MIERCOLES Ť 18 Ť JULIO Ť 2001

Ť Lo deportaron por no tener la visa para viajar a Rusia

Condenan legisladores vejación contra diputado panista en EU

CIRO PEREZ SILVA

Los indocumentados mexicanos no son los únicos en recibir malos tratos en Estados Unidos. Esta práctica también fue sufrida hace unos días por un diputado panista.

Pablo Arnaud fue deportado a México cuando se encontraba en Los Angeles, en tránsito hacia Rusia para cumplir, en representación de la Cámara de Diputados, con una reunión parlamentaria.

La deportación se produjo aun cuando el diputado contaba con un pasaporte oficial, en el que se estipula que debe facilitarse su libre paso, sin retraso u obstáculo alguno y, dado el caso, otorgarle toda la asistencia y protección posible, conforme al acuerdo binacional de fecha 12 de octubre de 1982.

Por este motivo, la Cámara de Diputados envió ayer una carta en la que expresa al gobierno de Estados Unidos una "enérgica" protesta por el trato vejatorio de que fue objeto el legislador panista por parte de agentes de migración y de la policía local.

La razón por la que el panista fue deportado, dijeron los agentes estadunidenses, es que no contaba con visa para trasladarse a Rusia. "Si eso le hacen a un legislador con pasaporte diplomático, qué no le harán a los demás paisanos. México ha agachado demasiado la cabeza ante EU y ya es tiempo de exigir respeto. Me reservo el derecho de presentar una demanda civil contra la migración estadunidense y la policía de Los Angeles", declaró Arnaud.

La Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara envió otra misiva al embajador de Estados Unidos en México, Jeffrey Davidow, por el trato al legislador.

Arnaud Carreño explicó que ese día el vuelo en que iba a Rusia hizo escala en el aeropuerto angelino, donde al realizar sus trámites para la conexión respectiva, las autoridades policiacas le solicitaron el visado correspondiente.

Arnaud explicó que su pasaporte es diplomático y que no necesitaba visa de acuerdo con el convenio binacional.

Los agentes de migración lo trasladaron a las oficinas de la aerolínea rusa. El diputado volvió a explicar que no requería de ese visado, pero a partir de ese momento comenzó su calvario de más de seis horas.

La policía de Los Angeles adscrita a la terminal aeroportuaria ya no le permitió seguir adelante con sus trámites, le impidió desplazarse libremente, lo amenazó con esposarlo y deportarlo por la fuerza si no desistía de su intención de filmarlos con su cámara de video para conservar un testimonio del trato.

Arnaud, a manera de protesta, se sentó en el piso de la sala de espera y elaboró cartones de denuncia por el trato de que era objeto. Pidió se le permitiera comer y beber algo, pero fue inútil. Lo encerraron en una sala con decenas de indocumentados asiáticos y latinoamericanos.

Además le negaron la posibilidad de permanecer en Los Angeles hasta en tanto se aclarara su situación; no obstante, fue obligado a regresar a México, previo pago del boleto correspondiente.

A bordo del avión que lo traería a la ciudad de México, la policía angelina entregó a Arnaud su documentación, en cuyo pasaporte -según mostró ayer a los medios-, está puesto el sello en el cual se acepta su ingreso a territorio estadunidense y no tiene ninguna otra señal o leyenda que le identifique como deportado de la Unión Americana.