VIERNES Ť 20 Ť JULIO Ť 2001

Ť Será lanzado el 30 de julio; recolectará vestigios del astro rey durante dos años y medio

Explorador robótico traerá a la Tierra polvo solar

Ť La muestra servirá para explicar las condiciones en que se formaron los planetas: científicos

AP

Cabo Cañaveral, 19 de julio. Un explorador robótico llamado Génesis está por embarcarse en un viaje sin precedente para recolectar y traer a la Tierra vestigios del Sol.

La NASA espera que las motas de polvo solar -equivalentes quizá a unos 10 granos de sal si se aglomeran- ayuden a explicar las space_holecondiciones, el origen mismo, cuando se estaban formando los planetas del Sistema Solar.

La cantidad de partículas solares será escasa, admite el director del proyecto, Chet Sasaki. "Pero será muy valiosa", asegura.

La misión, que partirá el 30 de julio, será la primera, desde las misiones Apolo a la Luna, que traerá muestras del espacio exterior.

El 8 de septiembre de 2004, la cápsula con las partículas de viento solar descenderá en el desierto de Utah en un paracaídas y será atrapada en el aire por un helicóptero, el cual la hará descender lentamente al suelo y luego será conducida al mismo edificio del Centro Espacial Johnson, en Houston, donde están las rocas lunares.

El procedimiento para depositar en la Tierra las muestras solares "despertó muchas dudas al comienzo", dijo el científico jefe de la misión, Don Burnett, profesor de geoquímica del Instituto de Tecnología de California.

El ingeniero de sistemas Richard Bernett anticipa: "no solamente vamos a observar la esencia primordial del universo, tratando de traer muestras de lo que atraparemos del Sol, sino que también tendremos algo interesante con la captura en el aire".

La cápsula que traerá las muestras solares, sellada desde noviembre para evitar contaminación, fue purgada con gas nitrógeno para mantener el interior lo más limpio posible.

Dentro de la cápsula de 1.50 metros de diámetro hay cinco páneles recolectores circulares, cada uno de los cuales tiene una red de obleas hexagonales construidas con silicio, diamante, zafiro, oro, aluminio o germanio para atrapar las partículas solares.

Cuando el viento solar pase junto al Génesis, a más de 1.6 millones de kilómetros por hora, a 155 millones de kilómetros del Sol, en los páneles recolectores quedarán impresos rastros microscópicos de los elementos químicos constituyentes de las partículas. El objetivo es capturar los 83 elementos químicos naturales a lo largo de dos años y medio.

Bernett calcula que cuando el Génesis regrese, los paneles habrán recogido el equivalente a mil granos de sal. Con la excepción de unos 10 granos, el resto será hidrógeno y helio, tan comunes que resultarán carentes de interés. Pero esos otros 10 valiosos granos -en la forma de átomos esparcidos uniformemente en los paneles recolectores- serán objeto de minuciosos exámenes químicos de científicos de todo el mundo.