JUEVES Ť 19 Ť JULIO Ť 2001
Ť Maniobró la dupla Bartlett-Fernández de Cevallos; es un albazo: PRD, PT y PVEM
Consuman PAN y PRI la reforma
Ť El cómputo de votos de las legislaturas locales se realizó a pesar de no estar agendado
ANDREA BECERRIL
La reforma constitucional indígena quedó consumada por la mayoría PRI-PAN, por la dupla Bartlett-Fernández de Cevallos, que se impusieron para sacar la decisión de realizar ayer mismo, vía fast track, el cómputo de votos de las legislaturas locales, sin que el tema estuviera agendado en la Comisión Permanente, con dispensa de trámites y pasando por encima de acuerdos parlamentarios.
Así, de forma sorpresiva, acelerada, casi de contrabando -un albazo, dijeron perredistas-, la Permanente llevó a cabo el cómputo y con 26 a favor, seis en contra -entre ellos el del diputado priísta Samuel Aguilar- y dos abstenciones, hizo la declaratoria de aprobación de la reforma, que de inmediato se turnó al presidente Fox para su promulgación.
Fue fundamental la actuación del senador priísta Manuel Bartlett, quien maniobró desde una oficina cercana, y del panista Diego Fernández de Cevallos que, desde tribuna, intentó descalificar las voces de Martí Batres y los demás legisladores de PRD, PT y PVEM, que señalaron que se trataba de ''un madruguete, una chicanada, una ilegalidad más''.
Ríspido debate
Fernández de Cevallos respondió que tales calificativos eran sólo majaderías e injurias, pero esa débil defensa se estrelló contra las críticas de Batres. El perredista no lo soltó durante el debate, en el que ayer sacó a relucir la actuación del panista queretano en el sexenio salinista, su responsabilidad histórica en la quema de paquetes electorales en 88, y le dijo que se ha convertido en un obstáculo para la reforma indígena, para el propio Fox, para el Congreso y para la paz en Chiapas.
En la sesión, que se prolongó más de ocho horas, resaltó la actitud del diputado del PRI Samuel Aguilar. A contracorriente de su bancada, el duranguense pidió al presidente de la mesa directiva, Fidel Herrera, no vulnerar la legalidad del Congreso, ni atentar contra la dignidad de los legisladores ni contra el reglamento.
Sin embargo, la decisión de hacer valer su mayoría la habían tomado ya los coordinadores de PRI y PAN. Herrera Beltrán, que un día antes declaró que se apegarían a la legalidad y por ello el cómputo se haría por lo menos dos semanas después, ayer cambió de opinión. Después de las 14:00 horas, el legislador veracruzano se acercó a Batres para notificarle que llevarían a tribuna el cómputo de la votación de la reforma indígena en los congresos locales.
El perredista le respondió que en forma alguna lo aceptarían y le recordó su posición de un día antes. Sin embargo, Manuel Bartlett desde temprano se instaló en la oficina de Enrique Jackson y, junto con el diputado Salvador Rocha Díaz, comenzaron a revisar la documentación remitida por las legislaturas locales.
Herrera trató de explicar a los reporteros cómo es que se llevaría a cabo el recuento, si el martes había dicho que sólo habían llegado documentos de 14 congresos locales. ''Nos acaban de llegar otros dos y son ya los 16 requeridos'', comentó. Reveló que ''la presidencia ordenó a la Permanente integrar la documentación que se tenía para hacer el cómputo'', y ''se dispensara el trámite a comisiones'', para hacerlo de urgente y obvia resolución. Cuando dio instrucción a la Secretaría de Acuerdos para proceder, tanto Batres como el diputado perredista Tomás Torres Mercado se opusieron. Exigieron ''no violentar de manera grosera el orden del día y dar lectura a cada uno de los dictámenes y la integración de las legislaturas en cada uno de los congresos locales en que se haría el conteo''.
Herrera trataba de sacar adelante la sesión, pero Batres insistió en que se leyera el orden del día aprobado por la mañana, para constatar que el punto no estaba agendado y tampoco había sido objeto de acuerdo entre fracciones, como marca el reglamento, para incluirlo fuera de agenda.
Vino entonces la intervención del diputado Samuel Aguilar Solís, en el mismo sentido. Resaltó que el fondo de la discusión no era un mero procedimiento, sino un proyecto ''que impacta a la nación''. No fue escuchado, Herrera Beltrán -apoyado por los priístas Ernesto Gil Elorduy y Augusto Gómez Villanueva- insistió en que ahí podían tomar la decisión de introducir el tema. Hasta ese momento, Fernández de Cevallos no se había aparecido en su lugar y su segundo de a bordo, Jorge Zermeño, no titubeó en mentir y aseguró que en el orden del día y en la gaceta se incluía el punto.
El diputado del PT Jaime Cervantes, integrante de la mesa directiva de la Permanente, señaló que en la reunión que sostuvieron por la mañana se acordó que el cómputo de votos se llevaría a cabo la próxima semana. El senador del PRD Elías Moreno Brizuela expuso a su vez que se había comunicado con su coordinador, Jesús Ortega, quien aclaró que el asunto no se había discutido en la Junta de Coordinación Política, ni fue enterado siquiera de la decisión de PRI y PAN de acelerar el trámite.
Entonces, Batres se fue a fondo. Pidió a Herrera Beltrán no dejarse presionar por la dupla Bartlett-Fernández de Cevallos. ''Qué marrullería tejieron allá en lo oscurito aquellos de la caída del sistema y de la quema de paquetes electorales'', dijo. Insistió en la ilegalidad de hacer una declaración apresurada de aprobación de la reforma indígena, sin analizar a fondo la discusión. ''šNo saben ni siquiera en qué momento ha llegado, sin pasar por el mínimo análisis jurídico!''
Advirtió también que pretendían saltarse el trámite de pasar los documentos a la Comisión Primera de Gobernación ''para que no haya dictamen alguno y vía fast track puedan resolver este asunto. šQué acción tan bochornosa, qué precedente tan lamentable! šEs un albazo!''
Fernández de Cevallos -ya en el salón de plenos- sostuvo que no respondería a injurias ni a un discurso ''vulgar y lépero''. Batres le respondió: ''Injurioso tú, que te has dirigido a personas como descalzonados. Tú has pretendido convertirte en un obstáculo para esta reforma indígena; no sólo eres un obstáculo para el Congreso, sino para Vicente Fox y para la paz en Chiapas''.
Tampoco es ninguna injuria, insistió Batres, ''lo de la quema de los paquetes electorales en el sexenio de Salinas. Es un hecho histórico, vergonzoso, reprobable, pero un hecho histórico''. Desafiante, Diego Fernández le advirtió que se verán en los tribunales si los perredistas interponen recursos de controversia.
El PRD abandonó el salón de sesiones luego de la votación, y Fernández de Cevallos se fue a festejar a la cantina La Opera la consumación de la reforma constitucional en materia indígena.