ZIG-ZAG
Liberación
Ť Mauricio Ortiz
NO ES SOLO el ruido ensordecedor que llega de la calle y nos vuelve locos. Son tantas cosas de las que uno quisiera liberarse y no lo consigue. Evitar, por ejemplo, al dentista. Pensar que la pieza se salvará por sí sola, nada más hay que cepillar sin falta, hacer buches morados, usar el hilo dental cada vez que se pueda. Pero no, la pieza no mejora y cita para el próximo martes, imposible librarse de la fresa y las inyecciones, la tortura de la pulpa y la dentina, y además son 32 huesecillos predispuestos a pudrirse.
UNO QUISIERA LIBERAR al mundo del hambre y la violencia, algo que hasta hoy ha resultado imposible, y parece que ayudamos a hacer exactamente lo opuesto: hambre y violencia sólo crecen. Miles de chinos ejecutados en lo que va del año, dos o tres hispanos y hasta un anglo sujetos a la pena capital en los Estados Unidos, árabes y judíos muertos por racimos, concejales españoles con un tiro en la nuca, migrantes mexicanos calcinados en el desierto o ahogados en el río. ¿Sabrás lo que es nacer en el corazón del Africa negra?
POR MAS QUE des limosnas y te suscribas a causas nobles no lograrás liberarte de ese sentimiento de culpa por el prójimo, porque sabes que no es un complejo, que de muchas maneras sí eres culpable del mundo que habitas. Acuéstate en el diván y cuéntame tus problemas; cuando creas estarte deshaciendo de ellos, ya no te podrás liberar de mí.
LIBERARTE DE LAS deudas en seis mensualidades, no nos hagamos tarugos. Tal vez no estés esclavizado a una quincena, siempre magra, siempre a destiempo, pero entonces serás esclavo del mercado tirano y despiadado. Esclavos todos de la obsesión moderna por el dinero. El millón de pesos te cambiará la vida, es decir, te liberará de tus penurias y tus estrecheces, y se te convierte en sueño: aunque sea pesadilla, estás obligado a soñarlo.
LA OBSESION ESTA estructurada como una liberación. Es sacudir y sacudir para librarte del polvo, medir con regla el doblez de la sábana para librarte de los malos sueños, desinfectar y desinfectar para librarte de los microbios. Es Lady Macbeth lávandose las manos una y otra vez. Crees liberarte de la sangre que mancha tu conciencia y la obsesión se te vuelve indispensable.
LAS PERVERSIONES SON monomanías. Estar todo el tiempo pensando en ella te conduce a querer de pronto sacudírtela de encima, sólo para constatar que es imposible, que la perversión está pegada a tu piel como a tus pulmones el aire. Sientes que lo perverso te libera; cuando te detienes a mirar, de lo que no puedes librarte es de procurarlo.
MISMA MECANICA CON las diversas drogas que utilizan las personas. Una molécula liberadora. Es decir que libera neurotransmisores, que vence sinapsis inhibitorias, que te hace reír por cualquier cosa. Una copa de alcohol qué liberadora puede llegar a ser en el momento oportuno. De nuevo te detienes a mirar, y otra vez de lo que ya no te libras es de estar emborrachándote. Si entra la aguja -escribió Larry Clark en el prefacio de Tulsa-, ya nunca sale.
¿ES LA MUERTE liberación? Difícilmente. Piensa en las cuatro paredes del ataúd, la tierra encima, la losa. Ni creas que te irá mejor en la engañosa libertad de las cenizas.