DOMINGO Ť 22 Ť JULIO Ť 2001
Ť La familia tecno se reunió en el Love Parade
Con el torso desnudo y los senos al aire la generación raver tomó Berlín
EVA USI ESPECIAL
Berlin, 21 de julio. El Love Parade, el festival de música tecno más grande del mundo arrancó este sábado en Berlín, reuniendo en unas horas a cientos de miles de ravers que defendieron su derecho a andar casi en cueros y a bailar hasta que el cuerpo aguante a golpe de decibelios que retumbaron en las entrañas de toda la ciudad.
Mas de medio millón de personas, según cálculos de la policía berlinesa, bailaron en el estridente espectáculo tecno, animados por una larga caravana integrada por 45 carros alegóricos y poderosas bocinas, que partió desde dos puntos cardinales: el umbral de la Puerta de Brandenburgo, en el este, y la Plaza Ernst Reuter, al oeste, para reunirse en el epicentro, en la Columna de la Victoria.
Los organizadores, que estimaban una cifra de asistentes parecida a la del año pasado, cuando el festival congregó a un millón 300 mil almas bajo el cielo de la capital alemana, afirmaron que el Love Parade había demostrado ser un éxito grandioso. "La gente no deja que le echen a perder la fiesta", dijo a La Jornada, el portavoz de Planetcom, Enric Nitzsche, quien aseguró que éste no será el último Love Parade en Berlin. Planetcom, organizador de la gigantesca discoteca al aire libre, esperaba una drástica caída en el número de participantesdebido a una larga serie de pleitos legales en torno a la fecha de realización, financiamiento y estatus del magno evento, al grado que se especulaba que el Love Parade emigraría al extranjero a partir del 2002.
Calentando motores desde el viernes
Desde el medio día hasta entrada la noche, la generación raver invirtió todas sus energías en divertirse todo lo posible, bailando bajo el ritmo monótono y sordo de la poderosa descarga de decibelios, una explosión de música, colores e indumentaria que se apoderó de toda la ciudad. Los mas inquietos habían calentado motores en las fiestas privadas y clubes desde el atardecer del viernes, que para los mas resistentes no terminará hasta el amanecer del lunes.
''Venimos un grupo de amigos desde Hannover'', dijo Mailín, una estudiante de 19 años y enormes ojos azules, que lucía un taparrabos minúsculo con un top moteado que hacía juego con su sombrero y unas botas de media pierna de peluche. "No tenemos donde dormir -dice-, dormiremos en el tren, cuando emprendamos el regreso".
Un sol radiante salió a ratos, lo que dió como resultado un clima templado que favoreció la multitudinaria concentración. El circuito danzante de seis kilómetros de largo se apoderó del parque Tiergarten, con festivos ravers que lucían mucha piel y poca ropa. La cita puso a bailar a la familia tecno proveniente de todos los rincones del planeta, ya que en Berlín se dieron cita ravers provenientes de Europa pero también de Japón, México, Corea del Sur y Estados Unidos. ''Estamos repletos'', dijo el administrador del hostel estudiantil A&O, ubicado a un costado del Tiergarten, con una capacidad de 500 camas.
Récord de obstáculos
La mítica fiesta tecno no celebró ningún record este año y es que la serie de querellas comenzó desde abril del año pasado, cuando la policía no autorizó la fecha de realización del evento, tradicionalmente celebrado el segundo sábado de julio. Un grupo de ecologistas, molestos por que el Tiergarten, uno de los pulmones de la ciudad, se convirtiera cada año en miadero y basurero de miles de ravers, se adelantó, logrando que fuera autorizada una manifestación anti-love parade exactamente en esa fecha.
El bloqueo de los alérgicos a los estragos del encuentro tecno provocó inseguridad no sólo en la fecha sino en la realización misma de la gran fiesta, lo que ahuyentó a varios miles de ravers. De ello, no sólo se lamentaba el sector turístico que preveía ya un nivel de ocupación de 90% en comparación al año pasado, sino también el comercio y los miles de vendedores ambulantes ilegales.
Además de los conflictos burocráticos, el festival se vió mermado por conflictos internos. Afamados DJ's como Marusha y Sven Väth cancelaron su participación argumentando que "el Love Parade había vendido su alma", convirtiéndose en un evento comercial en el que los organizadores se están forrando los bolsillos. Más de 25 camiones habían anunciado a través de la revista tecno Raverline que realizarían un apagón de música a las 17 horas, hora local, como protesta por la falta de democracia en la organización interna.
Por si fuera poco, al festival tecno le fue retirado su estatus de manifestación. Después de un largo estira y afloja, el Tribunal Constitucional alemán calificó la concentración como ''fiesta callejera de carácter comercial'', con lo que los organizadores se tendrán que responsabilizar de la limpieza de 300 toneladas de deshechos que deja tras su paso el evento multitudinario. Un heróico ejército de basureros comenzarán a limpiar la avenida 17 de junio y sus alrededores a partir de la medianoche, para que la ciudad recupere al día siguiente su aspecto civilizado.
El desfile estridente y apolítico transcurrió de manera pacífica y los iniciados aseguran que la esencia pura de la cita tecno mas vanguardista tendrá lugar en las catacumbas de los clubes, ya que en la ciudad se encuentran mas de mil 500 animadores musicales, lo que garantiza que la fiesta continúe hasta el amanecer.