MIERCOLES Ť 18 Ť JULIO Ť 2001

CAMPO

Ť La sobreproducción en Vietnam provocó una grave caída de precios

Exigen ocho gobernadores crear fondo de emergencia para productores de café

Ť La crisis del sector, asunto de seguridad nacional, asegura Pablo Salazar Mendiguchía

La crisis en los precios del café, que ha caído a 53 dólares por 100 libras, no es sólo un problema de los productores sino "un asunto de seguridad nacional", porque la geografía de los movimientos sociales que han derivado en conflictos armados coincide con la de los estados productores del grano, advirtió ayer el gobernador de Chiapas, Pablo Salazar Mendiguchía.

Confirmó que ocho gobernadores de entidades productoras de café constituyeron un bloque, y refirió que el lunes se pidió al presidente Vicente Fox una entrevista, que se realizaría la próxima semana, para presentarle un diagnóstico sobre la crisis del grano y plantearle que así como el Banco Mundial provocó un desequilibrio en el mercado mundial al subsidiar a productores de Vietnam, ahora lo resuelva.

Además del problema que significa una caída de precios en las zonas donde han surgido movimientos armados, dijo, los productores han comenzado a emigrar a Estados Unidos y en algunos casos, "como ya no es negocio" cultivar el aromático, solicitaron permiso a las autoridades para destruir las plantaciones, sembrar maíz o "meter ganado".

La situación se agrava, indicó, porque la sustitución de plantaciones podría provocar "un desastre ecológico", debido a que las plantas capturan un equivalente a cinco veces el bióxido de carbono que se produce en la ciudad de México, "lo cual es realmente preocupante", y urge que se diseñe una política cafetalera que hoy no existe porque los funcionarios del gobierno no le dan importancia al café, pues consideran que "no pinta en la economía del país".

El lunes, ocho gobernadores se reunieron en Puebla para analizar el problema y acordaron pedir al Presidente que se constituya un fondo de emergencia suficiente para compensar la pérdida de ingresos del sector cafetalero, ya que así lo han hecho países como El Salvador y Guatemala, donde se han autorizado recursos por 350 millones y 80 millones de dólares, respectivamente, para resolver su propia crisis de precios.

Además auspiciarán un encuentro nacional de productores de café en Veracruz, el 28 y 29 de octubre próximo, para escuchar a quienes son afectados directamente. Los gobernadores que tejieron el acuerdo en Puebla son: Miguel Alemán Velasco (Veracruz), René Juárez Cisneros (Guerrero), José Murat Casab (Oaxaca), Antonio Echevarría Domínguez (Nayarit), Melquiades Morales Flores (Puebla), Fernando Silva Nieto (San Luis Potosí), Manuel Angel Núñez Soto (Hidalgo), y el propio Salazar Mendiguchía.

Y es que, como se advierte en un documento oficial, el sector cafeticultor nacional está en "una grave crisis", pues el efecto de la sobreproducción en Vietnam -que pasó de producir un millón de sacos a 13 millones- provocará que el precio se mantenga bajo durante "otros dos ciclos".

Refiere que el inventario de café certificado en la bolsa de café, azúcar y cacao de Nueva York registra casi 4 millones de sacos de 60 kilogramos cada uno.

Mientras que en el ciclo 1999-2000 -señala el texto, con cifras del Consejo Mexicano del Café- el valor de 5 millones 137 mil 902 sacos fue de 6 mil 316 millones 734 mil pesos, a junio de 2001 la producción de poco más de 3 millones de sacos representaba apenas un valor de 2 mil 565 millones 545 mil pesos.

"Este cuadro -agrega el análisis oficial- nos demuestra que los ingresos a los productores en este ciclo que está terminando disminuyeron en 3 mil millones de pesos. La perspectiva para el próximo ciclo es aún peor".

Además, la producción nacional ha bajado de 4 millones 600 mil sacos a 3 millones 600 mil, de acuerdo con las estimaciones para este ciclo, que se explica porque ante la caída del precio los productores optaron por dejar la fruta en las plantas. Les resultaba más caro cosechar que abandonar el producto.

Los efectos de esta crisis en el ámbito social, amplía el texto, se resumen en tres: "280 mil familias dependen directamente de la producción primaria del café; 3 millones de jornaleros trabajan en la recolección, y se requieren 115 millones de jornales para levantar una cosecha promedio".

El análisis confirma lo que expresó Salazar Mendiguchía en conferencia de prensa ayer en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. En el apartado Seguridad nacional se precisa que "la geografía del café coincide con la geografía de la extrema pobreza; coincide con la geografía de los movimientos armados del país".

En riesgo, el mercado doméstico

Señala que si el gobierno federal no atiende este problema con créditos suficientes, los productores nacionales perderán el mercado doméstico frente a los principales competidores de México, como son los países centroamericanos y Colombia, que ya han tomado medidas para mantener sus plantaciones en producción.

Refiere que el país tiene una deuda histórica con los productores de café, pues además de que durante 60 años en el siglo pasado permitió al país contar con divisas para su industrialización, en la crisis de 1982 la industria automotriz utilizó las divisas cafetaleras para mantener la planta productiva en funcionamiento.

En el rubro de propuestas, sugiere un apoyo de emergencia suficiente porque el autorizado por la Secretaría de Agricultura equivale a sólo 10 por ciento de la pérdida de ingresos de los campesinos, que fue de 300 millones de pesos cuando la caída en los ingresos fue de 3 mil millones.

Hasta ahora, indica, los productores medianos y grandes no tienen acceso a ninguna fuente financiera por la baja rentabilidad del cultivo, además de que están en cartera vencida, y plantea que es necesario un trato a estos créditos por parte del FIRA o del Banco Nacional de Comercio Exterior, así como diseñar un esquema de financiamiento a largo plazo, similar al de los competidores.

Específicamente recomienda crear un fondo regulador de precios con un "capital semilla" aportado por el gobierno federal, que compense a los productores la caída de los precios, y plantea que cuando éstos se recuperen a su vez realicen aportaciones a dicho fondo. El presupuesto "semilla" podría provenir del Banco Mundial.

Además, insiste en que debe fomentarse el consumo interno, porque hasta ahora México es el país productor que menos café consume, con un promedio de 700 gramos per cápita, y si bien reconoce que Agricultura ha realizado una campaña de publicidad, "es insuficiente" y debería estar acompañada de otra de promoción y con una visión integral y de calidad.

Recomienda también restringir las importaciones temporales a un periodo máximo de estadía en el país de 60 días, y sólo cuando vayan a sufrir una transformación "y nunca como café verde", así como imponer restricciones fitosanitarias a las importaciones provenientes de países asiáticos.