LUNES Ť 23 Ť JULIO Ť 2001
Ť Tendrá mayor coordinación con Sedena y PGR
Preservar la estabilidad del Estado, objetivo del nuevo Cisen
Ť Se buscará colaboración con agencias de inteligencia extranjeras
ALONSO URRUTIA
La reestructuración del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) tiene, como parte de sus ejes fundamentales, una más intensa coordinación con las secretarías de la Defensa Nacional, Marina, la Procuraduría General de la República y la Presidencia, a fin de que los servicios de inteligencia alerten con mayor eficiencia de las amenazas y riesgos internos y externos a la seguridad nacional, con el objetivo de preservar la integridad y estabilidad del Estado mexicano.
En esa lógica, con la nueva administración se buscará ampliar la colaboración con agencias de inteligencia de otros países, bajo el principio de que los riesgos a la seguridad nacional ya no son sólo de carácter interno. La globalización que enfrenta el mundo -reconocen en el Cisen- ha provocado que fenómenos como el tráfico de armas, de personas y el narcotráfico tengan una expresión cada vez más internacionalizada.
Bajo la premisa de que el principal valor a tutelar es la seguridad de una sociedad regida con principios democráticos, el proceso de inteligencia -según la nueva administración del Cisen- busca evaluar y analizar los ''insumos informativos recabados por el Estado.''
En este contexto, se busca que el centro se consolide como una agencia de inteligencia del Estado mexicano y erradicar sus funciones como instrumento del régimen o al servicio de un partido político.
El objetivo central será ahora desarrollar este sistema de investigación y análisis de inteligencia estratégica, táctica y operativa ''que genere información privilegiada para la toma de decisiones'' y la definición de políticas públicas.
En la actualidad, el Cisen genera diariamente alrededor de mil 200 informes cuyo contenido, en su gran mayoría, se relacionan con el crimen organizado, la operación de bandas ligadas al narcotráfico, el tráfico de armas y de indocumentados. La política de la nueva administración también pretende una mayor coordinación con los gobiernos estatales a quienes se les reconoce su necesidad de contar con información y análisis de los posibles riesgos de seguridad, que les permitan adoptar sus propias políticas.
Sin embargo, la colaboración entre ambos niveles de gobierno se realizará a partir de una agenda de riesgos definida conjuntamente y en donde cada instancia operará dentro de sus propias facultades.
Las transformaciones en materia de seguridad nacional no sólo implican cuestiones operativas, sino que involucran otros ámbitos como el tecnológico y una legislación que sea más acorde a las necesidades actuales en la materia.
En este sentido, entre los objetivos inmediatos destacan la modernización tecnológica que permita hacer más eficiente el proceso de inteligencia. Esto se vinculará a un ''mejor aprovechamiento'' del personal que opera en el Cisen, consolidando el sistema civil de carrera.
Cabe destacar que el diagnóstico interno destaca que entre el personal que opera al interior la rotación laboral es muy escasa, lo que favorece un mejor control del personal, así como su profesionalización.
Por cuanto al marco jurídico, entre los objetivos del nuevo gobierno se consideran, por un lado, la aprobación de lo que sería la primera ley de seguridad nacional en México, que permitiría dejar atrás los vacíos que favorecieron la discrecionalidad en el funcionamiento del Cisen.
Paralelamente, la ley de acceso a la información regularía otro ámbito en materia de seguridad nacional, toda vez que en el proyecto que actualmente elabora el Ejecutivo federal existen coincidencias con algunos especialistas de que deben existir restricciones en materia de seguridad nacional.