DOMINGO Ť 22 Ť JULIO Ť 2001
Ť El primer tiempo fue dominado por los universitarios con más ganas que orden
Aburrida victoria 1-0 de Monterrey sobre Pumas
Ť Una vez que obtuvo la ventaja, Rayados renunció al ataque y reforzó su media y defensa
Monterrey, NL, 21 de julio. El Monterrey inició con el pie derecho el torneo de Invierno 2001 del futbol mexicano de la Primera División al vencer por 1-0 a Pumas de la UNAM en el estadio Tecnológico de esta ciudad.
El solitario gol del encuentro fue anotado por Gastón Obledo al minuto 52, que valió los tres primeros puntos para el conjunto regiomontano, ubicado en el grupo Uno, mientras Pumas de la UNAM se fue con la derrota al fondo del sector Cuatro.
Partido de ritmo lento y de poco espectáculo para los aficionados, que al término del primer tiempo despidieron a ambos conjuntos con silbidos y abucheos, en especial a los integrantes del cuadro local.
Al minuto 10, Pumas tuvo una oportunidad de ponerse en ventaja por medio del argentino Alejandro Glaría, quien falló su disparo debido a la marca que tuvo de dos zagueros locales, cuando se encontraba solo dentro del área del portero Ricardo Martínez.
Nada relevante sucedió en el primer tiempo, salvo el dominio aparente de Pumas sobre Rayados, a pesar que nunca se vio reflejado en el marcador, ya que los ataques del cuadro visitante carecieron de fuerza e idea.
El aburrimiento se rompió al minuto 52 cuando Monterrey se puso arriba en el marcador por conducto de Gastón Obledo, quien mandó un potente disparo de pierna derecha, que no pudo detener el portero Jorge Campos a pesar de su estirada.
Con el gol a favor, se pensó que Monterrey se iría al ataque para aumentar el marcador, pero se olvidó de ello para dedicarse a conservar su diferencia, en tanto Pumas continuó con sus llegadas sin ningún orden.
Al minuto 73 Omar Gómez tuvo una buena ocasión de anotar, pero su disparo salió desviado del marco de Jorge Campos, luego que el defensa Joaquín Beltrán le estorbó en la jugada.
Pumas perdió la brújula y ya no pudo empatar, debido a que sus ataques carecieron de profundidad y sin ningún peligro para la defensa de Monterrey, que rompió todo intento de los delanteros universitarios.
El árbitro del partido fue Marco Antonio Cueva, quien desempeñó un trabajo regular. NOTIMEX