MIERCOLES Ť 18 Ť JULIO Ť 2001

Ť Pearl Harbor por abajo de las millonarias expectativas

Tensión en Hollywood por el fracaso en taquilla de algunas superproducciones

DPA

Los Angeles, 17 de julio. Las bromas pesadas están circulando en Hollywood: Pearl Harbor se hundió sin dejar rastro; Artificial Intelligence fue artificial pero no inteligente, y Evolution parecía destinada a los monos.

Blanco de estos chistes son algunas de las producciones de Hollywood que se suponía iban a ser los éxitos taquilleros del verano y que llegaron a los cines con gran expectativa, pero que finalmente afectaron profundamente -para mal- las carreras de los ejecutivos de alto vuelo encargados de ellas.

Además reforzaron un principio tan antiguo como Hollywood mismo: Uno puede tener la mejor idea, el mejor director, los mejores actores y los mejores guionistas, pero eso no es en sí mismo garantía de éxito.

Pearl Harbor, con Ben Affleck, por ejemplo, aspiraba a superar a Titanic. Se dijo que la película costó unos 200 millones de dólares y que Disney esperaba reunir al menos 300 millones de dólares sólo en Estados Unidos. Y aunque tuvo un comienzo venturoso, finalmente el drama, ambientado en la Segunda Guerra Mundial, ingresó menos de 200 millones de dólares en los cines estadunidenses.

A.I. -Artificial Intelligence, cinta épica de ciencia ficción de Steven Spielberg sobre un robot en busca de cariño, sólo ingresó 5.1 millones el pasado fin de semana, por lo que quedó relegada al noveno puesto de la lista de filmes más taquilleros apenas tres semanas después de su estreno. Warner Bros esperaba de la promocionada producción al menos 250 millones en Estados Unidos, pero en vez de eso puede darse por satisfecha si alcanza la marca de los 85 millones.

A Evolution le fue aún peor. La comedia sobre un ataque alienígena, dirigida por Ivan Reitman y protagonizada por David Duchovny y Julianne Moore, costó 80 millones de dólares. Pero pese a que recaudó 29 millones en las dos primeras semanas en los cines, cayó en picada luego para sumar en total menos de 40 millones en taquilla.

Promediando la temporada de 2001 parece ser el verano más volátil en las taquillas, dice el crítico de cine Mike La Salle. Los ejecutivos de los estudios aguardan expectantes con un nudo en el estómago las estadísticas de las favoritas del público cada domingo por la mañana. Esa sensación ha creado tensión en todo Hollywood, porque el verano es la temporada más importante para la industria en cuanto a ingresos.

En una tajante condena del estado de cosas, el crítico Richard Natale escribió en Los Angeles Times que Hollywood confía demasiado en los efectos especiales y los bombos publicitarios, pero está ignorando lo que de verdad conmueve al público.

Hubo excepciones. Shrek, que se convirtió en el éxito del verano, ya recaudó casi 250 millones de dólares sólo en Estados Unidos.