SABADO Ť 21 Ť JULIO Ť 2001
Ť Prestadores de servicios proponen figuras de trabajador huésped y legalización merecida
Promueven empresarios programa para migrantes
Ť En temporadas vacacionales faltan empleados en hoteles y restaurantes Ť Gremios patronales y sindicatos cabildean por separado con el gobierno de Estados Unidos
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Washington, 20 de julio. Empresarios del sector de servicios -hoteleros y restauranteros, principlamente- que emplean a trabajadores con bajos salarios presionan al gobierno de George W. Bush para un programa limitado de legalización de indocumentados, como parte de las propuestas de reforma política migratoria que se anunciará cuando el presidente estadunidense y su homólogo mexicano se encuentren en esta capital, a principios de septiembre.
Mientras los funcionarios de los departamentos de Justicia y de Estado preparan sus recomendaciones finales sobre lo que se prevé la reforma más extensa de política migratoria estadunidense en décadas, un vocero de la Coalición de Trabajadores Inmigrantes Esenciales informó a La Jornada que cualquier iniciativa sobre migración debe incluir un programa de trabajador temporal, así como también un mecanismo para permitir que aquellos trabajadores indocumentados que han residido aquí durante algún tiempo, tengan el derecho de solicitar una condición legal permanente.
"Tenemos hoteles en las playas y posadas de esquí que no pueden encontrar suficientes trabajadores para los empleos de temporada entre la fuerza laboral local, y tenemos a otros patrones en la industria de servicios que necesitan empleados confiables de largo plazo y tampoco los encuentran dentro de sus economías locales", comentó John Gay, vocero de la coalición de empresarios de esos sectores.
Gay declaró que aún persisten tasas de desempleo muy bajas en muchos segmentos del sector de servicios, como vendedores, choferes, asistentes de salud, y trabajadores de oficinas. Esto es lo que ha impulsado la creación de la Coalición de Trabajadores Esenciales, alianza de empresarios que en su conjunto emplean a más de 12 millones de trabajadores en este país, a fin de presionar en favor de una reforma de la política migratoria.
Las propuestas de este sector empresarial son similares a las que se están discutiendo en el propio gobierno estadunidense. El secretario de Estado, Colin Powell, declaró este viernes que las nuevas propuestas de inmigración incluirán un componente de trabajador huésped y otro medidas de legalización merecida. "Estamos orgullosos de que ofrezcamos oportunidades para que gente que llega a este país y se gane la vida, algunos para regresar, otros para, a la larga, convertirse en ciudadanos estadunidenses. Queremos regularizar esto", afirmó.
Descartan amnistía a indocumentados
El asunto de la legalización ha provocado protestas de varias agrupaciones conservadoras. El secretario Powell advirtió hoy que ninguna de las iniciativas en consideración incluyen una "amnistía plena". Otros funcionarios también han negado que esté bajo consideración algún programa de legalización "inmediata".
"La administración (de Bush) parece haber empezado a dibujar una diferencia entre amnistía y algún tipo de legalización ganada", explicó John Gay, quien también es oficial de la Asociación Americana de Hoteles y Hospedaje.
Los empresarios, indicó Gay, no están promoviendo una amnistía, más bien están proponiendo que aquellos trabajadores que pueden comprobar que han trabajado de forma constante en este país durante algunos años, que han pagado impuestos y no han cometido ningún delito o provocado algún problema, se les debería ofrecer la oportunidad de solicitar una condición legal permanente.
"Nuestra agenda de reforma promueve dos cosas básicas: una es hacer más fácil que los empresarios que no encuentran trabajadores aquí puedan contratarlos fuera de este país para labores de temporada, y la segunda es un programa de legalización merecida", dijo Gay. "Un programa de trabajador huésped por sí solo, o un programa de legalización por sí solo, no va a prosperar en el Congreso".
El año pasado representantes empresariales, de grupos de defensa de derechos de inmigrantes y de sindicatos comenzaron a dialogar sobre la posibilidad de un "gran acuerdo" entre el sector empresarial y el sindical sobre el cual podrían impulsar una reforma de la política migratoria de este país. Pero este año, esa conversación parece haberse estancado, y ahora ambos sectores están cabildeando por su lado al gobierno estadunidense.