MARTES Ť 17 Ť JULIO Ť 2001

Ť Inauguran ONG la contracumbre del G-8; anular deuda del Tercer Mundo, demanda principal

Atentados en Génova y Avezzano contra objetivos policiacos; un herido

Ť Los opositores a la globalización esperan congregar a 100 mil personas el próximo domingo

REUTERS, AFP, DPA Y AP

Genova, 16 de julio. Un paquete-bomba explotó en una comisaria policial, burlando el masivo operativo de seguridad montado para recibir a los líderes de las naciones más poderosas del mundo que asistirán a la cumbre anual del Grupo de los Ocho (G-8).

La explosión causó heridas en las manos y el rostro de un agente policial que abrió el paquete. Stefano Storri, de 20 años, fue sometido a una serie de operaciones quirúrgicas y los cirujanos trataban de salvarle el ojo izquierdo.

Mientras, una multitud de asoitaly_g8_mnb

 

ciaciones y organizaciones no gubernamentales, opuestos a la mundialización liberal, inauguraron este lunes la contracumbre del G-8 con la exigencia de que se anule la deuda del Tercer Mundo.

"Es injustificable que se mantenga a las poblaciones del sur en un endeudamiento perpetuo, en tanto que los países ricos expolian las riquezas", exclamó Backy Lozada, de Jubileo Sur, una red con presencia en más de 40 países de América Latina, las Antillas, Africa, Asia y el Pacífico.

Los jefes de Estado y de gobierno de los siete países más ricos, además de Rusia, se han convertido junto con la Organización Mundial de Comercio (OMC), el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, en el principal objetivo de los antiglobalización.

Opuestos al liberalismo económico, las asociaciones estiman posible "la llegada de un mundo nuevo". A su juicio, la anulación de la deuda de los países más pobres sería un primer paso.

En una movilización sin precedentes, los antimundialización esperan congregar a 100 mil personas en la ciudad portuaria ititaly_anti_g8_kokaliana el próximo domingo, jornada culminante de la cumbre oficial que inicia el viernes.

La tensión en Génova creció tras la explosión del paquete bomba recibido en la estación de carabineros de la región, y al que se sumó el estallido de un artefacto similar en Avezzano, a 800 kilómetros al sur de Génova.

Según las autoridades policiales la segunda explosión está vinculada a una revancha entre grupos locales y no tiene nada que ver con la cumbre.

Las autoridades de Génova han manifestado su alarma ante este atentado. El ministro del interior, Claudio Scajola, describió el incidente como "muy grave" y afirmó que "este vil acto" puede ser obra de "una minoría extremista del movimiento de protesta.

Los líderes del Foro Social de Génova, que agrupa a los principales movimientos antiglobalización de Italia, afirmaron que el atentado es una provocación orientada a instigar reacciones violentas entre los manifestantes.

Los dirigentes del G-8 "prometieron en Colonia, Alemania, durante la cumbre de 1999, anular hasta 90 por ciento de la deuda de 41 países del Tercer Mundo, sin embargo la deuda de esos países ha aumentado", dijo en Génova Eric Toussaint, integrante del comité para la anulación de la deuda del Tercer Mundo.

"Anular la deuda es posible"

Según Toussaint, anular el conjunto de la deuda es posible. El débito público del Tercer Mundo asciende a 1.5 billones de dólares en comparación con los 750 mil millones de dólares de la deuda pública francesa.

El rembolso de la deuda es una "expoliación" y un "círculo vicioso", ya que aumenta la pobreza al incitar nuevos préstamos para sobrevivir, denunciaron las asociaciones.

El costo social es desastroso, destacó Christopher Aguiton, de la organización Attac, grupo internacional creado en 1998 en París para solicitar la creación de un impuesto sobre los movimientos de capitales, conocido como Impuesto Tobin.

Explicó que "el único medio de rembolsar es aumentando las exportaciones y limitando el gasto público". Para ello, dijo, los países pobres deben "modificar sus modos de producción, obligando a los campesinos a abandonar sus tierras para crear grandes explotaciones. Así se acelera el éxodo rural y se crean megalópolis donde no se puede vivir".

Backy Lozada precisó que "el sur se está desangrando y 19 mil niños mueren cada día a consecuencia del rembolso de la deuda". Para Walden Bello, de Focus on the Global South, con sede en Bangkok, la deuda es un verdadero "freno al desarrolllo", y debe ser suprimida "para todo los países, y no sólo para los más pobres".