MIERCOLES Ť 18 Ť JULIO Ť 2001

Ť Pretende influir en el proyecto, acepta Florencio Salazar Adame en el Senado

Busca EU que el PPP frene a indocumentados

Ť No podemos esperar a que lleguen trasnacionales a extraer la riqueza, dicen legisladores

ANDREA BECERRIL

Ante senadores, el coordinador del Plan Puebla-Panamá, Florencio Salazar Adame, reconoció ayer que por medio de ese proyecto, Estados Unidos pretende influir para evitar los flujos migratorios del sur-sureste y así disminuir la presión de los indocumentados centroamericanos que tratan de cruzar a su territorio a través de la frontera con México.

Sostuvo, sin embargo, que en el país no le haremos el trabajo sucio a nadie, y aseguró que no hay intención alguna de militarizar la franja fronteriza sur. Ante las muchas críticas que ayer recibió de legisladores de PRI y PRD, dijo que sería absurdo pensar que el gobierno de Fox estaría dispuesto a recorrer esa frontera sur-sureste hasta el Suchiate, tan sólo para contener a los trabajadores migratorios. En su comparecencia ante las comisiones senatoriales de Desarrollo Social y de Desarrollo Rural, Salazar Adame respondió a infinidad de cuestionamientos sobre el Plan Puebla-Panamá, y no sólo por el aspecto migratorio. El priísta Carlos Rojas sintetizó la preocupación de buena parte de los legisladores asistentes: no podemos permanecer impávidos, simplemente, a que puedan llegar las trasnacionales a extraer la riqueza nacional de los estados del sureste.

Se trata de una región, recalcó, donde se ubica la mayor riqueza natural y la mayor biodiversidad del país. Habló de reservas de petróleo, uranio, gas y electricidad, y por tanto, dijo, quien llegue a controlar esa región centroamericana estará más cerca de la hegemonía a nivel mundial.

Tanto Rojas como Georgina Trujillo y Ernesto Gil Elorduy pusieron a debate el financiamiento del Banco Mundial y del BID a ese Plan Puebla-Panamá , sin que el gobierno haya anunciado cuánto dineropuebla_panama01 empezará a invertir de manera directa en el proyecto.

La tabasqueña Trujillo dijo que hay preocupación también por propuestas dentro de ese proyecto, que parecen simples ocurrencias, como la ampliación del Programa Mundo Maya a Costa Rica y Panamá. Salazar Adame reconoció que el Plan Puebla-Panamá está aún en pañales y es perfectible, incluso pidió a los legisladores enriquecerlo. Sobre el financiamiento, señaló que se tiene un estimado de inversión, pero la conclusión de los proyectos es lo que permitirá ver de manera más precisa cuál va a ser el costo.

En ese sentido, precisó que el gobierno federal está en pláticas con el BID, organismo que ha ofrecido una bolsa inicial de 2 mil millones de dólares.

Agregó que el plan ha captado ya la atención de los organismos multilaterales, de naciones desarrolladas y ha despertado expectativas favorables para atraer inversión privada productiva.

El otro tema que provocó más debate y la insistencia de los priístas Ernesto Gil Elorduy y José Antonio Aguilar Bodegas, así como de los perredistas Leticia Burgos, Armando Chavarría y Rutilio Escandón, fue el migratorio. Todos expresaron que el gobierno mexicano debe respetar los derechos humanos de los centroamericanos que cruzan la frontera sur para tratar de llegar a Estados Unidos.

Gil Elorduy demandó no hacer el trabajo sucio a Washington, ya que el gobierno de Bush pretende incluso correr hacia abajo la frontera sur, para frenar el paso de los centroamericanos.

El coordinador del Plan Puebla-Panamá rechazó la imputación e insistió en que no se pretende militarizar la frontera sur, y mucho menos hacer el trabajo sucio a ninguna otra nación. Sin embargo, dijo que es una realidad que tenemos que reconocer que Estados Unidos está interesado en que México pueda detener los flujos migratorios del sur-sureste para evitar una mayor presión en la frontera norte.

Sin embargo, aseguró que se empeñarán en elaborar un programa para lograr que en la frontera con Chiapas se dé un trato humano y digno a los indocumentados.