VIERNES Ť 20 Ť JULIO Ť 2001
Ť Hernández Tapichín, en la presentación de medicamento
Censida difundirá en agosto su plan de acción para este sexenio
Ť "Lamentables", las declaraciones de Ancona Capetillo, dijo
Ť La didanosina, sustancia activa del nuevo antirretroviral
CAROLINA GOMEZ MENA
Al calificar de "lamentable que una persona que está a cargo de defender los derechos de la población", haga declaraciones que inciten a la intolerancia en contra de los enfermos de VIH-SIDA -en referencia a lo expresado por Omar Ancona Capetillo, titular interino de la Comisión de Derechos Humanos del estado de Yucatán- Griselda Hernández Tepichin, directora técnica del Centro Nacional para la Prevención y Control del Sida (Censida), antes Conasida, informó que el próximo mes este órgano desconcentrado de la Secretaría de Salud difundirá el programa de acción en la materia a realizarse durante este sexenio.
Entrevistada durante la presentación de un nuevo antirretroviral cuya sustancia activa se llama didanosina, la funcionaria dijo que este plan, que se deriva del Programa Nacional de Salud 2001-2006, está siendo elaborado con base en las propuestas recibidas en la Secretaría de Salud por parte de la sociedad civil y la población en general.
Hernández Tepichin también comentó en torno al caso del ombudsman yucateco que sus declaraciones no afectarán la labor que contra la discriminación de estos enfermos llevará a cabo la dependencia durante la actual administración, pero reprobó que servidores públicos den a conocer puntos de vista personales en torno a un tema tan delicado.
Asimismo, descartó que el Censida pueda hacer alguna recomendación a la Comisión Nacional de Derechos Humanos para que Ancona Capetillo sea destituido de su cargo. No obstante, dijo estar segura de que la CNDH ya estará tomando cartas en el asunto.
Dijo que justamente debido al estigma y discriminación que prevalecen en el país asociados a esta enfermedad y al comportamiento sexual es que hoy existe una alta tasa de subrregistro principalmente en la transmisión sexual de hombre a hombre.
En el mismo PNS se establece que la epidemia de VIH/sida ha generado reacciones de rechazo a "estilos de vida asociados en la imaginación popular con esta epidemia, y reacciones producto del miedo infundado al contagio", lo que ha derivado en negación de los servicios médicos, despidos injustificados y señalamiento de estas personas.
Para atacar esta problemática, la SSA desarrollará campañas orientadas a evitar la violación de los derechos humanos de las personas afectadas por el VIH/Sida.
En cuanto al nuevo medicamento, creado por el laboratorio Bristol Myers Squibb, cuya indicación terapéutica es de una sola cápsula al día, además de que reduce los efectos colaterales no deseados, particularmente en el aparato gastrointestinal, la especialista sostuvo que se mantienen pláticas con este laboratorio para que sea sumado al cuadro básico de medicamentos del sector salud, así como que se den importantes descuentos a fin de favorecer los tratamientos de estos enfermos.
Por otra parte, al comentar el programa que Censida realiza con Bristol Myers Squibb, denominado Una mano a los más pequeños, el cual concluirá en diciembre próximo, informó que hasta diciembre pasado en el país mil 166 menores de 18 años fueron infectados por el VIH, y que de éstos entre 500 y 600 aún se encuentran vivos.
En el caso de este casi medio millar de niños, informó que gracias al Fideicomiso Fonsida, que atiende a cerca de 300 de ellos, al IMSS y al ISSSTE, hoy se encuentran cubiertas sus necesidades de antirretrovirales.
Los aproximadamente 250 menores restantes son medicados gracias a los cinco millones de dólares donados por el laboratorio mencionado, en el marco del programa antes citado.
Este consta de tres componentes: alcance y educación a nivel comunitario, que permite crear habilidades en la comunidad médica y en la población en general para reducir la incidencia de sida pediátrico; capacitación médica, impartida por el Hospital Infantil, y donación de fármacos antirretrovirales.
A escala nacional el VIH/sida ocupa el lugar 16 como causa de muerte, con una tasa de 4.2 por 100 mil habitantes. A partir de 1989, el mal se situó dentro de las primeras 10 causas de muerte en hombres de 25 a 34 años, y en 1998 ya constituía la cuarta causa de muerte en este grupo de edad.
De igual forma, en el mismo periodo, la tasa de mortalidad por sida en mujeres pasó de 0.4 a 2.8 decesos por 100 mil habitantes, y en 1994 se colocó entre las diez primeras causas de fallecimiento en mujeres de 25 a 34 años, para ocupar en 1998 la séptima posición.