JUEVES Ť 19 Ť JULIO Ť 2001
Ť Una explotó en una estación de televisión propiedad del primer ministro Berlusconi
Estallan dos cartas bombas en el norte de Italia
Ť Instala la policía una barricada que rodea el palacio Ducal, sede de la cumbre del G-8
AGENCIAS
Genova, 18 de julio. Dos cartas bombas estallaron en el norte de Italia, un sobre que contenía dos balas fue enviado al alcalde de Génova, una bomba de gasolina fue lanzada contra una agencia de empleos temporales en Milán y un artefacto explosivo fue desactivado en Bologna, mientras policías y soldados establecían un cordón de concreto y acero en torno al histórico centro de Génova, donde el fin de semana se realizará la cumbre de los siete países más ricos y Rusia.
Los incidentes no provocaron lesiones graves. Una secretaria fue traslada al hospital con quemaduras menores y en estado de gran nerviosismo después de abrir el paquete-bomba que explotó en la redacción de noticias de la estación de televisión Rete 2, del consorcio empresarial del primer ministro Silvio Berlusconi.
La segunda explosión ocurrió en la nororiental ciudad de Treviso, donde el minorista de ropa Benetton recibió un sobre que al ser abierto en la sala de correspondencia estalló sin provocar daños.
Ante las amenazas de inseguridad, la policía delimitó una "zona roja" con barricadas de concreto y cercas de acero que rodean al palacio Ducal del siglo XIII, donde los líderes del G-8 se reunirán, así como al antiguo puerto en el que la mayoría de ellos abordará el crucero donde dormirán.
Las detenciones y expulsiones de presuntos militantes radicales antiglobalización, el cierre de fronteras, estaciones y aeropuertos y numerosos incidentes se sumaron al ambiente en Génova, ciudad convertida en gigantesca trinchera por la autoridades italianas.
El sindicalista agrícola francés José Bové, figura emblemática del movimiento anti-globalización, denunció el "control de la agricultura y de la alimentación por las multinacionales y los países ricos" y criticó fuertemente al presidente estadunidense George Bush de quien dijo "es un verdadero mentiroso". El sindicalista se refirió a las sanciones impuestas por Estados Unidos sobre productos europeos, tras la prohibición de Europa de importar carne vacuna proveniente de ese país.
George W. Bush y su similar en Gran Bretaña, Tony Blair, así como la vocera del palacio presidencial francés, Catherine Colonna, manifestaron su repudio a los manifestantes contra la globalización.
"Los antiglobalización condenan a la gente a la miseria", declaró Bush y agregó: "Me opongo firmemente a una estrategia y a una filosofía que esforzándose en impedir los intercambios, encierra a la gente en la pobreza".
Por su parte, Blair instó a que no se ceda ante la violencia de cara a la cumbre de los siete países más industrializados y Rusia, "la violencia de los manifestantes no está en absoluto justificada."
El gobierno francés, en tanto, denunció a los detractores de la globalización argumentando que no hay forzosamente oposición entre los manifestantes y el G-8.
Este miércoles los ministros del exterior de las naciones integrantes del G-8 se reunieron para preparar la agenda que los presidentes y jefes de Estado discutirán a partir del viernes. Entre los temas figuran el combate a la pobreza y al sida, el aumento de las tensiones en el Oriente y la deuda externa, pero indudablemente la agenda está ensombrecida por la iniciativa estadunidense de construir un sistema de defensa antimisiles, así como el rechazó de Washington a preservar el tratado de Kyoto para la protección del clima.
El presidente salvadoreño, Francisco Flores, único representante de la región latinoamericano en la cumbre del G-8, viajó a Europa. Flores aseguró que planteará la necesidad de una apertura comercial de los países ricos para combatir la pobreza.