DOMINGO Ť 22 Ť JULIO Ť 2001
Ť Sería la condición previa para cualquier reforma, dice dirigente californiano
Líderes de sindicatos nacionales de EU exigen legalizar a todo trabajador indocumentado
Ť Comienza el debate para ajustar las leyes migratorias mediante un acuerdo con México
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Washington, 21 de julio. Líderes de sindicatos nacionales estadunidenses están demandando la legalización "de todos los trabajadores indocumentados" como primer paso incondicional para cualquier reforma de la política migratoria, y sólo después considerarían un programa de trabajadores huéspedes con ciertas condiciones.
Esta demanda será clave en la evolución del debate que comenzó en Estados Unidos para reformar las leyes migratorias mediante un acuerdo bilateral con México que, según algunos, podría significar el cambio más importante en la política migratoria en la historia reciente de este país.
"Ya no se trata de si procederá la legalización, sino de cuándo", afirmó Eliseo Medina, vicepresidente ejecutivo del Sindicato Internacional de Empleados de Servicios (SEIU, por sus siglas en inglés). La demanda que han presentado los líderes sindicales estadunidenses a Washington y México es simple: "Se tiene que legalizar a todos los trabajadores indocumentados aquí primero... a los que han contribuido a esta sociedad... y darles la oportunidad de seguir el sueño americano. Se debe hacer eso primero", dijo Molina desde su oficina en Los Angeles en entrevista telefónica con La Jornada.
El SEIU, con 1.1 millones de agremiados, junto con el Sindicato Nacional de Trabajadores de Hoteles y Restaurantes (HERE, por sus siglas en inglés) encabezan una campaña -a la que se suman aliados en el sector religioso y de agrupaciones de defensa de inmigrantes- que busca obtener derechos básicos para millones de trabajadores indocumentados. En conjunto representan el actor político de mayor base social a escala nacional en el recién estallado debate sobre la legalización de los indocumentados.
Esta semana John Wilhelm, secretario general de HERE, anunció, durante el congreso nacional de ese gremio en Los Angeles, que su sindicato hará "giras por la libertad de los inmigrantes" con autobuses llenos de trabajadores indocumentados que llegarán a Washington desde diversos puntos de Estados Unidos en demanda de la legalización.
En esta iniciativa, modelada sobre las giras de la libertad en la lucha por los derechos civiles de los negros en los años sesenta, el sindicato llevará a indocumentados a Washington retando a las autoridades a intentar detenerlos, y usará la acción para difundir las penas y obstáculos que enfrentan esos trabajadores. "Los inmigrantes están en cada lugar de trabajo en Estados Unidos, y no se van. Tenemos que dejar claro ante los trabajadores inmigrantes que estamos de su lado", declaró Wilhelm en su congreso.
Diálogo con funcionarios mexicanos
Los sindicatos han comenzado un diálogo con el gobierno mexicano al respecto. El canciller Jorge Castañeda fue invitado especial al congreso de HERE esta semana, y allí generó ovaciones al insistir en que el gobierno de Vicente Fox demandará la legalización de los indocumentados como única forma de prevenir su explotación, y que no se aceptará la propuesta de otro programa de trabajadores huéspedes, a menos de que también haya acuerdo sobre la legalización de los mexicanos que ya trabajan en Estados Unidos. "Es la enchilada entera o nada", afirmó ante el aplauso de cientos de delegados sindicales. Más notable fue que el New York Times publicó en su primera plana una nota sobre el discurso de Castañeda, encabezando que México ha encontrado en el sindicalismo estadunidense un aliado improbable para promover un cambio en política migratoria.
Es poco común, indicó el Times, que un alto funcionario de otro gobierno ofrezca un discurso en una convención sindical estadunidense, y aun menos que levante el puño en solidaridad, como lo hizo Castañeda.
En los últimos meses ha habido un intercambio sin precedentes entre líderes sindicales estadunidenses y el gobierno de Fox sobre migración. El secretario general de la AFL-CIO, John Sweeney, se encontró con Fox a principios de este año; John Wilhelm, de HERE; Eliseo Medina, de SEIU, y otros líderes sindicales visitaron a Castañeda en México hace un mes, poco después de que dirigentes del sindicato de la rama de alimentación, UFCW -el más grande del sector privado-, habían hecho lo mismo. Esta semana, durante su gira por Estados Unidos, Fox se reunió con los jefes de los sindicatos automotriz (UAW) y de transportistas (Teamsters).
Los dirigentes sindicales también han dialogado con sus legisladores y políticos, e insisten en que representarán una fuerza clave en el debate para determinar una reforma de la política migratoria en Washington. "Estamos generando un amplio consenso", afirmó Medina a La Jornada. "Tenemos la esperanza de que se podrá llegar a un acuerdo aceptable", dijo, señalando que continúa un diálogo con sectores empresariales sobre elementos de esta reforma.
Pero para el mundo sindical el tema de otro programa de trabajadores huéspedes es polémico y aún no hay consenso en torno de alguna propuesta. Para algunos, cualquier programa de trabajadores temporales es repetir los fracasos del Programa Bracero.
"Si Bush propone uno, lucharemos contra él y lo derrotaremos", afirma un estratega político sindical sobre cualquier tipo de programa de trabajador huésped. En entrevista, el estratega, quien pidió el anonimato, señaló que los sindicatos y sus aliados rechazan casi cualquier propuesta. "Nadie ve ningún beneficio de un programa huésped para el sindicalismo", indicó. Pero reconoció que esto podría formar parte de una posición de negociación, y que se deberá evaluar si esta posición podría cambiar, y a cambio de qué.
Para Medina, del SEIU, cualquier propuesta para un programa de trabajador huésped tendría que incluir cuatro elementos básicos para ser considerada por los sindicatos. Estos incluyen la libertad de un trabajador huésped de cambiar de empresa (la "portabilidad de empleo"), para no estar condenados a sufrir condiciones impuestas por su dependencia de un solo patrón; gozar de acceso pleno a todos los derechos laborales estadunidenses, incluyendo en derecho de agremiarse; establecer un mecanismo independiente para garantizar que los acuerdos de un programa huésped sean cumplidos, y, finalmente, que exista un mecanismo claro para tener acceso a la legalización permanente de un trabajador.
Sin estos elementos, subrayó, "repetiremos los fracasos del pasado... donde un programa huésped sólo resulta un programa de vasallaje involuntario". Los sindicatos todavía tienen gran influencia en la cúpula política, particularmente en el Partido Demócrata y sus legisladores. Con una creciente conciencia de que los trabajadores inmigrantes son clave para el futuro del sindicalismo estadunidense, aquellos sindicatos que representan a bases de inmigrantes -SEIU, HERE, UFCW, entre otros, junto con la AFL-CIO- tendrán un impacto posiblemente determinante en el tipo de reforma de la política migratoria que resultará de este debate nacional.