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Ť Lourdes Galaz

El acuerdo con Fox da ganancias a Gates y Slim

Martha atrae inversión y donaciones de Microsoft

El canciller: "si no hay paquete no hay acuerdo"... Ja-ja

Un nuevo estilo de la primera dama

Ciertamente lo mejor de la gira del Presidente por Estados Unidos, lo que realmente muestra resultados concretos es el new look que estrenó Martha Sahagún. Una foto en el Instituto de Arte de Detroit la muestra con nuevo peinado, renovado estilo en el maquillaje y un elegante traje claro. Luce bien. Se nota que la esposa del mandatario atendió consejos para mejorar su arreglo personal, publicados por un diario filopanista luego de la boda en Los Pinos. Otro de los resultados visibles del viaje presidencial es la fuerte presencia de la señora Fox en los asuntos de gobierno. Quienes estimaron que con el matrimonio Martha Sahagún se ocuparía sólo de las labores propias de su sexo se equivocaron. Y qué bueno. Los resultados del encuentro del presidente Fox con Bill Gates y el acuerdo para que Microsoft aumente sus inversiones en México se enriqueció en un almuerzo de Martha Sahagún con Melinda Gates. Resulta que las señoras conversaron de inversiones y fuertes donaciones de Microsoft en programas sociales que tiene en proyecto la inminente presidenta del DIF para atender zonas de extrema pobreza. ¡Ah!, por cierto, la señora Fox también anunció enmiendas a la ley aduanera.

La agenda de esta gira presidencial, como la de otros viajes, se preparó para promocionar la imagen de Fox en el extranjero. Y el Presidente aprovechó toda oportunidad para presentarse como el hombre que hizo posible la democracia, el cambio a la mexicana. Bueno, eso comenta en privado y en público cuando hace referencia a la elección del 2000. Sólo que cada vez convence a los menos. Algunos medios y comentaristas (ninguno de los del Círculo Rojo, por supuesto) ponderaron la gira presidencial por "la calidad de los encuentros" de Fox con líderes empresariales y políticos. Que si habló en un desayuno frente a mil 500 empresarios e inversionistas, a quienes aseguró ?créalo? que su gobierno "está poniendo en marcha todos los compromisos de campaña" (sic) y ofreció "una economía estable con inflación a la baja". Que también se reunió con los presidentes de la Ford Motor Co., Jacques Nasser; de la Daimler Chrysler, Jim Schroer, y de la General Motors, Rick Wagoner. Y seguro que comentaron sobre el muralismo mexicano, pues ninguno de los presidentes de empresas automotrices, con plantas ensambladoras en México, se comprometió con Fox a invertir más en su país, cuando en estos tiempos de recesión el recorte anunciado por esas compañías es mundial.

Digan lo que digan (los del Círculo Rojo, obviamente), para los medios cercanos al foxismo al Presidente le va "bastante bien" en sus giras por Estados Unidos. Que si se entrevistó con el viejo y muy reconocido líder del poderoso sindicato de transportistas (teamsters), James P. Hoffa. Encuentro interesante, por supuesto, aunque el influyente sindicalista declaró luego de la plática con Fox que sostuvieron una reunión cordial pero infructuosa. Hoffa dijo a la agencia de noticias Reuters que con todo y los esfuerzos de México por mejorar y hacer más seguro su equipo de transporte, "aún no es tiempo para que los camiones mexicanos ingresen sin restricciones a suelo estadunidense".

Que si el mandatario fue el orador principal del Consejo Nacional de la Raza, la organización hispana con más agremiados en EU y, como era de esperarse, Fox aprovechó para hacer una agresiva promoción del paquete de política migratoria que dice el canciller Jorge Castañeda que ya está negociado directamente con Colin Powell. Y nada, que mientras Castañeda declaró ?también a Reuters? que el paquete incluye la regularización de los mexicanos sin papeles, programas para trabajadores temporales, la seguridad en la frontera, la ampliación de visas permanentes y recursos para las zonas expulsoras de mexicanos al exterior, y puntualizó el canciller que "si no hay paquete no hay acuerdo", un vocero de la Casa Blanca paró en seco a los mexicanos. Washington no acepta legalizar a los migrantes (dicen que son 3 millones los mexicanos sin papeles), sólo está dispuesto a acordar "un flujo ordenado de trabajadores hacia la Unión Americana".

