes, permita a quienes habitamos la ciudad más poblada del mundo tener plenos derechos como ciudadanos.

LA INTENCION perredista de crear el estado 32, proyecto que fue prioridad para la izquierda desde 1976, cuando menos públicamente salió de su agenda.

EN SU lugar el destino del Distrito Federal se finca en la idea de elaborar una Constitución política que amplíe las facultades del legislativo local, entre otras cosas, pero como punto fundamental y soporte de las decisiones de la población expresadas a partir de sus representantes electos.

ESTO PARECE bien entendido por los tres partidos más importantes en la ciudad, pero hasta el momento no hay avances sustanciales o acuerdos que permitan pensar en una reforma a la Constitución federal.

CADA PARTIDO tiene, al parecer, su propia idea del camino que se debe tomar, aunque todos tendrían al final la misma idea: ampliar las facultades del legislativo en la capital de la República.

POR LO pronto y para que nadie se equivoque el PRI está en contra, no quiere por ningún motivo acceder a una posible reforma que lleve a la creación de una Constitución para el Distrito Federal.

PARA ACCION Nacional la propuesta no es descabellada y, sin apoyarla del todo, tampoco la ha descartado, aunque, según se sabe, hace algún tiempo dejó de asistir a las reuniones de discusión en las que se analiza la posibilidad, con la excepción del legislador José Paoli Bolio, quien no abandona la polémica.

DE TODO esto algo que es muy importante es la postura de la Secretaría de Gobernación al respecto. Para Santiago Creel la necesidad de establecer un nuevo pacto social en la ciudad de México es de primera importancia.

CONOCEDOR DE los problemas de la ciudad -no se debe olvidar su interés en ser jefe de Gobierno- entiende los muy angostos espacios en los que circula la política capitalina y las urgencias que demanda su gobernabilidad.

ESO HACE al secretario de Gobernación un aliado natural a la idea de concluir, aquí sí, una transición por el momento inconclusa. Prolongar la reforma política acerca cada vez más la capital a escenarios peligrosos que podrían desbordar las murallas de la gobernabilidad, cada vez más erosionadas.

ADEMAS CREEL está empeñado en darle forma democrática a los discursos de ida y vuelta entre los mandatarios local y federal, que de hecho intervienen poco en este asunto, aunque el PRD es el que encabeza la propuesta.

PARA CARLOS Imaz las reformas al artículo 122 constitucional son la tarea prioritaria en su gestión. De eso, de lograr los cambios, dependerá en mucho el éxito o el fracaso del gobierno perredista. Así lo entiende el líder del partido del sol azteca en el Distrito Federal.

LOS ESFUERZOS, entonces, van bien encaminados y aunque la ruta está sembrada de minas explosivas hay confianza en que cada uno de los partidos se dé cuenta perfecta de los peligros a que se enfrenta la capital del país sin las armas de ley que la protejan de las circunstancias adversas por donde ahora tiene que circular.

El PRI de Campa


DE FRENTE al próximo e inevitable Consejo Nacional del PRI, Roberto Campa Cifrián fue encargado de una nueva tarea, misma que aceptó después de mucho pensar en el asunto y sin estar totalmente seguro de que el consejo podrá derivar en los cambios que requiere ese partido.

PERO ACEPTO finalmente porque al casi marginarse de las acciones de su partido durante más de un año, no puede dejar de pensar en un PRI diferente, más libre de las ataduras que aún mantiene y mucho más comprometido con la población priísta y menos con los controladores de los instrumentos que ahora resultan inoperantes.

LA UTOPIA de Campa se mantiene viva, alimentada por muchos militantes quienes suponen cada día con mayor fuerza que frente a los desatinos constantes del gobierno actual el PRI, con una nueva manera de actuar, podría tener una nueva oportunidad.

NO OBSTANTE, lo que no saben o no quieren entender muchos que como él miran horizontes mejores para el PRI, es que las apuestas por un profunda ruptura en esa organización política después del consejo se inclinan por la atomización del partido a falta de un liderazgo fuerte que logre conciliar los intereses de los priístas que no tienen una ideología definida, pero que con la lanza de la ambición quieren volver al poder.

TAL VEZ la tarea que hoy se encarga a Campa puede ser la última de un político comprometido con destinos diferentes a los que propone su partido, pero tal vez también sea la última vez que se pueda ver al PRI como partido. Las apuestas siguen.

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