VIERNES Ť 20 Ť JULIO Ť 2001

Ť Es sólo el principio de una batalla que vamos a ganar, dice

González Casanova califica de contrarreforma la ley aprobada

Ť Hay que evitar el desánimo, pide el investigador emérito

KARINA AVILES

En la época moderna, México ''ha tenido dos contrarreformas a la Constitución de la República: una contra el artículo 27 y los derechos de los campesinos'', y la otra es la que se aprobó apenas este miércoles en materia indígena, afirmó el pensador mexicano Pablo González Casanova. Sin embargo, ''hay que estar en contra del desánimo y de la idea de que ya perdimos. šEsto no es sino el principio de una batalla que vamos a ganar!''

La ley indígena aprobada ''operó en una situación verdaderamente trágica para quienes la llevaron a cabo, porque nunca se ha hecho una contrarreforma a la Constitución tan desprestigiada como la que estos señores se dieron el lujo de firmar'' el miércoles. Lo hicieron ''a las carreras, aprisa, desconociendo todo un movimiento nacional de la sociedad civil llena de respeto por las culturas que existen en este país y en el mundo entero. Y a eso contestan con una ley que lejos de dar derechos a los pueblos indios les quitan algunos de los que ya tenían, como los de sus territorios.''

El ex rector de la UNAM participó ayer en una reunión con motivo de la presentación de su libro La universidad necesaria en el siglo XXI (editorial Era), con ''trabajadores manuales e intelectuales'' de la Alianza de Tranviarios de México, del Sindicato Mexicano de Electricistas, del Congreso Nacional Indígena, de Causa Ciudadana, de Paz con Democracia, de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, del STUNAM y, por supuesto, con universitarios.

La cita fue en el auditorio de la Alianza de Tranviarios. El investigador emérito tomó la palabra al final: ''Ya hemos tenido dos contrarreformas a la Constitución de la República: una contra el artículo 27 constitucional y los derechos de los campesinos, y otra que operó ayer (el miércoles) en una situación verdaderamente trágica para quienes la llevaron a cabo, porque nunca se ha hecho una contrarreforma a la Constitución tan desprestigiada como la que estos señores se dieron el lujo degonzalez_casanova_souza firmar, y no empleando las palabras que tenemos en castellano y en México, de madruguete o albazo, sino la expresión fast track. Hay que recordar que en español tenemos dos; en el español, claro, que se habla aquí, pero que también se habla en otras partes del mundo hispánico''.

Dicha aprobación no es casual, expresó. Corresponde ''a un plan que ellos mismos han publicado. No estamos pensando nosotros con mentalidad conspirativa, estamos leyendo los textos que ellos han escrito en los que se propone realizar una ocupación de territorios. De grandes territorios no sólo en México, sino en otras partes de la tierra, muchos de los cuales están ocupados por las minorías que tienen una historia colonial, que vienen de la historia del colonialismo que se inició con la época moderna.''

Así que van a venir nuevas y varias luchas, aparte de que es necesario priorizar los conocimientos de tipo humanístico y plantear problemas de tipo ético-político, ''vinculando constantemente la ética con la política y no dejando que se hable de moralina ni tampoco de una política cínica que no se ocupa del interés real, por no decir de los intereses universales de la sociedad mexicana y del mundo''.

Antes, Carlos González, del Congreso Nacional Indígena, hizo un análisis de la obra de González Casanova desde la perspectiva del movimiento de los pueblos indios. Afirmó que detrás de la ley indígena aprobada está el empresariato, que es el gran poder del neoliberalismo. En estos momentos, enfatizó, el movimiento indígena ''se encuentra a fuego cruzado frente a este proyecto globalizador''.

Proceso ''aberrante''

La parte ''más agresiva'' del neoliberalismo la viven los indígenas y no sólo por la ley ''tan vergonzante que aprobó el Congreso y que en los próximos días seguramente también culminará'' con el visto bueno del Ejecutivo, apuntó. Dicha ley está inmersa en un proceso ''aberrante en lo político, lo moral y lo legal''.

Además, destruye el concepto de territorialidad y abre paso al ''saqueo definitivo'' de los bienes naturales de los indígenas. Los mecanismos para hacer frente a este empresariato son los de la autonomía, dijo.

Añadió que la reivindicación fundamental de los pueblos indígenas es la autonomía que se plantea en los acuerdos de San Andrés y no ''la parodia o triste figura de la aberrante ley indígena''.

Por su parte, Luis González Souza, de Causa Ciudadana y articulista de este diario, expresó que lo aprobado por el ''seudo Congreso'' está en contra de los derechos y de la posibilidad de un futuro pacífico y democrático del país. A su vez, la investigadora del Instituto de Investigaciones Económicas Ana Esther Ceceña subrayó la importancia de pelear nuestros espacios, defender el país y el territorio frente a proyectos como el Plan Puebla-Panamá.

''Hasta la victoria'', concluyó Pablo González Casanova.