MIERCOLES Ť 18 Ť JULIO Ť 2001

Ť Ofrenda, su nuevo disco, es un homenaje a Oaxaca con sabor muy brasileño

Estoy contra las fronteras que impiden circular por el mundo: Pedro Guerra

Ť Le gustan los temas globales, que no se olviden en 15 días, dice el cantante Ť La producción contiene nueve temas, algunos con Lenine, Julieta Venegas y Daniela Mercury

ARTURO CRUZ BARCENAS

Oriundo de Güímar, pequeño pueblo del sur de Tenerife (Islas Canarias, 2 de junio de 1966), Pedro Guerra comenzó a los 16 años a llevar su canto de un lado a otro; ha deambulado por varias ciudades de España y ha visto a viajeros, trabajadores y familias enteras de Africa llegar a la península. Dice: "Estoy en contra de las fronteras que impiden a los seres humanos circular en el mundo."

Le preocupan los temas políticos generales, los que no caen en la cocina doméstica, de poca monta. La migración es ahora, en España, "un problema muy gordo; aunque fuimos un país de migrantes, ahora nos ha tocado ser un país receptor de ellos. Hay una ley de extranjería que no les permite ahora hacerse residentes españoles. Los países deberían estar abiertos a recibir a la gente de otros lugares, pues provienen de sitios de pobreza, de circunstancias duras.

"Ahora jugamos, en España, el papel que juega Estados Unidos, recibiendo los emigrantes que cruzan la frontera, en el norte; no debe haber fronteras."

-ƑSe es ilegal o se es indocumentado?

-Pienso que ilegal no debería ser nadie, en ninguna parte; indocumentado, sí, mientras no te faciliten los papeles. Pienso que en todo esto se debería tender a permitir que la gente se hiciera residente del país que quiera, porque al fin y al cabo se trata de personas que sólo quieren trabajar, básicamente.

Agrega que le gusta interpretar las canciones que no desaparecen a los 15 días. "Me gustan los temas más globales. Ahora bien, hay dos generaciones de cantautores: una surgida de la dictadura y otra, la mía, de la democracia. Somos diferentes."

La maleta llena de flores

Pedro Guerra apenas está cosechando 18 años de carrera, de trajinar tocando puertas, de salir en busca de experiencias. Asegura que no le importa haberse tardado pedro-2 tanto. Tampoco que dure más la antesala del reconocimento. No es su objetivo, afirma, hastiado de preguntas sin ton ni son durante la conferencia de prensa realizada ayer, en un salón de un hotel de Polanco.

Sabe lo que implica cruzar líneas y sacar el pasaporte. Tener dinero para los gastos, el boleto, la comida; el idioma. Sabe que viajar implica tener siempre la maleta ligera para salir corriendo, como lo ha hecho a Chiapas, "al sur maravilloso", del que espera volver después de que acabe el tour de force de la promoción de su cuarto disco, que presentó ayer. Lo tituló Ofrenda, inspirado en lo que ha visto del Día de Muertos en México, tradición sincrética, en la que históricamente sus paisanos mucho tuvieron que ver, entre lo pagano y lo religioso.

No es que le haya entrado al cultismo, a la recolección de cuadros folclóricos, no en el sentido del turista gringo ni japonés. Los viajes ilustran, hacen ver "cosas" y conocer realidades. Ofrenda es un pretexto; no está dedicado a los muertos, a los que descansan en el Hades. Es para una mujer. Una ofrenda a los pies de ella, para que regrese, para que siempre se quede. Es para alguien vivo.

En uno de sus viajes a la Antigua Antequera, la patria chica de Benito Juárez, Pedro quedó impactado por las iglesias y las similitudes de la misa, del ambiente, las velas, los olores, los colores. "Oaxaca -precisó- se llenó de altares -en Día de Muertos-... las calles olían a chocolate caliente y quesillo. Había niños, globos y, sobre todas las cosas, un gran mundo de color."

Corría el 1o. de noviembre de 1999. "De Oaxaca me traje la idea para una canción: una ofrenda para regresar lo que se ha ido; un altar en el cual poner lo que ya no está para que vuelva lo que se fue. Pueden volver las personas."

Espera que en México no lo encierren como cantante de telenovelas (de él es el tema central de Todo por amor) y que lo ubiquen por su canción Contamíname, que le grabaron Víctor Manuel y Ana Belén; por su trabajo con Silvio Rodríguez; por su amistad con Joaquín Sabina; por su colaboración en el homenaje a Saramago, en 1997; por su música de películas. Y, resalta, por haber grabado en París con Cesaria Evora, el año pasado.

Altar eterno

Guerra señala que en su tránsito por el mundo se ha percatado de que en todas las culturas hay algo similar respecto de las ofrendas. "Incluso cada persona tiene sus propios altares, para recordar o evocar, o para llamar la atención. Este disco es un homenaje a Oaxaca. Me gustó vivir la fiesta en el panteón. Me llamó la atención que muchas iglesias estén construidas sobre pirámides. La cultura indígena es fuerte y sobrevivió al intento de los españoles por desaparecerla. Eso es lo interesante."

Pedro canta suavecito, casi platicando; busca la interiorización, un poco el rélax. Por eso lo estridente no es lo suyo: "El pop es una música muy poco rica, aunque debe reconocerse que hay muchos músicos que están tratando de abrirse hacia otros lados. Por eso es que los creadores están volteando hacia los ritmos de Brasil, de México, del Caribe. Hay una riqueza en la música mestiza, mezclada; hay una diversidad cultural que nos hace ricos. Esto es lo más valioso de nosotros". Ofrenda, no obstante todo lo dicho por Pedro, "es un disco más bien brasileño", aunque iniciado en Oaxaca. "La música brasileña es una influencia importante en mí persona."

Aún no hay fecha para que Pedro se presente en México. Ya ha ofrecido su música en el Hard Rock Live de Reforma, en el Distrito Federal, y sabe que estar en el Auditorio Nacional o en otro foro es cosa de tiempo, de trabajo e inspiración. "Hay gente a la que no le gusta lo que haces; esa es la verdad. Cada disco tiene la intención de que la gente te conozca y guste de tu música. Tampoco tengo prisa."

Son, pues, nueve temas interpretados por Guerra y canciones grabadas con Lenine, Julieta Venegas y Daniela Mercuri. La canción que llama la atención es El encantador de serpientes, a dúo con Daniela Mercuri.