Magros resultados de la tan promocionada tercera gira del mandatario a Estados Unidos, aunque seguramente hoy habrá conferencia de prensa para publicitar presuntos logros. Ciertamente no hay mucho que contar, además del new look de Martha Sahagún, salvo el acuerdo que amarró Fox con Bill Gates para sacar adelante su proyecto e mexico. De entrada, el millonario Gates ofreció que Microsoft desarrollará un portal para el gobierno que concentre en Internet toda la información y los servicios públicos que tiene la Federación. Se trata de la primera parte del ambicioso y muy publicitado proyecto e mexico para conectar mediante modernas tecnologías al gobierno federal con las administraciones estatales y municipales. Se trata de un "gobierno electrónico" al que los ciudadanos y las empresas podrán consultar desde su domicilio en cualquier municipio del país.

Por supuesto que con el gusto de haber amarrado el acuerdo con Gates, Vicente Fox olvida que en el país que administra cinco de cada cien mexicanos cuenta con una computadora y menos de dos por cada cien tienen acceso a Internet. Además, según datos del INEGI, el gobierno tiene 365 mil computadoras, es decir, un equipo para cada once empleados públicos, y olvídese en qué condiciones. Con todo, aunque parezca increíble, para Microsoft México es la segunda subsidiaria en América Latina y tiene el decimotercer lugar a nivel mundial. Fox elude decir en público que el acuerdo con Bill Gates fue tan fácil porque el multimillonario empresario es uno de los socios del mexicano Carlos Slim Helú, Y que una de las empresas de Slim, Telmex, tiene 60 por ciento del pastel en la proveeduría de acceso al ciberespacio por su presencia y dominio del servicio telefónico en todo el país. Más aún, de acuerdo con analistas financieros, el comercio electrónico registra un importante crecimiento en el país. Estiman que de 238 millones de dólares que alcanzó el mercado en el 2000 pasará a mil 900 millones de dólares en el 2003. Así las cosas, el acuerdo que amarró Fox allá en Sun Valley resulta ser otro de los grandes negocios de Gates, el hombre más rico del mundo, y de su socio Slim, el más rico de Latinoamérica... al tiempo.

EN 3 TIEMPOS

A Fox le urge la reforma fiscal, sin costo político

Bush sugiere al BM que regale dinero a los pobres

La nuestra ya no es la Ciudad de la Esperanza

La administración foxista se empeña en anunciar una crisis económica si el Congreso persiste en rechazar su reforma fiscal. En su gira por Estados Unidos, el presidente Fox envió el mensaje. Y acá el panista Luis Puente Pérez, asesor de Los Pinos y miembro de la Comisión de Hacienda del Senado, asegura que pese a la oposición parlamentaria la reforma foxista será votada antes del 1o. de septiembre. ¿Y cuál es la prisa?, preguntarán algunos. Pues según el asesor presidencial que también cobra como senador la reforma pasará porque su único objetivo es aumentar la recaudación en 120 mil millones de pesos. Más aún, dice que si los foxistas no sacan antes de septiembre la reforma "Fox pagaría un alto costo político... y la economía tendría una fuerte caída"... ¿Será, señor senador?

El presidente George Bush Jr. sacó a relucir su afición por la filantropía. Sugirió al Banco Mundial que regale subsidios a los países más pobres de Latinoamérica, Africa y Asia. Tiene un buen argumento: "los pobres no pagan ni los préstamos muy baratos que buenamente se les facilitan". La tecnoburocracia del BM cuestionó la propuesta. Bush no ofreció aumentar las contribuciones de Estados Unidos al Banco Mundial, aunque sí anunció que presionará el fin de semana en la reunión del G-8 en Génova para lograr el apoyo de las naciones más industrializadas a proyectos de educación, salud y otros que eleven la productividad en los países pobres. Por supuesto que Bush tiene el aval de James Wolfensohn, director del BM. Ya tiene listo un proyecto de subsidios de 500 millones a mil millones de dólares, "si los países ricos aumentan sus contribuciones".

Y si en Los Pinos hay nuevo look, en el Zócalo no se quedan atrás. En un intento por quedar bien y verse mejor, el jefe de Gobierno del DF y su equipo decidieron dar un look con estilo al programa de remplacamiento. Y resulta que las nuevas placas de los vehículos registrados en el Distrito Federal son de color verde y tienen como emblema el ángel que corona la columna de la Independencia. A López Obrador y sus publicistas sólo les faltó pedir prestado el eslogan "Corazón de México" para imprimirlo ?sin cobrar dividendos, por supuesto? en las placas de los 3 millones de autos que circulan por la ciudad capital. ¿Será que prefirieron olvidar la frase "una ciudad con Angel"? ¿Será que López Obrador olvidó que la nuestra sería "la ciudad de la esperanza"?