MIERCOLES Ť 18 Ť JULIO Ť 2001
Ť Se trata de un proceso inédito antes de los 80, según expertos de la UNAM
Surgió con el neoliberalismo la crisis alimentaria
Ť Bajo esta óptica el campesino dejó ser funcional; el mercado ya no lo requiere, lamentan
KARINA AVILES
Especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México alertaron sobre el problema alimentario en el país, "proceso inédito" antes del surgimiento del neoliberalismo, en el cual las propias autoridades del país excluyen a los agricultores nacionales de la producción de alimentos.
Bajo esta política, el campesino "sobra", ha dejado de ser funcional, razón por la que hay un excedente de miembros de dicho sector sin alternativas de empleo. De 21.3 millones de habitantes del campo, 70 por ciento, es decir, casi 15 millones, ya no tienen trabajo en la actividad agropecuaria.
Lo anterior se refleja en cifras como las siguientes: el gasto en el sector agropecuario se redujo de 6.4 por ciento en 1995 a 2.9 por ciento en el 2000, "el más bajo de la historia". En 1999 el precio del maíz presentó un deterioro de 45 por ciento en términos reales en relación con los tres años anteriores.
En contrapartida, los precios de los insumos se han incrementado, el costo de las semillas aumentó en 63 por ciento y el de los fertilizantes en 52 por ciento. Y hay campesinos que "no llegan a un salario de 10 pesos al día".
Ayer, los investigadores Arturo Bonilla, José Antonio Romero Sánchez, Javier Aguilar, Carmen del Valle y Pilar López, de la Facultad de Economía y del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, realizaron un análisis de los efectos en el campo producidos por la aplicación de la política económica vigente.
Lo anterior, con motivo de la presentación del libro El neoliberalismo en el sector agropecuario en México, bajo la coordinación de Romero Sánchez.
En sus comentarios, Arturo Bonilla coincidió con el análisis de la investigadora Blanca Rubio, en el sentido de que más allá de la pobreza rural, la desnutrición y las políticas adversas a los campesinos que son cuestiones añejas, el problema alimentario es un fenómeno reciente, que surge con el neoliberalismo a principios de los 80.
"Se trata de un proceso inédito que es excluyente de los productores nacionales por las propias autoridades electas de antes y de ahora". Bajo esa óptica el trabajador va dejando de ser funcional, el mercado no lo requiere. "Es una política de traición a la patria, al sector agropecuario y a los sectores más desvalidos del país", indicó.
De esa manera, dijo Bonilla, cada vez se a requerir de menos gente en el campo. "Es un hecho irreversible". Pero esos trabajadores tienen que tener empleo en otra parte de la actividad productiva "y no hay suficiente capacidad para absorber en otra parte de la economía a esa población, lo cual se convierte en un fenómeno muy serio".
José Antonio Romero Sánchez indicó que de 21.3 millones de población en el campo, 70 por ciento "ya no tiene trabajo en la actividad agropecuaria".
En cuanto a la caída del ingreso de los campesinos, dijo que se podría hablar de una proporción de cinco a uno. "De lo que hoy gana un obrero es probable que el campesino esté ganando una quinta parte. Hay campesinos que no llegan a los 10 pesos de salario al día".
En referencia a la problemática de los cañeros indicó que en términos económicos se puede llegar a un acuerdo; sin embargo, lo de fondo es que la "crisis azucarera va a ser una crisis en la que no habrá salidas para los productores cañeros, los van a dejar ahorcarse gradualmente" porque la empresa tiene una tendencia hacia la reducción de costos de manera sistemática, ya sea por la nueva tecnología o por el abaratamiento de la fuerza de trabajo".
Dijo que se tiene que pensar en una restructuración en la que "a lo mejor la actividad cañera ya no sea fundamentalmente para la obtención del azúcar sino para los alcoholes, los vinagres, y una serie de derivados".