MIERCOLES Ť 18 Ť JULIO Ť 2001

Teresa del Conde

El debate oaxaqueño /I

En mi nota del pasado 10 de julio, que versó sobre la discutida muestra del MACO, Propios y extraños, informé que seis críticos de arte se hicieron cargo de otras tantas valoraciones en el mismo recinto y que el público tuvo amplia oportunidad de debatir con ellos. Como no asistí a tales conferencias, sólo tuve acceso a información, que agradezco, proporcionada por el propio museo y a varias notas de prensa que aparecieron. Debido a que me pareció muy atinada la moción de someter la exposición a discusión, recupero aquí algo de lo que en esas ocasiones se dijo, añadiendo parte de mis propios comentarios finales que se ofrecieron a través de una conferencia más, en vísperas de la clausura de la muestra que se presentará próximamente en la ciudad de Puebla.

Fernando Gálvez es un crítico que vive en Oaxaca desde hace cuatro o cinco años. Al comentar cierta sección del libro del fallecido Robert Valerio tomó alguna distancia afirmando que ''el autoctonismo no es salida hacia la contemporaneidad''. Tiene razón, toda la razón, siempre y cuando no se piense que lo prehispánico es meramente autóctono. Las culturas prehispánicas fueron varias y aunque ofrecen ciertas constantes, difieren bastante entre sí. Son culturas no-occidentales, pero hoy día son universales. Han tenido influjo no sólo en artistas mexicanos, pero no voy a caer en el lugar común de decir que Henry Moore se debe al arte prehispánico porque no es cierto, por mucho que haya admirado la estatuaria mexica.

El cubano René Portocarrero tiene una serie muy nutrida que glosa los danzantes de Monte Albán. La verdad es que no es muy interesante, antes bien, resulta reiterativa en exceso. De otra parte, al hablar de contemporaneidad, creo necesaria, no la definición, sino la idea que se va a manejar acerca de este término.

Hay artistas intemporales, como Francisco Toledo (aunque ahora se ha vuelto ''experimentador''), que es contemporáneo y hay artistas ''de moda'', como Gabriel Orozco o como el muy sobrevaluado Santiago Sierra (los dos últimos no participaron en Propios y extraños).

Unos artistas ''de moda'' son muy buenos y están internacionalizados, otros no lo son, aunque también hayan gozado del fenómeno de la internacionalización. Habría que preguntarse, ¿la contemporaneidad tiene que equivalerse con la globalización? Este punto fue debatido en la charla que a mí me tocó impartir, pero no es el momento de abundar sobre ello.

Enrique Franco Calvo dijo: ''basta que los artistas quieran ser artistas''. Sí: los patterns of intention (la expresión es de Richard Wolheim) cuentan para definir lo que puede ser arte. Pero no cualquiera que desee ser artista lo es.

Yo quisiera poder tocar la parte del solista en el concierto para violín de Bela Bartok, pero no puedo, y así sucede con artistas de la plástica, aunque este campo ha probado ser más flexible. El crítico en cuestión emitió esa frase porque ?efectivamente? fuera del contexto del museo, de la galería, del Centro Cultural, de la Bienal de Arte, etcétera, no suele haber división entre lo que es arte y lo que no lo es. Eso sucede, no lo olvidemos, desde Duchamp en 1913-14 hasta nuestros días.