SABADO Ť 21 Ť JULIO Ť 2001

Ť Comentan distintos grupos último libro del ex rector

En la UNAM, reforma basada en lazos personales: Pablo González

Ť El proyecto neoliberal golpea no sólo a la educación superior, sino también a la básica, advierte miembro del CNI

KARINA AVILES

El tema de la universidad fue llevado a la sede de la Alianza de los Tranviarios de México, y como propone Pablo González Casanova en su reciente libro, La universidad necesaria en el siglo XXI, sembró vínculos entre los asistentes. Los lazos personales, de amistad, camaradería y compañerismo entre profesores, estudiantes y trabajadores, señala el ex rector de la UNAM, "deben ser la base de la reforma que se está planteando en todo el sistema educativo" y en las instituciones de educación superior para lograr determinados objetivos, entre otros, tener "muy buena educación para más gente".

Grupos obreros y civiles organizaron una reunión para presentar la obra del maestro universitario. Luis González Souza, de Causa Ciudadana; Benito Baena, secretario general de la Alianza de Tranviarios de México; José Antonio Almazán, del Sindicato Mexicano de Electricistas; Víctor Flores Olea, de Paz con Democracia; Carlos González, del Congreso Nacional Indígena; Héctor Sosa, de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación; Ana Esther Ceceña, del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, y Agustín Rodríguez, secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Universidad Nacional, hablaron de las enseñanzas y las propuestas de este texto que en palabras de González Souza es "universal y universalista, enciclopedia, proclama y utopía".

Víctor Flores Olea inició los comentarios en aquel auditorio concurrido por trabajadores, estudiantes y profesores universitarios. Destacó que González Casanova nos explica que los sistemas educativos están reflejando "cada vez más, y de manera más insistente", los intereses de los nuevos sujetos "del acontecer económico y político". A los sistemas de enseñanza, dijo, parece exigírseles que respondan a las líneas que gobiernan la lógica de los grandes centros de poder económico y político.

Hay características que se derivan de lo anterior, y una de ellas es la tendencia a las privatizaciones, entre otras, la de la educación. De esa manera, González Casanova recuerda que el conflicto universitario se inscribe en este proyecto de privatización, indicó Flores Olea. Frente a ello, el ex rector de la UNAM "propone cuáles serían los objetivos para mantener una enseñanza que no esté sujeta a los intereses de los poderes económicos neoliberales" y habla de una amplia democracia, que tendría como fundamento la creación de redes, es decir, "un amplio movimiento social en el que la comunicación del saber y la enseñanza signifiquen la participación de la comunidad social entera", agregó.

La idea de que la educación no sólo se transmite en las aulas, sino que el conocimiento está también en la sociedad, en la realidad, en la escuela de la vida, fue destacada por Ana Esther Ceceña. La investigadora resaltó cómo se han ido perdiendo las prácticas de campo que se hacían en la universidad, y expresó que en estos momentos la educación "es uno de los espacios de batalla más importantes".

También se refirió al señalamiento que se hace en la obra de que "en el caso de la UNAM no se puede descartar que el alza de las colegiaturas haya sido parte de un 'complot desestabilizador' cuyos efectos secundarios contribuirán a probar la ingobernabilidad de la 'universidad de masas' y la necesidad de su desmembramiento y restructuración -o de su cierre- dentro de una lógica privatizadora". Indicó que hay una política de contrainsurgencia que así como ha sido utilizada en Chiapas empieza a emplearse en barrios a causa de su rechazo al neoliberalismo.

Luis González Souza subrayó la tesis planteada en el libro de que "el nuevo orden mundial más bien se asemeja a un apartheid universal". Se trata de un sistema dominado por el empresariato -que "domina estados, mercados y subsistemas de mediación y de represión", establece la obra- y que se perfila "como la gran categoría", como la que se tuvo en otros tiempos: la de la "burguesía y la del imperialismo".

El conflicto apenas empieza

Destacó la afirmación de González Casanova de que para "entender lo que ocurre en la UNAM y darse cuenta de que el conflicto, lejos de haber terminado, apenas empieza, es necesario elaborar un análisis que incluya los elementos de fondo del proceso y el proyecto privatizador". Indicó que el investigador emérito hace el mejor "alegato de la educación como derecho" y logra conducirnos "a un consenso de la dignidad, la esperanza y a una utopía motriz".

Por su parte, Agustín Rodríguez recordó el año de 1971, cuando el investigador era rector de la UNAM. "El gran realce del movimiento sindicalista universitario se lo debemos a Pablo González Casanova". Expresó que este libro "ha servido como base para estructurar un pensamiento en todo el sindicalismo universitario".

Carlos González, del Congreso Nacional Indígena, indicó que la vinculación de los universitarios con los movimientos sociales es un aspecto que han descuidado los unamitas y también "los que estamos afuera". Dijo que la autonomía -la cual vincula a los indígenas y universitarios- es uno de los mecanismos para hacer frente a ese empresariato. Héctor Sosa expresó que el proyecto neoliberal no sólo ha golpeado a la educación pública superior, sino también a la básica, y alertó sobre la intención que se tiene de "desaparecer los turnos vespertinos" de ese nivel. José Antonio Almazán planteó que los trabajadores requieren de esa red de redes propuesta por González Casanova no sólo por la necesidad de sobrevivencia, sino también para avanzar en la construcción de un plan nacional energético, que es un punto clave para que una nación sea libre y democrática.

Pablo González Casanova recordó cuando estaba estudiando para contador y uno de sus compañeros era tranviario. Mientras su compañero manejaba el tranvía él le iba leyendo algunas cosas que debían aprenderse de memoria. Este tipo de vínculos personales, de amistad, de camaradería y de compañerismo deben ser la base de la reforma que "se está planteando en todo el sistema educativo y en todas las universidades, empezando por la UNAM", expresó. Hay que "establecer vínculos permanentes en algunos casos, eventuales en otros, pero vínculos entre los profesores, los estudiantes y los trabajadores" para tener una "muy buena educación para más gente", es decir, "una educación para todos, pero de alta calidad".