SABADO Ť 21 Ť JULIO Ť 2001
Ť Pasarán 30 años antes de que haya igualdad de oportunidades para todos: Rincón Gallardo
No habrá democracia mientras exista la discriminación
CAYETANO FRIAS FRIAS CORRESPONSAL
Guadalajara, 20 de julio. Para poder pasar de la igualdad ante la ley a la igualdad de oportunidades "nos va a llevar quizá de dos a tres décadas", afirmó Gilberto Rincón Gallardo, presidente de la Comisión Ciudadana de Estudios contra la Discriminación (CCED).
Al inaugurar el foro que recogerá las inquietudes sobre discriminación por preferencia sexual, las cuales serán plasmadas en el proyecto de ley que pretenden presentar ante el Congreso de la Unión en octubre próximo, Rincón Gallardo advirtió que no se puede hablar de consolidación democrática "cuando todavía hay ciudadanos de primera, de segunda y de tercera".
Precisó que en tanto persistan las desigualdades de género, edad, grupos étnicos, preferencia sexual, creencia religiosa y discapacidad, nuestro país no podrá afirmar que se ha consolidado el desarrollo democrático.
Rincón añadió que el tema de la preferencia sexual es el de los derechos fundamentales, "no es un asunto moral o de religión". Advirtió que "una democracia moderna no puede construir su sistema legal sobre condiciones morales".
El presidente de la CCED se manifestó esperanzado en que los congresos, tanto el federal como los estatales, nunca caigan en la tentación de legislar sobre bases morales, aun cuando así lo exijan las mayorías, ya que todos deben pugnar por establecer los derechos universales.
Rodolfo Turáin, presidente del Consejo Nacional de Población (Conapo), precisó que el mayor índice de desigualdad es por géneros, porque en ninguna de las entidades de México las mujeres rebasan el desarrollo humano de los hombres.
Agregó que por municipios también se reflejan grandes desigualdades, pues hay algunas poblaciones que todavía tienen el nivel de desarrollo de la década de los 30, mientras que, por ejemplo, en el Distrito Federal casi se rebasa el índice 0.900, que no está tan lejano de los países desarrollados.
Claudia Hinojosa, miembro de la CCED, habló específicamente de la discriminación por preferencia sexual y afirmó que "pocas prácticas disfrutan de mayor impunidad que las agresiones a la homosexualidad".
En el caso de Guadalajara, precisó que la comunidad lésbico-gay no olvida cuando a finales de la década de los 80 tuvo que cambiar para Acapulco la sede de su asamblea internacional, por el hostigamiento que se hizo en contra de ellos por parte de Gabriel Covarrubias Ibarra, entonces presidente municipal.
Hizo un recuento de los países que han plasmado en sus leyes un freno a la discriminación, como Ecuador, Guatemala y algunos estados de Brasil, mientras que en el caso de México, "solamente existen dos ordenamientos, que son el Código Penal y la Ley de Seguridad Pública, ambos del DF".
Hinojosa recomendó realizar campañas públicas en contra de la homofobia y promover reformas para poner un freno a estas prácticas, para luego señalar que no basta la ley. Citó como ejemplo cuando en la campaña presidencial de 2000 "fueron difundidos calificativos de 'lavestida, mariquita sin calzones', pese a que ya había entrado en vigor una ley en el Distrito Federal, a través de la cual se prohíbe incitar al odio".