Ť El cineasta estuvo ausente de los escenarios 18 años; dirigir de nuevo, un placer, dice
Ripstein regresa al teatro con Forever
Ť Hay más cercanía con el realizador, considera Ť El argumento de Rafael Buñuel es noción Patricia Reyes Spíndola, actriz protagónica curiosa de la pareja y los deseos, define el creador
MONICA MATEOS-VEGA
A diferencia de otros cineastas, a Arturo Ripstein le fascina el teatro, asegura la actriz Patricia Reyes Spíndola, principal cómplice del regreso del director a los escenarios teatrales, luego de 18 años de ausencia, con la puesta en escena Forever, de Rafael Buñuel.
Desde 1999 surgió en Rispetin la inquietud de dirigir la obra de uno de sus amigos de la infancia para ser presentada en el Foro Stanistablas, propiedad de Reyes Spíndola, una de sus colaboradoras entrañables. Todos los involucraron hicieron "un tiempito" en sus apretadas agendas, y en apenas tres semanas quedó listo el montaje de esta historia "moderna, divertida y triste", en la que también actua Alvaro Guerrero.
"Forever tiene partes que son mentiras y otras en las que se plasma la realidad. Esta el humor ácido que le gusta a Ripstein, pero también hay cosas ligeras. La ensayamos de 10 de la mañana a 7 u 8 de la noche, durante las tres semanas que tuvimos libres, fue un trabajo arduo, de casi todo el día, pero valió la pena", explica la actriz, quien dice estar ya adaptada al estilo del director de la cinta La perdición de los hombres.
La dupla Reyes Spíndola-Ripstein lleva en la pantalla grande diez años, desde que él la llamó para actuar en La mujer del puerto, y aunque algunos le dicen a Patricia "actriz fetiche de Ripstein", ella bromea y dice "será metiche. ¡Ah! pero no soy la única que ha salido en casi todas las películas de Arturo durante la última década, si observan somos muchos: el gordo Yáñez, la chiquita que salió de mi hija en La reina de la noche, y Osami, un japonés. Somos los que siempre estamos".
Según Reyes Spíndola, colaborar en teatro con Ripstein es una experiencia nueva, "como volver a empezar. No se trata de la continuidad de nuestra relación en cine ni es una síntesis de lo que hemos hecho porque se trata de otro medio. La diferencia ahora es que hay más cercanía; nunca habíamos estado tanto tiempo juntos porque cuando filmamos hago mi secuencia, me voy y él se queda en el set haciendo muchas otras cosas.
"En el teatro esto no es así, el director pasa mucho tiempo con sus actores. La síntesis de nuestra relación laboral de los últimos diez años en realidad es que él haya querido y confiado en venir a hacer teatro conmigo en un espacio tan pequeño -tenemos 100 butacas- en el que no se gana nunca dinero, y menos ahora que sólo nos presentaremos una vez por semana. Sólo estamos juntos por el placer de trabajar y por la pasión que le tenemos al teatro, a la actuación".
Forever es, añade, un proyecto de amistad, pues el autor de la obra, Rafael Buñuel, hijo del legendario cineasta Luis Buñuel, es amigo de la infancia de Ripstein.
"No la hicimos por interés económico, sino por puro gusto", reitera. En este sentido, este proyecto sólo significa un respiro en la carrera cinematográfica tanto de Reyes Spíndola como de Ripsten.
Durante los ensayos de Forever, recuerda Patricia, el cineasta solía decir que el montaje de cada uno de los dos actos que la conforman eran "como dos planos secuencia de 50 minutos cada uno. Y cuidó mucho que la actuación se viera muy natural, como le gusta, nunca faltó el rigor y eso para mí fue muy placentero, pues como también soy actriz de televisión, ese medio hace correr el riesgo de perder disciplina actoral.
"Por eso siento que trabajos como el que hago en Forever me hacen ser mejor actriz para lo que venga, sea teatro, cine o televisión. Seguir una dirección como la de Ripstein nos hace ser buenos actores.''
MONICA MATEOS-VEGA
"Hacer teatro es una especie de tranquilidad para mí", aseguró la noche del sábado el cineasta Arturo Ripstein, durante el estreno de la puesta en escena Forever, escrita por Rafael Buñuel.
Complacido por el trabajo realizado por los actores Patricia Reyes Spíndola y Alvaro Guerrero, el director conversó gustoso con la prensa acerca del proyecto que calificó de un "momento afortunado" en su carrera profesional.
"No soy una persona de teatro, no sé hacerlo, no lo entiendo, entonces, poder dirigirlo fue para mí realmente un placer. Soy amigo de Rafael Buñuel desde que éramos muy jovencitos, hace años leí su obra y me gustó mucho, me pareció una noción muy curiosa de lo que es la pareja, de los deseos y de los juegos escénicos que se tienen constantemente en una relación amorosa, que van y vienen, que suben y desaparecen. En esta pieza, esos momentos se pueden manejar con una cierta precisión, entra el juego del teatro y la reflexión en torno a las fuerzas que modelan una pareja", explicó.
El realizador de Así es la vida puntualizó que si bien en la trama de Forever hay algunas cosas que se emparentan con las historias que él narra en la pantalla grande, "no la escogí porque fuera como mis cosas. En un lenguaje que no es el mio es preferible encontrar caminos por los que no he pasado antes. Aquí son planos secuencia de 50 minutos, en el cine estoy limitado a 10.
El cineasta recordó que la primera obra que dirigió, hace 20 años, fue El beso de la mujer araña, en la que actuaban Gonzalo Vega y Héctor Gómez. Después hizo, hace 18 años, La visita de la bestia, con Rebeca Jones y Silvia Pasquel, desde entonces asegura que no ha recibido más invitaciones: "a mí me satisface mucho hacer teatro, de verdad, es como tomar un baño con aguas frescas, es tan distinto al cine, el estrés es diferente, pero en ambos caso se padece".
Acerca del dramaturgo Rafael Buñuel señaló que es un autor por descubrir en México ya que este tiene un número de obras "francamente interesantes. Su trabajo se ha puesto principalmente en Estados Unidos y en algunos lugares en Europa. Este es el estreno mundial de Forever, la obra únicamente requirió que se adaptaran ciertos giros idiomáticos para ajustarse a una realidad reconocible. En las obra de Buñuel siempre está el absurdo, las contradicciones, las paradojas, el juego mismo del teatro.
"En el transcurso de la temporada trabajaré ajustando la obra en una serie de detalles que hay que limar. Es complicado que sea una pieza que se representa una vez a la semana porque los actores pierden un poco el tono, el ritmo, las intenciones. Pero el director en el teatro, sobre todo en mi caso que soy un director muy modesto porque no he hecho nunca reflexiones profundas al respecto, debe estar siempre en tercer lugar. Los que dan la cara son el autor y los actores. Yo pretendo ser un director que no brinca y que no está demostrando su presencia desesperadamente, estoy en lo oscurito, en una butaca."
Forever se presenta todos los sábados a las 19 horas en el Foro Stanistablas (Londres 30, Juárez).