ECONOMIA MORAL
Julio Boltvinik
Ingreso de los hogares al fin del milenio
La economía moral es convocada a existir como resistencia a la economía del "libre mercado": el alza del precio del pan puede equilibrar la oferta y la demanda de pan, pero no resuelve el hambre de la gente
La ENIGH 2000
LA ENCUESTA NACIONAL de Ingresos y Gastos de los Hogares del 2000 (ENIGH2000) ya está a la venta en los establecimientos del INEGI. Se puede adquirir la publicación y también el disco compacto que contiene, además de las tabulaciones, la base de datos. La ENIGH2000 se publica en un tiempo récord, antes de cumplirse un año del inicio de su levantamiento (agosto del 2000). Esto marca una diferencia muy positiva con lo que aconteció en las ENIGH de 1996 y de 1998, que se dieron a conocer dos años después de iniciado el levantamiento. En el último caso, la publicación se difundió después de las elecciones del 2000, en un evidente timing político.
Alta importancia, baja calidad
DE LA ENIGH depende casi totalmente nuestro conocimiento sobre la distribución del ingreso de los hogares y, por tanto, de la pobreza por ingresos. Aunque los más recientes censos de Población y Vivienda (1990, conteo 1995 y 2000) se han convertido en una fuente alternativa para el tema, uno de sus problemas básicos es su periodicidad.
LAMENTABLEMENTE, las ENIGH tienen tres defectos graves: 1. Subestiman de manera muy severa los ingresos y los gastos de consumo de los hogares; 2. como subestiman más unas fuentes de ingresos que otras, captan una estructura de ingresos que no corresponde con la real, que está sesgada; 3. No captan adecuadamente la evolución de los ingresos y, por tanto, no permiten, por sí solas, estimar la pobreza y la distribución del ingreso.
Subestimación de ingresos
SIN EMBARGO, como se aprecia en el cuadro 1, los resultados divergen ampliamente. En 1998, según las cuentas institucionales, los hogares del país dispusieron de un ingreso de 2.792 billones de pesos, mientras que la ENIGH estima esa magnitud en sólo 1.407 billones, la mitad de aquella cifra. Se trata de una subestimación muy grande que puede invalidar la utilidad de las ENIGH para algunos usos. La subestimación era mucho menos grave en 1994 y venía disminuyendo entre 1984 y 1994. Sin embargo, después de este año empieza a aumentar. Aún no podemos conocer la subestimación del 2000 pues no se han divulgado las cuentas institucionales de este año.
¿Ajustar a cuentas nacionales?
LOS QUE TRABAJAMOS con estos datos solemos ajustar los datos de los hogares individuales a cuentas nacionales para medir la pobreza y la distribución del ingreso. Sin embargo, el ajuste tiene muy pocas bases, ya que es necesario aumentar el ingreso de los hogares y, aunque solemos hacerlo multiplicando cada fuente de ingresos por un factor (el inverso de su subestimación), los resultados son aun así de baja confiabilidad. Cuando la subestimación llega a la mitad del ingreso de cuentas nacionales, como ocurre en el 2000, resulta necesario, en promedio, duplicar el ingreso de los hogares, lo cual hace dudar aún más de la validez del procedimiento. La opción de no ajustar tampoco es buena, pues ¿cómo calcular la pobreza y la distribución a sabiendas de que tenemos sólo la mitad de los ingresos reales?
Falsa composición de fuentes de ingresos
EN CAMBIO, según las cuentas institucionales la participación de los trabajadores es mucho más baja y la del capital mucho más alta. Destaca, en particular, la renta de la propiedad, que representa 21.7 por ciento del ingreso de los hogares. En esta fuente, para ajustar los datos de la ENIGH habría que multiplicarlos ¡por 24! Los casi 20 puntos porcentuales de más en la participación de la renta de la propiedad en cuentas institucionales, se compensan en lo fundamental con 12 puntos de menos en la remuneración de asalariados y 6 de la renta imputada de la vivienda propia.
Evolución no confiable
Conclusiones
BUENA PARTE DE los problemas de las ENIGH que hemos
mostrado en los párrafos precedentes se explican por la incapacidad
de su sistema de recolección de información de captar el
ingreso de la población más rica. Los estratos más
altos de la población, los multimillonarios y, desde luego, los
de la lista de Forbes, jamás responderán una encuesta
de esta naturaleza. Por otra parte, en una cultura de la trampa o del concepto
del bien limitado (que significa que lo que unos ganan lo tienen que perder
otros), los hogares que sí responden el cuestionario declaran siempre
menores ingresos que los reales (para no despertar las envidias o para
que no les pidan el remojo). El principal problema, sin embargo, parece
ser el primero.
1 Esto se hace, simplemente, multiplicando el ingreso trimestral por cuatro. Antes de hacerlo verifique en un par de años, la proporción que el consumo privado (este es el dato disponible trimestralmente más cercano al de ingresos de los hogare) del tercer trimestre representó del consumo privado anual y fue exactamente 0.25 a dos dígitos.
2 Aunque el lector debe notar, como se indica en el cuadro 3, que hay una diferencia adicional en cuanto al indicador de ingreso unitario, ya que el ingreso en cuentas nacionales se muestra por persona y el de la ENIGH por hogar, y por tanto habrá que verificar qué tanta distorsión acarrea ello.